A pesar de que la ansiedad por quedar embarazada (“TTC anxiety”, por sus siglas en inglés) no es una condición de salud mental reconocida por el Manual de Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM 5, por sus siglas en inglés), la directora de Planificación Familiar en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Yari Vale Moreno, aseguró que es “bastante común”.

La ginecóloga y obstetra destacó que puede haber un impacto emocional cuando las personas que anhelan ser madres, tener una familia y estar en esa etapa, no tienen éxito luego de más de un año intentando.

“Uno está en un ciclo de vida y a medida de que pasa el tiempo y no se vé un embarazo, esa ansiedad aumenta significativamente”, afirmó.

Explicó que no solamente hay una presión personal por querer alcanzar metas de vida dentro de un periodo específico de tiempo, sino también una presión social. Según detalló la doctora, tanto los familiares como las amistades generan una tensión fuerte que puede provocar angustia en la persona. 

La psicóloga Frances Fernández Lugo coincidió con Vale Moreno al confirmar que muchas mujeres conciben el gestar como parte de su propósito de vida. Reiteró que, luego de que pasa cierta cantidad de tiempo, las personas alrededor empiezan a hacer preguntas o comentarios acerca de cuándo la mujer piensa tener hijos, conversaciones que suben aún más la preocupación o tensión que siente.

«¿Dónde están los hijos?», ¿para cuándo me piensas dar nietos?», «Tú y tu pareja, ¿cuándo piensan empezar una familia?», ejemplificó sobre las preguntas que reciben estas mujeres.

Ambas expertas afirmaron que las edades donde más se ve esta ansiedad es entre los 30 y 35 años de edad. Sin embargo, según Vale Moreno todo depende de cuándo la persona inició su búsqueda por quedar embarazada y el peso que le pone a su importancia.

Mientras, mencionó que, a diferencias de años anteriores, recientemente está recibiendo a muchos pacientes entre los 27 y 28 años que acuden a su clínica por su interés en confirmar si son fértiles o no. Añadió que preguntan si hay alguna prueba o estudio que les afirme si pueden formar una familia, sin tomar en consideración que el 40% de la fertilidad depende de su pareja, se lamentó. 

Consecuencias de la TTC anxiety

Según Fernández Lugo, las consecuencias principales recaen en disturbios del ánimo. Se asocia a malos resultados en el desenlace del embarazo como la depresión mayor o moderada. 

Mientras, Vale Moreno indicó que si la persona no logra disfrutar el momento, relajarse y dejar que las cosas fluyan con naturalidad, no solo puede afectar su embarazo por venir, sino que se convierte en un ciclo vicioso. La ansiedad provocada por el deseo de quedar embarazada provoca que no quede embarazada, entonces, tiene más ansiedad por tener hijos, ejemplificó.

De acuerdo a una investigación publicada por la Biblioteca Nacional de Medicina (NIH, por sus siglas en inglés), las mujeres con niveles más altos de citocinas, hormona que aumenta con el estrés, tienen menos probabilidad de concebir.

El estudio encontró que las mujeres con altas concentraciones de esta hormona sufrieron una reducción del 29% de su fertilidad.

Vale Moreno, por su parte, añadió que los resultados de esta indagación se evidencia en escenarios de guerra y hambruna donde el nivel de fertilidad baja.

Mientras, Fernández Lugo resaltó el impacto en el aspecto emocional y romántico. Comentó que ha tenido pacientes que se han casado con personas que conocieron por un periodo de tiempo breve, alrededor de estas mismas edades en las que esta ansiedad es más recurrente.

Detalló que algunas de esas pacientes dieron el paso por la ilusión de casarse, probar que “lo lograron” y asegurar su maternidad.

Según dijo, es importante recordar que conocer a una persona toma más de dos años. Explicó que durante los primeros dos años, el sistema, como están en la fase de enamoramiento, produce neurotransmisores que lleva a las personas a estar en un estado hormonal alterado que, en ocasiones, nubla el juicio. 

Fernández Lugo también indicó que como consecuencia, no se ve en todo momento de manera objetiva quién es esa persona y se pasan por alto muchas banderas rojas. 

De otro lado, mencionó que, a veces, la ansiedad por concebir lleva a las personas a ponerle  una carga o presión adicional a su pareja. Toman las recomendaciones médicas al pie de la letra o exigen una vida sexual muy activa sin necesariamente conservar la pasión.

Aseguró que estas conductas pueden afectar no solo la vida sexual de la persona, sino tambén su relación de pareja. Incluso, puede que la persona que desarrolle un disturbio emocional sea la pareja. 

Recomendaciones

Ambas profesionales recomendaron buscar ayuda psicológica para la pareja.

Vale Moreno también sugirió buscar técnicas de relajación, estar más presente en el acto sexual y hacer actividades que ayuden a poder “bloquear” el pensamiento de querer quedar embarazada. 

Añadió que, si la persona está teniendo dificultades para dormir, considere el cannabis medicinal. Para controlar la sintomatología de la ansiedad propuso que las personas recurran a lo natural antes de medicarse con sustancias que pudiesen ser adictivas o crear dependencia. 

Fernández Lugo, por su parte, destacó que se deben de buscar estrategias para modificar la conducta de manera saludable, reconocerse y moverse. 

“A tiempo podemos encontrar opciones para sostener nuestra salud mental y poder canalizar esa frustración, mientras, se sigue manejando el deseo por querer quedar en cinta», concluyó.

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