Hoy miércoles a las 3:00 pm estaremos conversando por Facebook Live con Mabel López Ortiz, presidenta del Colegio de Profesionales del Trabajo Social en Puerto Rico, y con el Dr. Libertario Pérez Quiñones, psicólogo clínico de la Alianza para la Paz Social sobre agresividad y frustración a raíz de la pandemia, gracias al apoyo de FHC First Healthcare. ¡Sintoniza a través del Facebook de Es Mental o de FHC – Salud Mental!
Los cambios en la rutina y en el estilo de vida provocados por la pandemia del COVID-19 causaron que algunas personas comenzaran a experimentar frustración, irritabilidad y coraje, entre otras emociones negativas.
“La situación fue tan abrupta, ya que no estábamos preparados para el cambio en el estilo de vida y se suman las precisiones sociales y económicas que trajo la pandemia”, sostuvo la Dra. Mabel López Ortiz, presidenta del Colegio de Profesionales del Trabajo Social en Puerto Rico.
Agregó que “el saber que no tienes la posibilidad de ir al trabajo y generar dinero para poder alimentarte y vivir con lo mínimamente que vivimos en nuestro país”, trastocó la estabilidad emocional del país.
“Creo que todavía es muy poco tiempo para decir que nos hemos zafado o atendido o superado los asuntos de salud mental en el país”, sostuvo López Ortiz.
Indicó que, a pesar de que la apertura y eliminación de las órdenes ejecutivas por parte del Gobierno significó “algo de alivio en nuestras vidas”, siguen alrededor presiones de arrastre que tiene la Isla desde hace mucho tiempo, las cuales se han acrecentado con el asunto de la pandemia.
Además, dijo que el COVID-19 “sigue siendo una amenaza” ante el alza en casos que se ha visto recientemente y por la disyuntiva de usar o no la mascarilla.
“En Puerto Rico también los asuntos económicos tienen bien deteriorada la salud mental”, mencionó.
“Todavía el elemento de la agresividad, de esas frustraciones y del manejo de ellas, las tensiones y la violencia están allí a flor de piel”, añadió.
Dijo que luego de que se eliminen las ayudas económicas relacionadas a la pandemia, podría haber un repunte en las agresividades y violencias.
López Ortiz aseguró que la gente necesita servicio de apoyo y acompañamiento en estos asuntos.
“Más que nada la gente necesita servicios, y servicios de calidad. Y esos servicios deben estar disponibles y en esa dirección. Yo le diría a la gente que los exija y que (el Gobierno) asuma la responsabilidad con ellos. Que antes de pagar una deuda de un plan de ajuste, la gente necesita servicios”, manifestó.
Por su parte, el Dr. Libertario Pérez Quiñones, psicólogo clínico de la Alianza para la Paz Social (Alapás), dijo que durante la pandemia ha habido un elemento común y es que todos han tenido algún tipo de pérdida, como por ejemplo, el fallecimiento de seres queridos y cambios en la forma en que se trabaja y el manejo del tiempo, o pérdida de trabajo, entre otros.
Además, los ciudadanos han tenido miedo al contagio, a contagiar a otros y a la muerte. En el caso del miedo a la muerte, dijo que fue mucho más evidente de lo que usualmente se tiene presente. Estas situaciones, pueden haber influido en que se haya desarrollado agresividad en algunos.
Entiende que la irritabilidad no ha sido en todos y que la apertura ha sido un escape donde pueden canalizar sus emociones.
“Pienso que hay mucha gente que ahora con la posibilidad de poder salir y de compartir socialmente, comer afuera, ir a la playa, le sirve como descarga. Y por lo menos lo que sea frustración y coraje lo que hayan experimentado, poderla canalizar de una manera positiva en términos sociales”, explicó el psicólogo clínico.
Además del miedo, dijo que la incertidumbre, la que también se ha visto durante la pandemia, puede provocar ansiedad y ser una fuente de expresión a través del coraje o la violencia.
Trajo como ejemplo la angustia y la incertidumbre que se vivió tras el huracán María.
“Se perdió mucho la rutina diaria (en María) y yo creo que en la pandemia pasó algo así, y tuvimos que acostumbrarnos a hacer nuevas rutinas. Yo pienso que eso son cosas que si no se trabajan, si no se hablan o se expresan de alguna manera, pues sí puede llevar a la frustración, a algo que está escalando que puede terminar en violencia”, sostuvo Pérez Quiñones.
Dijo que el regresar a la rutina pre-pandemia también podría generar malestar y frustración porque la gente ya se había ajustado a la nueva rutina pandémica.
Pérez coincidió con López Ortiz en que cuando se acaben las ayudas económicas por la pandemia pueda surgir frustración.
“Yo pienso que sí ha habido mucha frustración, habría que ver los diferentes factores. El de la enfermedad es uno, pero digo lo de ponerlo en contexto, porque, dentro de eso ha habido personas que han tenido más ingresos económicos en este último año que no que tenían antes. Quizás la frustración venga ahora, cuando se acaben esas ayudas”, expresó el psicólogo clínico.
Recomendó la recreación e ir al gimnasio para manejar estas emociones negativas.
Las personas que no puedan manejar el coraje, deben buscar ayuda profesional, concluyó Pérez Quiñones.