Si bien las madres, padres y cuidadores suelen ser las personas que más influyen en la autoestima y formación de sus hijos, la carencia de apoyo y comprensión en el proceso de su autodescubrimiento puede tener efectos en la salud mental, los lazos familiares y la confianza. 

Siendo la juventud una etapa crucial en la transición a la adultez, muchos jóvenes desean expresar cómo se sienten, sus gustos e incluso su orientación sexual, sin embargo, no contar con el apoyo ni la aprobación de los padres o cuidadores puede llevar a algunos a verse emocionalmente trastocados. 

De acuerdo con la doctora Rina Alonso, psicóloga clínica, los adolescentes que son parte de la comunidad LGBTQ+ que no cuentan con el sostén de su familia en este proceso, pueden experimentar internamente sentimientos de tristeza, negación y autocuestionamientos. Ante esto, querrán imitar lo que la mayoría hace con el fin de encajar socialmente.

Se afecta, asimismo, el proceso de autodescubrimiento, ya que estos buscarán complacer a los otros y no a ellos mismos. 

“Algunos jóvenes son capaces de complacer a sus padres y, por eso, caer en estados de negación de la orientación. Vivir una vida en contra de lo que realmente quieren por tener la aprobación de ellos, lo cual es muy injusto y triste para ellos”, aseguró. 

En un escenario más grave pueden desarrollar depresión y/o ansiedad, pero además tener pensamientos suicidas, recalcó la psicóloga escolar Ivalmie Díaz Montañez.

“Hay factores que precipitan esto, como el rechazo, particularmente de sus padres. También el acoso, la discriminación y la violencia, que no necesariamente es física, pero sí verbal y tiene muchas microagresiones”, expuso. 

La psicóloga recordó que muchas veces la homofobia viene de los estilos de crianza con los que el padre, madre o cuidador fueron desarrollándose. 

Con esto, conductas cargadas de violencia verbal y el uso inadecuado del lenguaje, que pueden llevar al menor al aislamiento.

El poco apoyo familiar es uno de los mayores factores de riesgo para la salud y seguridad de estos jóvenes y niñes”, continuó. 

La notable ausencia de un apoyo puede crear diversos factores contraproducentes para la expresión del género y la orientación sexual. 

Pero, si de otro modo, el apoyo estuviera presente, estos jóvenes vivirían en mayor bienestar, apertura y aceptación, dijo por su parte la doctora Alonso.

Si papá, mamá o cuidador no saben cómo establecer la comunicación y platicas más empáticas y educadas, es necesaria la ayuda de un psicólogo. 

Alonso recordó que existen profesionales de la salud especialistas en el tema que pueden ayudar en el proceso. 

Las madres, padres y encargades no nacen con una guía de cómo ser cuidadores, sin embargo, existen profesionales de la salud mental, trabajadores sociales e incluso médicos, que pueden ayudar en el proceso de apoyo y educarse sobre estos temas”, comentó por su parte Díaz Montañez.

La psicóloga escolar hizo un llamado a los miembros del campo de la salud a que sigan adiestrándose, hablar de sexualidad, de identidad y usar el lenguaje inclusivo para estar a la vanguardia y ofrecer espacios de confianza a los pacientes.

Sobre el tema de la identidad de género, expuso que es importante hablarlo tanto en el hogar como en la comunidad escolar desde la solidaridad y el respeto a la diversidad, porque de lo contrario se puede seguir promoviendo el prejuicio y la violencia física y verbal hacia la comunidad LGBTQ+.

“Mi recomendación es que primero empiecen a orientarse de la terminología y el uso del lenguaje, porque a veces no parece violencia a nivel físico, pero sí hay microagresiones dentro del lenguaje”, dijo.

De igual forma, señaló que es importante como madres, padres y cuidadores tener una reflexión sobre su crianza y si se aprendieron prejuicios y discrimen. “¿Eso mismo se lo estás pasando a tus hijos? Hay que hacernos conscientes de eso”, aconsejó a modo de pregunta. 

Es importante monitorear el estado mental de los hijes y hablar sobre el suicido. Que las madres, padres y cuidadores empiecen abogar por sus hijos dentro de los contextos escolares también”, puntualizó. 

Como consejo final, la doctora Alonso compartió que el proceso terapéutico es una opción para aquellos madres, padres o cuidadores que necesitan una guía. Pero también para los jóvenes que necesiten trabajar con su proceso.

“Algunos necesitan hablar con un profesional de la salud mental, necesitan trabajar con sus sentimientos, seguridad, asertividad. Es una gran ayuda en el camino”, finalizó.