Los desastres pueden aumentar las situaciones de violencia de género, pues complican la situación económica y emocional de las personas, les priva de las herramientas para poder defenderse, seguir adelante y proceder con su vida de manera sana, afirmó la doctora Irma Lugo Nazario, directora del Observatorio de Equidad de Género.
La experta en iniciativas comunitarias estableció que, si la persona está sufriendo de una situación traumática o de violencia, que está lacerando y afectando su vida diaria, el que ocurra un desastre de cualquier tipo agudiza la tensión.
Más aún, expresó que las situaciones de desastres impulsan a las personas a cuidar de otros y, muchas veces, olvidan cuidarse a ellos mismos.
De acuerdo al Protocolo para la identificación y atención de víctimas o sobrevivientes de violencia de género en situaciones de desastres de la Coordinadora Paz para la Mujer, al surgir un evento catastrófico, hay una serie de factores que complican la situación de las víctimas de violencia de género.
Entre estos factores figura el estrés, preocupaciones de salud, problemas crónicos de la vida, problemas psicológicos, pérdida de recursos de apoyo y problemas de comportamiento oposicional desafiante a temprana edad.
Nereida Valentín Márquez, coordinadora de la Coordinadora Paz para la Mujer, comentó que en Puerto Rico lo que más reluce en los casos de víctimas de violencia de género es la escasez de recursos, fondos y programas de ayuda, además de la desinformación.
De manera similar, Lugo Nazario añadió que al ocurrir un desastre que interfiere con un periodo en el que una persona necesita buscar ayuda por una situación de violencia de género, las mayores dificultades son encontrar un espacio donde el personal esté orientado y equipado para asistirle.
¿Cómo identificar a una víctima de violencia de género?
Ambas expertas confirmaron que las situaciones de desastre hacen más difícil el poder identificar a personas que sufren de violencia de género.
Lugo Nazario confirmó que cada persona puede manifestar los efectos de una experiencia de violencia de género de manera distinta. Justificó su respuesta al asegurar que, primeramente, cada persona es diferente, y, segundo, cada tipología de violencia de género puede tener un efecto en particular.
Mencionó que existe abuso verbal, económico y sexual, además de situaciones en donde hay humillación, existe poder sobre la pareja, entre otras. Todas estas situaciones pueden provocar diversos efectos dentro de la estabilidad emocional y la salud física de una persona.
Valentín Márquez resaltó que también hay falta de conocimiento en cuanto a los protocolos que se activan en cada municipio, y se les dificulta el comunicarse con las organizaciones que ayudan a las comunidades.
Sin embargo, Lugo Nazario pudo identificar algunas expresiones indirectas o manifestaciones de que una persona que sufre de violencia de género, entre estas episodios de desorientación, alejamiento de amistades y familia, ver a una persona que nunca va a los lugares sin compañía, entre otros.
Reiteró que no siempre es fácil identificar a una persona como una o un sobreviviente o víctima de violencia de género, pues por la vergüenza tienden a disimular lo que están viviendo.
Por otro lado, Valentín Márquez expuso que muchas personas no desean que los demás entren en la intimidad de su hogar para evaluar la situación de violencia, lo que puede dificultar el identificarla como víctima.
¿Cómo ayudarlos en una situación de desastre?
De acuerdo con Lugo Nazario, lo más importante al querer atender a una víctima o sobreviviente de violencia de género en una situación de desastre es poder identificar las necesidades de cada cual, interpretar sus manifestaciones, detectar las áreas de servicios y organizaciones que pueden asistir a la persona.
Enfatizó en que la persona debe de considerar recurrir tanto a buscar apoyo físico como mental, y especificó que la educación de diferentes formas es esencial para tener las herramientas necesarias para ayudar a las mujeres o personas que están sufriendo estas situaciones.
Por su parte, la Coordinadora de la Paz para la Mujer estableció dentro de su protocolo que es esencial trabajar con una salud mental enfocada en resiliencia, no hacer suposiciones acerca de lo que los sobrevivientes están experimentando o de lo que ha pasado, no interpretar las reacciones como patológicas, no pedirle a la persona que repita los detalles de su historia y educarse en cuanto a acciones básicas de primeros auxilios psicológicos.
Además, la guía provista por el Centro Nacional de Recursos para la Violencia Sexual sobre Cómo prevenir la violencia sexual durante un desastre especificó que los mayores problemas dentro de la violencia en casos de desastres es la falta de denuncias efectuadas en contra de los agresores.
Explicó que, en situaciones de desastres, aunque siempre aumenta el número de incidentes de violencia, se reduce el número de querellas.
Mientras, Lugo Nazario confirmó que, en el caso de Puerto Rico, la diversidad que se ha presentado en cuanto a los desastres ha presentado varias dificultades. Determinó que, dependiendo de la situación, es la necesidad de cada cual, el protocolo a seguir y la cantidad de recursos que ofrece el Gobierno. También, destacó que según cada caso es el grupo de apoyo o el refugio al que se le puede referir a la persona.
Aseguró que la ayuda que provee el Gobierno a las víctimas o sobrevivientes durante desastres se ha reducido significativamente por la falta de empleados y fondos a través de los diversos desastres y la crisis económica.