Un análisis encontró un aumento de 120% en los estudiantes del sistema de educación pública de Puerto Rico registrados bajo autismo durante los últimos 10 años, convirtiendo la condición en la de mayor crecimiento porcentual en la población escolar durante el periodo.
El estudio, hecho con las estadísticas del Programa de Educación Especial Departamento de Educación de 2013 a 2022, fue realizado por la Alianza de Autismo de Puerto Rico dado que no existen estadísticas recientes de la población con autismo en Puerto Rico. Durante este periodo en que aumentó dramáticamente la cantidad de estudiantes bajo autismo, la matrícula general del Programa de Educación Especial registró una merma de un 31% reduciéndose de 130,212 en 2013 a 89,491 en 2022 , informó la organización en un comunicado de prensa el lunes.
Según indicaron, sólo hubo aumento porcentual en matrícula servida para los impedimentos de “autismo y otros problemas de salud”.
El autismo representaba 2.64% durante el año escolar 2012-2013, mientras que representa el 8.46% de la matrícula durante el 2021-2022.. El mayor incremento se registró entre los estudiantes de edad preescolar con un 142%. El aumento entre los estudiantes de 6 a 21 años fue de un 117%.
“Exhortamos al Gobierno de Puerto Rico a ser proactivo ante la realidad del crecimiento exponencial del autismo en Puerto Rico, el cual sigue las tendencias de Estados Unidos. Urge mejorar y ampliar los servicios a la población con autismo en nuestra Isla, infantes, estudiantes y adultos, y sus familias, y cumplir con las leyes federales y estatales, incluyendo la Ley BIDA la cual está básicamente olvidada”, Janet Lasanta, presidenta de la Alianza de Autismo de Puerto Rico.
Indicó que el cumplimiento con las leyes aplica a todas las agencias de gobierno con responsabilidad sobre la población con autismo: Salud, Educación, Familia, Vivienda, Trabajo, Recreación y Deportes.
Sostuvo que también es importante incluir a las universidades y colegios universitarios para promover la preparación de más profesionales especializados para trabajar con esta población, así como facilitar el licenciamiento de profesionales relacionados a la terapia conductual para que los planes médicos puedan cubrir estas terapias.
Asimismo Joyce Dávila, directora ejecutiva de la Alianza enfatizó además apremia incluir a los maestros y asistentes especializados en autismo en el estipendio para el reclutamiento y la retención de empleados de difícil reclutamiento en el Programa de Educación Especial del Departamento de Educación.
“Cada día más escasean los maestros certificados para educar a personas con autismo, al grado que están nombrando maestros no certificados en autismo a salones de estudiantes con autismo, y esta sería una manera adicional de retenerlos e incentivarlos”, puntualizó.La Alianza indicó que las estadísticas de Puerto Rico son un reflejo de las de Estados Unidos. El estudio más reciente (2020) indica que 1 de cada 30 niños tiene autismo en dicho país, un aumento de 52% en sólo 4 años, lo que equivale a un 3.49% de la población. Hace cuatro décadas, el autismo era poco conocido y era considerado como un desorden raro. En 1982 afectaba a uno de cada 2,500 bebés.