Siendo uno de los órganos más complejos del cuerpo humano, el cerebro ocupa un papel muy importante en la forma en que las personas procesan sus emociones.
Como si se tratara de una computadora interna, en el sistema límbico del cerebro o también llamado “cerebro emocional” ocurren respuestas fisiológicas ante los eventos que ocurren diariamente o los estímulos externos que experimentan las personas, según la licenciada Migna E. Cruz Collazo, neurocoach y consejera profesional.
Allí mismo es en donde se encuentran diversos neurotransmisores que se encargan de gestionar las emociones, las cuales -como una tarjeta de memoria- traen consigo una serie de informaciones y creencias socioculturales, que podrían determinar cómo una persona reacciona ante un evento o estímulo.
“Muchas veces nos alteramos más por lo que pensamos que por lo que realmente sucede. El estado de ser, esa programación que tenemos ya en nuestra mente a través de creencias, cultura y procesos vividos, activa ese pensamiento y, en congruencia con los sentimientos, nos lleva a accionar y a tener resultados”, explicó Cruz Collazo.
“Por eso, ciertamente, las emociones son esas respuestas físicas automáticas con las que venimos alambrados a nivel genético, y con las cuales reaccionamos ante los eventos. Y muchas veces lo que nos altera es cómo pensamos, no es realmente el evento’’, continuó.
Las emociones están formadas por tres componentes, explicó la neuroeducadora. Entre estos el cognitivo, que dicta cómo se procesa la información e influye a la hora de enfrentar diferentes situaciones. El fisiológico, que involucra procesos como dilatación, presión, respiración y hasta el lenguaje no verbal. Y, finalmente, el conductual, en el que se refleja al exterior esa emoción, basado en gestos, impulsos, tono de voz, gritos y hasta expresiones corporales.
El orden de cómo ocurren estos elementos ha sido un tema que se ha estudiado por mucho tiempo. De hecho, en 1884 el psicólogo estadounidense William James aseguró que las emociones no ocurrían primero a nivel cognitivo, más bien se daba en inicio la expresión fisiológica. No obstante, con los años se han presentado evidencias que poco coinciden en esto, expone el neurocientífico español Carlos Belmonte.
“En contra de tal hipótesis está el hecho de que los sentimientos permanecen después de que los componentes somáticos de las emociones han desaparecido, cosa que no debería ocurrir si la aparición y persistencia de los procesos cerebrales conscientes dependieran de la activación de esos componentes fisiológicos de la emoción”, compartió en su trabajo “Emociones y cerebro’’, publicado en el 2007 por el Instituto de Neurociencias de Alicante de la Universidad Miguel Hernández en Alicante, España.
De igual manera, identificar y gestionar las emociones desde edades tempranas es vital para el proceso de desarrollo, apuntó la consejera profesional.
“Las emociones están ligadas a nuestros procesos cognitivos y de aprendizaje, por lo cual, es esencial psicoeducar sobre la importancia del manejo de las emociones y promover el no reprimirlas”, sostuvo.
Hizo hincapié en que ir reforzando el proceso de manejo de emociones desde edades tempranas va a tener impacto directo y positivo en las habilidades sociales, en la toma de decisiones y la autoestima del menor.
Entonces, ¿si más personas estuvieran conscientes de su parte emocional, el mundo sería diferente?
Cruz Collazo afirmó que estar conscientes de las emociones es vital para una vida satisfactoria y en bienestar, y que, además, podría evitar que muchos experimenten frustraciones, inseguridades y dudas.
“Ciertamente las emociones son energía y movimiento, ellas nos pueden transformar o dañar. Por eso es importante no reprimirlas, pues al hacer esto podría afectar tanto física como mentalmente, lo que se traduce en enfermedades, condiciones y trastornos”, compartió.
Concluyó recordando que “todo está conectado” y que la mente y cuerpo se afectan mutuamente.
“Todas las emociones tienen un propósito vital en nuestra vida, por eso es importante estar conscientes de ellas y aceptarlas”, finalizó.