Conducir, algo que para muchos puede ser el momento de salir a despejarse, cumplir con sus tareas o visitar a un amigo, para otros puede convertirse en un temor por revivir algún trauma, tener un accidente o atropellar a alguien. 

Es Mental conversó con especialistas de salud mental para conocer cuáles pueden ser las repercusiones de vivir con este miedo y cómo las personas pueden manejarlo.

De acuerdo con la psiquiatra Camila Vásquez, este miedo irracional no se trata solo de tomar el volante o estar conduciendo, sino que la amaxofobia es todo lo que conlleva el hecho de conducir. 

“Es esto en específico que al momento de realizarlo me causa un miedo tan, pero tan grande, que siento que al momento de hacerlo puedo, o terminar con un ataque de pánico, no poder realizar la acción, puedo sentir síntomas muy característicos de la ansiedad”, explicó.

Sostuvo que usualmente cuando se desarrolla una fobia en específico, entre las causas más comunes está un trauma, como que haya sufrido un accidente manejando o que alguien querido haya fallecido o haya tenido un accidente traumático, o que la persona haya avistado un accidente por las noticias o redes sociales. 

La especialista sostuvo que el hecho de que la persona  sienta que no puede conducir y trasladarse a lugares puede afectarles en su día a día. 

Cuando siento que no tengo esa libertad, esa independencia de trasladarse a los lugares donde yo entiendo que son necesarios para poder llevar una vida normal, entonces, eso es una limitación muy importante”, dijo. 

Entonces, la persona puede ver en el otro una capacidad que a él o a ella le falta, y en este contexto se comienza a comparar y desarrollar síntomas depresivos y ansiosos que pueden aumentar sus fobias. 

En concordancia, la especialista en psicología Yashira Brito explicó que esta fobia es el miedo de guiar un auto que puede verse desencadenado por muchos factores, tales como experiencias previas con accidentes automovilísticos o algún trauma relacionado. También, destacó que puede estar relacionado a otros trastornos de ansiedad, como ataques de pánico conduciendo el auto o a su vez pensamientos intrusivos de que algo le pueda ocurrir dentro del auto. 

Llega un momento en que la persona no sale y no quiere conducir, o tiene que ir acompañada de alguien para poder conducir”, agregó.

Según Brito, especialista en consejería psicológica, a medida que esto ocurre, va aumentando también el miedo a exponerse. Explicó, además, que esta fobia puede verse en personas inseguras,dependientes o personas que de por sí tienen ya un diagnóstico de ansiedad, aasí como en personas con pensamientos negativos y pensamientos catastrofistas. 

Sostuvo que la mayoría de los síntomas pueden ser sudoración, taquicardia, sensación de desmayo y mareo. También, la persona puede pensar que puede atropellar a alguien o tener un accidente, al igual que se mezclan los pensamientos intrusivos. 

¿Cómo manejarlo?

El auto de por sí no te ocasiona el miedo, es esa historia, el pensamiento que le pones”, afirmó Brito. 

Brito destacó que cuando una persona toma la decisión de que la situación le está haciendo daño, se trabaja con una evaluación inicial, donde se determina qué tipo de fobia tiene la persona, en este caso, miedo a guiar. 

Se podría trabajar con la terapia cognitivo conductual, así como la terapia breve, también las exposiciones graduales a lo que se teme, y la persona tiene que identificar un motivo que lo propició. 

Sostuvo que es de suma importancia que la persona visite un especialista en salud mental para poder trabajar con ese miedo y la raíz, y que le hagan entender en el proceso de terapia cuáles son los riesgos, y trabajar con la confianza y seguridad dentro de lo que es el proceso.

Indicó que si la persona se desespera, es más “gasolina” para la ansiedad y pueden aumentar los síntomas. Por ello, recomendó que la persona pudiera alinearse en la orilla de la carretera buscando un lugar seguro para trabajar las respiraciones, así como dejar de pensar que todo les va a suceder. 

Recomendaciones

“Es ir exponiéndonos poco a poco”, sostuvo Vásquez. «Lo primero que tenemos que entender es cuál es el miedo mayor, si se trata de conducir en grandes carreteras o el hecho de tomar el guía y saber que va a estar acelerando«. 

Sostuvo que en este caso se hace una terapia de desensibilización, donde se hace poco a poco a introducir el sujeto dentro de lo que significa conducir.

Recomendó que antes de comenzar la terapia de exposición, se debe comenzar la terapia cognitiva conductual, pues el miedo irracional crea una distorsión cognitiva y el paciente entiende que algo muy malo va a ocurrir. Por eso, hay que enseñarle a estar tranquilo y relajado, dijo. Aconsejó, además, el mindfulness y métodos terapéuticos para perderle el miedo.