La población de niñas y niños es la más afectada por la rápida propagación de la influenza en Puerto Rico, que está ya sobre el umbral de alerta de la cantidad de casos para la temporada.
Esta situación preocupa a los profesionales de la salud pediátrica ante la falta de educación sobre la vacunación, el desaparecido uso de mascarillas en las escuelas y, sobre todo, el efecto sobre los servicios médicos, como lo es la disponibilidad en camas de intensivo.
Actualmente se han reportado 212 hospitalizaciones por influenza y 2,877 casos reportados en la temporada 2022-2023, que comenzó el 3 de julio de 2022, según datos del Sistema de Vigilancia de Influenza del Departamento de Salud.
La influenza es un virus respiratorio y contagioso, que se caracteriza por síntomas como fiebre, escalofríos, dolor muscular, situaciones nasales y respiratorias, y en niños síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea, según la infectóloga pediátrica, la doctora Patricia Rodríguez.
De acuerdo con el doctor Diego Sainz de la Peña, jefe del Departamento de Pediatría del Hospital Auxilio Mutuo, en la Isla se está viviendo una epidemia de influenza y se está viendo en las salas de emergencia y oficinas médicas pediátricas.
“La razón más importante de por qué ha pasado, es porque generalmente vemos influenza en los meses de noviembre, diciembre, enero y empezamos a vacunar a finales de agosto cuando la vacuna, que es diferente todos los años, sale al mercado. Pero este año, a diferencia de los anteriores, ha sido bien temprano y muy poca gente se ha vacunado, y eso ha hecho que se esté regando en la población pediátrica en las escuelas”, explicó.
Mencionó que ha sabido de planteles en la zona metropolitana que han tenido que cerrar de tres a cinco salones por el brote, y recordó que preocupa que, dado al cierre de servicios intensivos pediátricos alrededor de la Isla durante los pasados seis meses, hay una disminución en la disponibilidad de camas de intensivo.
“Tenemos una poca disponibilidad de camas de intensivo, una epidemia de influenza con brote de virus sincitial y, por eso, estamos tratando de llamar la atención de que, antes de que lleguemos al problema que íbamos a tener con el COVID antes de las vacunas, tenemos que actuar y cambiar algunas cosas que estamos haciendo para mejorar la parte preventiva”, afirmó Sainz de la Peña.
Coincidiendo con esto, la infectóloga pediátrica destacó la importancia de reconocer que los niños, particularmente los que son más pequeños, pueden tener riesgos de complicaciones y requerir hospitalizaciones o detonar otras situaciones de salud. Ante este posible escenario, medidas como la vacunación y el uso de mascarillas podrían hacer la diferencia.
“Como es un virus que se contagia a través de gotas o el contacto respiratorio, el uso de las mascarillas universales, como teníamos cuando había comenzado la pandemia del COVID, tuvo impacto en la cantidad de casos, inclusive, durante ese año vimos casos bien disminuidos”, señaló.
Rodríguez agregó que a través de la vacunación se pueden prevenir las complicaciones de la influenza, ya que se recomienda vacunarse anualmente para combatir la nueva cepa.
Por su parte, la neumóloga pediátrica, la doctora Brenda Mariola Rivera Reyes, indicó que desde hace dos años ha hecho hincapié en la efectividad que tienen las mascarillas a la hora de combatir enfermedades respiratorias e infecciosas.
“Ahora mismo la calidad de aire en Puerto Rico, durante estos meses, va a está peor por el paso del huracán Fiona, además de que tenemos hollín, y esto va a provocar que todas las personas asmáticas y alérgicas se expongan y se te van a llenar las salas de emergencia”, puntualizó.
Adelantó que, de no tomarse cartas en el asunto con celeridad, el costo más a largo plazo y de más peso será que todas las personas terminen con problemas de salud o que les tome una gran cantidad de tiempo en recuperar, tal como ha sucedido con el llamado Long COVID.
“Lo que va a pasar es que vas a tener un niño que ya de por sí tenía un rezago por no haber estado en la escuela, ahora de nuevo va a perder clases por un brote en su salón o porque se enfermó. Y las repercusiones más grandes pueden ser a nivel social y económico”, concluyó la doctora.
Pediatras coinciden en la importancia de la vacunación y uso de las mascarillas
Las pediatras Nancy Santiago y Mairim Wiscovich coincidieron en entrevista con este medio que han visto un incremento en los casos de influenza entre la población de niños que atienden en su práctica diaria.
“A pesar de que en septiembre usualmente tenemos casos de influenza, este año ha habido un aumento significativo y antes de lo esperado. El llamado a toda la ciudadanía, de todas las edades, es a vacunarse y a las autoridades pertinentes a exigir la mascarilla en las escuelas”, compartió la doctora Santiago.
Mientras que Wiscovich enfatizó en que son visibles los casos positivos, particularmente entre los 8 años en adelante.
Hizo un llamado, además, a que si la fiebre es persistente y el niño asegura tener dolor detrás de los ojos o debilidad, debe comunicarse rápidamente con su pediatra. Además, recomendó que los padres y el círculo familiar sigan llevando a cabo medidas de buena higiene, como lo es el lavado de manos.