El aburrimiento más allá de percibirse como un estado emocional negativo y que se asocia a experiencias monótonas o poco placenteras, podría ser una oportunidad para que más personas reconozcan su creatividad, se aventuren a explorar nuevas actividades y den paso a su autoconocimiento.

Por mucho tiempo, el término aburrimiento se ha vinculado a connotaciones negativas, y esto se debe, según Marta Rivera Rondón, una de las fundadoras de la organización sin fines de lucro MarEducados, al ritmo acelerado en el que se vive y que no provee espacios para tomar una pausa. Por el contrario, busca con inmediatez penalizar o hacer sentir a la persona culpable por pausar. 

“Vivimos en una sociedad en la que se promueve que estemos ocupados todo el tiempo. El hecho de estar aburridos es, para la sociedad, estar perdiendo el tiempo, no aprovechar oportunidades o no estar haciendo lo que corresponde, y esa visión de lo que puede significar el aburrimiento, no nos permite explorar el aburrimiento desde otro punto de vista”, explicó la profesora e investigadora.

Coincidiendo con esto, Viviana Rivera Rondón, también educadora, especialista en dancing mindfulness y cofundadora de MarEducados, agregó que el aburrimiento se manifiesta cuando el cerebro quiere hacer algo diferente.

El aburrimiento se ha estigmatizado en diferentes etapas, pero sin duda, es el comienzo de algo nuevo, una nueva pregunta, una nueva idea, de ejecutar una acción. Al final de cuentas es necesario como parte del proceso cerebral y además poder seguir evolucionando”, dijo.

Por su parte, Natalia M. Colón Figueroa, también fundadora de MarEducados y maestra de yoga, aseguró que dentro de la pausa las personas pueden aprender a reconocer cómo se sienten interna y físicamente.

“Dentro de los beneficios que puede traer ese llamado aburrimiento es poder entender cómo te sientes e identificar qué es lo próximo que quieres hacer”, señaló. 

Otros beneficios mencionados por Marta Rivera Rondón son el mejoramiento en la capacidad de concentración en niños y adultos, el autoconocimiento, fomenta la paciencia, el pensamiento creativo y las ideas.

En el caso de los niños, tienen la posibilidad de crear y disfrutar el ocio, el cual muchas veces se reemplaza con aparatos tecnológicos, recordó la profesora.

Pueden descubrir juegos nuevos, manuales y la lectura; herramientas que no deben perderse y que son importantes en la creación de ideas y sueños”, sostuvo. 

“Es fundamental que las familias entiendan la importancia de los espacios de aburrimiento y no lo vean como un problema”, puntualizó. 

De manera similar, Viviana Rivera Rondón recordó que para el desarrollo cognitivo, tanto en adulto como niños, es esencial reconocer qué gusta y genera interés.

Aunque el aburrimiento socialmente se ve como algo de lo que hay que huir, es una manera de poder relacionarnos con nosotros mismos, de conocer nuestra verdadera identidad y lo que quiero y lo que no”, indicó. 

Otras recomendaciones en las que las profesionales coincidieron son:

  1. Priorizar espacios y tiempos de ocio, descartando la idea negativa del aburrimiento.
  2. Disfrutar las pausas con la intención de disfrutar experiencias nuevas y actividades novedosas.
  3. Promover la lectura.
  4. Explorar actividades al aire libre.
  5. Visualizar nuevas metas e intentarlas.

Si se sienten aburridos o que no están en un lugar correcto, que pausen, que se escuchen y que intenten hacer algo nuevo, para que el aburrimiento no se convierta en algo negativo, sino en una oportunidad de explorar nuevas experiencias”, finalizó Colón Figueroa.