Una de las razones principales por las cuales las mujeres pudieran pensar que es más difícil alcanzar el orgasmo es por la desinformación y la poca educación sexual que hay en Puerto Rico.
Así lo estableció la sexóloga María Mercedes Rodríguez Vidal al reiterar que la cultura puertorriqueña propicia el que solo el hombre pueda gozar del acto sexual, mientras que centra la sexualidad de las mujeres en el acto de procreación.
Por su parte, la sexóloga Aisha Molina Calderón explicó que, debido a la fijación de la reproducción al hablar sobre la sexualidad, no se toma en cuenta el autoerotismo.
“A las niñas les decimos que no vas a tener pareja hasta x edad y a los niños les decimos desde los cinco años cuántas novias tienes”, afirmó al criticar las construcciones sociales que ponen en juego al orgasmo femenino.
Destacó que lo más importante es conocer el placer propio y evaluar cómo se puede llegar al orgasmo.
Dado a todas las interrogantes que rodean al placer de las mujeres, a continuación, se exploran algunos de los mitos principales del orgasmo femenino y sus realidades.
- “No tengo la capacidad de orgasmar”
Las expertas en sexología coincidieron en que, de no tener ninguna condición fisiológica que lo impida, todas las mujeres tienen la capacidad de llegar al orgasmo.
No obstante, un estudio realizado por el Ministerio de Salud de España titulado Disfunciones Sexuales destacó que el 7.4% de las mujeres son anorgásmicas, un trastorno sexual que no permite orgasmar.
Por otra parte, la directora del Instituto Sexológico, Educativo y Psicológico de Puerto Rico, Alicia Fernández Villanueva, exaltó que la mayoría de las mujeres que piensan que no pueden alcanzar el orgasmo es porque no conocen su cuerpo.
Señaló que el estrés y la ansiedad son los dos mayores enemigos para que la mujer se entregue a ese proceso sexual. También, enfatizó que las mismas pueden igualmente reducir tanto el deseo sexual como la voluntad por autoestimularse.
Asimismo, el estudio español explicó que el miedo por el embarazo también puede imposibilitar el que se llegue al orgasmo.
De la misma manera, Molina Calderón describió que, por la escasa educación sexual, muchas personas tienen el orgasmo, pero no lo saben identificar.
- La gratificación sexual se basa en el órgano genital
Rodríguez Vidal le adjudicó a la pornografía la naturaleza de esta aseveración errónea. Añadió que el órgano sexual más grande es la piel, razón por la que el orgasmo no depende del tamaño del genital de la pareja.
Por otro lado, Fernández Villanueva estableció que para alcanzar el “Punto G” de la mujer se necesita que el pene tenga 3 centímetros. Dado a que el tamaño normal del pene, determinado según los estudios es de 3.5 a 6.5 centímetros, admitió que, mientras no sea un micropene, no influye ni impacta en el placer.
Incluso, reclamó que si el miembro de la pareja es sumamente grande pudiese provocar mucho dolor e imposibilitar el alcanzar el orgasmo.
“Las sensaciones para desarrollar ese deseo sexual dependen de todos los sentidos sensoriales, y si estas no son las que erotizan a la mujer, como el dolor, el deseo sexual se va a perder completamente”, sostuvo.
- Después de cierta edad no se puede llegar al orgasmo
De acuerdo con Fernández Villanueva, la capacidad de poder orgasmar no desaparece nunca. Incluso, expresó que cinco minutos antes de morir una persona puede eyacular y aún presentar deseos sexuales.
No obstante, mencionó que los niveles hormonales de la mujer sí bajan, pero que eso no implica que la sexualidad haya culminado porque hay muchas maneras para recuperar los niveles hormonales.
A su vez, la también experta en sexopedagogía Rodríguez Vidal sostuvo que la menopausia puede significar la llegada de cambios en el aspecto físico de los genitales y una escasez en lubricación natural. Sin embargo, dijo que son problemas que se pueden atender.
De igual manera, manifestó que las zonas erógenas pueden cambiar. Este aspecto pudiese llevar a muchas mujeres a pensar que tienen dificultad al orgasmar, pero matizó que dependiendo de su ciclo menstrual y el periodo del mes, unas zonas pueden convertirse más sensibles que las acostumbradas.
- Mi orgasmo es responsabilidad de mi pareja
Rodríguez Vidal consideró que en la medida de que cada persona asuma la responsabilidad del deseo sexual propio, la pareja va a tener interacciones sexuales mejores.
“Enfocarse en el placer de la otra persona puede provocar ansiedad durante la ejecución y otras tensiones por querer complacer a la pareja. Sin embargo, si uno mismo conoce sus zonas erógenas y se enfoca en estimularlas, ambos pueden concentrarse en satisfacerse”, ejemplificó.
Por su parte, la también investigadora social Molina Calderón aceptó que es erróneo adjudicar a la otra persona la culpa de no haber orgasmado.
Recomendó hablar sobre lo que le gusta y también de lo que no.
- Sin orgasmo no será un coito satisfactorio
“Es importante entender que el orgasmo es parte de la experiencia, pero no es lo que la define como buena o mala”, indicó la también especialista en sexopedagogía Molina Calderón.
Describió que si una persona está teniendo una relación sexual en la que disfruta de diversos estímulos, a pesar de no orgasmar, si es consensual, es una relación sexual placentera.
Reiteró que el acto sexual no se reduce al orgasmo.
Recomendaciones para llegar al orgasmo
De acuerdo con Rodríguez Vidal, es esencial tener buena comunicación con su pareja, conocer su cuerpo y sus zonas erógenas para poder llegar al orgasmo.
Añadió que, si se experimenta alguna dificultad para sostener un orgasmo, toda persona se debe sentir en la libertad de poder ir a un profesional de la salud a consultar si lo que tiene es un problema anatómico o poco conocimiento de su placer.
Por su parte, Fernández Villanueva recomendó una educación sexual continua y apropiada para cada etapa de desarrollo.