La Dra. Irma Lugo Nazario, quien trabajó en una iniciativa de ayuda comunitaria tras el huracán María, aseguró que el estar preparado previo a que ocurra un desastre natural, como un huracán, le provee a las personas tranquilidad, lo que facilita superar el evento y encargarse de su familia o dependientes.
Sin embargo, a juicio de la directora ejecutiva de la organización Iniciativa Comunitaria de Investigación, Yorelys Rivera Amador, no todos tienen la habilidad, los recursos, el capital, la disponibilidad ni la red de apoyo para prepararse para un desastre.
Indicó que es esencial reconocer que cada persona va a reaccionar de manera distinta dependiendo del grado de responsabilidad asumida durante el evento, cuán cercana la persona está del evento y el tipo de apoyo que una persona recibe.
Recomendaciones
Cada persona debe identificar las condiciones de salud existentes dentro de su círculo familiar y tener los medicamentos a la mano, recomendó Lugo Nazario.
De padecer de alguna condición de salud, la activista comunitaria propuso tener una libreta con las instrucciones sobre el consumo de estos medicamentos, información importante sobre el fármaco, nombres de médicos y salubristas encargados de la persona, números de teléfono de centros de ayuda y hacer una lista sobre las condiciones de salud de cada miembro del hogar.
La también coordinadora del Observatorio de Equidad de Género y Derechos Humanos describió estos pasos como esenciales, pues en un momento de tensión y emergencia es normal olvidar las cosas. Por esto, categorizó a la libreta como un material esencial para cuidar tanto de la salud de uno mismo, como de otros.
Mientras, recordó que bajo una situación de desastre natural, la dieta de una persona pudiese cambiar. Añadió que, en estas circunstancias, las personas consumen más productos altos en sodio, enlatados y de un menor valor nutricional.
Recordó que mediante su experiencia participando de la Caravana Violeta de la organización la Coordinadora de la Paz para la Mujer luego de los huracanes María e Irma, también identificó a un alto número de mujeres mayores de 35 años con diabetes, otra condición que tipificó como popular entre los puertorriqueños.
La Caravana Violeta, junto a la unidad de servicios de Iniciativa Comunitaria, ofrecieron servicios de salud física, emocional, integral, entre otros a los afectados por el huracán.
Por su parte, Rivera Amador concordó con la experta y subrayó que, a menudo, muchas personas se olvidan de comer, por la ansiedad y la agitación que provoca la situación.
Por estos aspectos, Lugo Nazario invitó a las personas a estar alertas de cómo atender los efectos de la mala alimentación.
Para esto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) recomendaron tomar mucha agua y mantenerse en un ambiente fresco.
Los CDC recomendaron mantener una buena higiene y la casa limpia para evitar hongos, bacterias, moho y virus.
A su vez, en el caso de personas que se encuentren en su hogar expuestas a situaciones de violencia doméstica o de género, la experta exhortó a que busquen a los centros y organizaciones sin fines de lucro cercanas y disponibles para apoyar y orientarlas.
Mientras, Rivera Amador expuso que es importante que cada ser humano se pueda concentrar en lo que puede resolver al momento para así poder manejar la situación de la mejor manera posible y evitar complicaciones.
Mencionó la importancia de hablar con los demás sobre la experiencia y escuchar noticias, pero no quedarse demasiado pendiente a estas.
También, hizo hincapié en que las personas se deben acostar e intentar hacer ejercicios respiratorios para relajar al cuerpo. Además, deben intentar mantenerse alejados del alcohol para estar estables.
Ambas expertas exaltaron que las personas deben de conocer las ayudas disponibles más cercanas, hacerles acercamientos a sus vecinos para hacer lazos y establecer redes de ayuda, entre otros.
Por su parte, Rivera Amador concluyó que las personas no deberían confiarse de que el gobierno se va a encargar de ellos, sino que tomar en sus manos la responsabilidad de cuidarse a sí mismos y a los suyos.