Aceptar las situaciones tal como son y entender el hecho de que no puedes cambiar lo ocurrido, aún si te desagrada. De eso, precisamente, trata la aceptación radical, un método manejado por profesionales de la salud mental. 

La aceptación radical, clasificada por los expertos como estrategia o destreza, tiene la finalidad de “aceptar los hechos de la realidad sin responder con testarudez negligente’’ u otra acción similar ante eventos dolorosos de la vida, según el psicólogo clínico y catedrático asociado del programa de Terapia Dialéctica Conductual, Domingo J. Marqués-Reyes.

“La aceptación radical no es aprobar algo. Más bien es aceptar completamente con tu mente y con tu cuerpo el hecho de que no puedes cambiar los hechos en el presente. Al elegir el aceptar algo radicalmente (cosas que están fuera de nuestro control), prevenimos el quedarnos estancados en la infelicidad, amargura, la tristeza y podemos detener el sufrimiento’’, explicó. 

A través de esta habilidad emocional muchas personas pueden lograr afrontar circunstancias sumamente dolorosas, destacó Marqués-Reyes.

Es una destreza poderosa, que ayuda a vivir con cosas dolorosas. Es como lubricar nuestra capacidad de manejar situaciones, para impedir que el dolor emocional se convierta en sufrimiento’’, dijo. 

Esta técnica de aceptación radical toma tiempo en ser desarrollada por cada individuo y parte del reconocimiento del dolor para evitar más angustia, agregó la psicóloga Joharys Aybar.

“Reconocer que lo incómodo llegó a mi vida, porque es parte de la vida. En la vida vamos a tener que vivir momentos agradables y momentos desagradables. Cosas que queremos, esperamos y cosas que nos sorprenden y no esperamos. Desde la mirada de la aceptación radical, cuando yo acepto que eso me sucedió, voy a poder tener mejores estrategias para sobrellevarlo. Aceptar no es rendirse ante el dolor, no es quedarse sin hacer nada, sino es no esconder la realidad’’, detalló. 

La destreza de tolerancia a la angustia se puede aplicar a diferentes situaciones de la vida. Por ejemplo, en un duelo por ruptura, en el que se presenta la etapa de negación y las creencias de que “esto no me puede estar pasando a mí’’, “yo no me preparé para esto’’ o “yo no lo merezco’’. 

“Desde la aceptación radical, yo me enfoco en mi tiempo de dolor y en lo que mis emociones me están diciendo. Me enfoco en mi presente, sobre todo. En vivir en el aquí y el ahora’’, explicó.

Otra estrategia de la aceptación radical es la conexión con los sentidos, ya que de acuerdo con Aybar, de esta forma la persona puede hacer un vínculo entre su mente y cuerpo y así comprender qué duele, dónde y por qué. 

“Desde la desconexión yo sufro, yo me apego al sufrimiento. Entonces, la aceptación radical viene siendo una invitación para no apegarte al sufrimiento’’, sostuvo. 

Por otro lado, en el caso de duelo por muerte, la aceptación radical propone sentir el dolor y le permite estar el tiempo que sea necesario. 

“La aceptación radical no es que vas a estar perfectamente bien, es todo lo contrario. Es hacer las paces con el dolor. El dolor va a estar, pero cada vez menos, porque lo gestiono’’, puntualizó. 

Pasos para practicar la aceptación radical

Marqués-Reyes compartió algunos pasos de la aceptación radical, puestos en práctica por los expertos y que, asimismo, son una gran aportación por parte de la fundadora de la terapia dialéctica conductual (psicoterapia), Marsha Linehan.

Primero, es importante tener presente que la realidad es incómoda y que no se puede cambiar. 

De igual modo, practicar la aceptación tanto con la mente, como con el cuerpo y espíritu. Esto a través de técnicas como consciencia plena o mindfulness, relajación y otras.

También, abrir pasos a las sensaciones que aparezcan ante la decepción, tristeza o el luto. Para, posteriormente, reconocer que la vida tiene valor, aún cuando exista dolor.  

Finalmente, al sentir algún tipo de resistencia al practicar la aceptación, hacer una lista de “pros y contras’’.

La ayuda de profesionales de la salud mental con conocimiento en este método es muy importante, así lo precisó la licenciada Aybar. 

“La ayuda en terapia es fundamental. Hay muchas otras cosas que pueden ser alternas y son muy buenas, pero la terapia no es sustituida por nada’’, manifestó.

Además, hizo una invitación a que las personas reconozcan sus preocupaciones y que tomen la acción de ir a psicoterapia.

Si aún se pregunta cuándo es necesario asistir a un psicólogo o posee dudas al respecto, la Asociación Americana de Psicología (APA, por su siglas en inglés) recomienda hacerlo al presentar las siguientes señales:  

  • Ante sentimientos persistentes de desamparo y tristeza.
  • Preocupaciones excesivas y pensamientos pesimistas.
  • Consumo desmedido de alcohol y drogas ilícitas, que asimismo, tenga repercusiones en otros. 
  • Dificultades para concentrarse en tareas y actividades cotidianas.

El estigma actual en temas de la salud mental provoca que las personas no busquen ayuda profesional en el momento necesario, APA subraya que la salud mental es igual de importante, que la salud física’’.