Hoy conversaremos por Facebook Live con la Dra. Delmara Rivera, psicóloga clínica, y con la Dra. Karen Caraballo, psicóloga de familia, sobre el impacto del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (ADHD) en los adultos, gracias al apoyo de FHC First Healthcare. ¡Sintoniza a través del Facebook de Es Mental o de FHC – Salud Mental!
Al hablar del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (ADHD por sus siglas en inglés) es común pensar en que es una condición que afecta a los niños. Sin embargo, este trastorno también impacta la vida de los adultos, quienes en muchas ocasiones no fueron diagnosticados durante su niñez cuando realmente comienzan las señales del trastorno.
“No es que yo de adulta desarrollé déficit de atención. Normalmente lo ha tenido toda la vida. Esto es un diagnóstico que cuando es puro, cuando no tienes comorbilidad con otras condiciones médicas, puede permitir que la persona sea bastante funcional, si tiene buena estructura en manejo del tiempo, organización y un coeficiente intelectual que le va a permitir compensar la áreas que la falta de atención afectan”, expresó la psicóloga clínica Delmara Rivera.
“Cuando están en la etapa adulta y empiezan a incursionar en muchas otras actividades: el pago de la casa, el carro, los hijos, el marido, el trabajo. Entonces, podemos ver que esa efectividad y ese funcionamiento comienza a afectarse. Y cuando vamos a entrevistas (con profesionales de la salud mental) normalmente te explican que desde pequeños fueron así, pero que lo manejaron y ahora de adultos es más complicado manejarlo. Así es que se puede ver esa presentación para un diagnóstico de ADHD en adultos”, agregó Rivera.
En la adultez sólo podría desarrollarse debido a un accidente cerebrovascular, algún tratamiento o alguna condición médica que afecte procesos de atención, de memoria y de concentración, explicó Rivera.
Dijo que no todos los déficit de atención son iguales: está el predominantemente inatento y el combinado, donde puede haber inatención con hiperactividad o inatención con impulsividad o hiperactividad e impulsividad en ausencia de la inatención. La modalidad combinada se diagnostica más en varones que en féminas, según la psicóloga clínica.
La Dra. Rivera dijo que el ADHD no tratado puede provocar el desarrollo de diagnósticos secundarios durante la adultez temprana, como las ansiedades o condiciones de ánimo deprimido.
“La mayor parte de los adultos con déficit de atención con o sin hiperactividad (ADD / ADHD por sus siglas en inglés) fueron niños con la condición que no fueron diagnosticados y tratados exitosamente o toleraron y manejaron su síntomas con mucha dificultad y sacrificios”, aseguró por su parte Javier G. Hernandez-Justiniano, neuropsicólogo clínico.
Los síntomas del ADHD
“Entre los síntomas más comunes se incluyen los típicos que afligen a los niños e incluyen dificultades para prestar atención, para enfocarse, se les hace difícil evitar las distracciones y controlar impulsos súbitos de conducta”, dijo Hernández-Justiniano.
Agregó que los adultos con el trastorno de déficit de atención comúnmente experimentan también procrastinación, que es la tendencia a dejar todo para después y luego sentirse agobiados por tener mucho que hacer y completar en poco tiempo. También, dijo que pueden presentar pobres destrezas de comunicación asertiva, ya que se les hace difícil prestar atención a conversaciones simples y complejas y entender a cabalidad lo que se le dice o se le solicita. Esto a su vez se manifiesta también como pobres destrezas para conversar y darse a entender socialmente.
“Otro síntoma es la desorganización; la tendencia a perder con frecuencia sus cosas, se les hace difícil comenzar o terminar una tarea o actividad y no pueden determinar qué han realizado o completado y cuánto les falta por terminar”, mencionó Hernández.
Agregó que otro síntoma es la inquietud, puesto que se les dificulta estar tranquilos y relajados.
“Comúnmente se confunde y se malinterpreta como ansiedad y, aunque la ansiedad es común en adultos con ADD, la inquietud parece mejorar o relajarse mientras más la persona se entretiene o se ocupa en tareas distractoras”, explicó.
También expresó que los adultos con este trastorno son amantes de la adrenalina; “tendencia a procurar y disfrutar actividades intensas, de alto riesgo que activan emociones intensas súbitas como la apuesta, manejar a exceso de velocidad, brincar al vacío y algunos pueden procurar relaciones extramaritales”.
Indicó, además, que es común que los síntomas de este trastorno en adultos sean confundidos con síntomas de trastornos del humor como la depresión clínica, trastorno de ansiedad y de conducta, antes de contemplar el déficit de atención.
“Investigaciones sugieren que entre un 35% y un 65% de los niños con ADD persisten con síntomas significativos y discapacitantes en la adultez (Owens y otros, 2015). Por ello, un diagnóstico certero de la condición es vital para identificar la calidad e intensidad de los síntomas e implementar un plan de tratamiento personalizado y efectivo. Un neuropsicólogo clínico certificado o psicólogo clínico con calificaciones en evaluación y tratamiento de desordenes neurocognitivos y del neurodesarrollo son los especialistas capacitados para evaluar adultos con ADD”, expresó.
El impacto en la vida de los adultos
La doctora Karen Caraballo, psicóloga de familia, aseguró que el trastorno de déficit de atención puede afectar todas las áreas de la vida de un adulto. Con ella coincidieron tanto la doctora Rivera como el doctor Hernández.
“Es decir, los síntomas pueden impactar cómo se relaciona con otros o consigo mismo, su desempeño laboral, sobreenfocarse u obsesionarse en cosas que les causan placer, poca tolerancia a la frustración o retos manejando el estrés y resolviendo problemas. Afecta las destrezas ejecutivas, lo cual hace que la organización, planificación y terminar las tareas sea un reto”, dijo Caraballo.
En lo que respecta a las relaciones, la psicóloga de familia mencionó que la persona con ADHD generalmente se siente criticada o microgestionada y que nada de lo que haga es suficiente. Entonces, la persona que no tiene el trastorno se puede sentir ignorada, no valorada o sola debido a la inatención, olvido e impulsividad. Sobre la parte laboral, dijo que pueden tener problemas manejando el tiempo; iniciando, organizando y planificando tareas o terminando las mismas.
“Sin un tratamiento efectivo, los adultos con ADD enfrentan problemas laborales como errores en el trabajo, tardanzas y ausencias frecuentes y algunos no completan las metas laborales esperadas o establecidas dado la desorganización, dificultad para auto-monitorear su progreso y la inatención y falta de reconocimiento de sus errores”, agregó por su parte el doctor Hernández.
El neuropsicólogo clínico dijo además que los síntomas de este trastorno “también impactan la vida familiar y de pareja dado que los pacientes pueden parecer desinteresados en la relación, poco comprometidos en mantener compromisos familiares y conyugales y el pobre control de impulsos y la poca tolerancia a la frustración impactará el bienestar y la calidad de las relaciones personales”.
“Hemos tenido matrimonios donde uno de los dos es bien inatento y la otra parte ya se siente agotada de estar con el reminder (recordatorio) constantemente y tratando de que la persona cumpla con lo que es esperado y normativo dentro del tiempo que se supone y constantemente o no se pagó la casa o no se pago el carro o hizo la reservación incorrecta y perdieron el vuelo y cosas pequeñas como esas siguen ocurriendo y, entonces, eventualmente pueden provocar problemas de pareja”, ejemplificó Rivera.
Tratamiento del ADHD en adultos
Según Hernández, el tratamiento de los adultos con trastorno de déficit de atención es variado y dependerá de la calidad e intensidad de los síntomas y cómo impacta su diario vivir. “Sin embargo, la mayoría de los adultos se benefician del tratamiento cognitivo conductual con el propósito de desarrollar estrategias para mejorar y maximizar la atención, reducir el impacto de la distracción y manejar las emociones intensas y el descontrol conductual”.
Añadió que algunas personas también se benefician de suplementos nutricionales y medicamentos recetados que balancean la química cerebral y contribuyen a un mejor balance emocional y conductual.
“Existen también tratamientos estandarizados diseñados para estimular al cerebro y los procesos atencionales para mejorar la atención, la memoria y el control mental y conductual. Son ejercicios y tareas mentales dirigidos por un terapeuta para estimular, entrenar y fortalecer las funciones cognitivas. Los especialistas en rehabilitación neurocognitiva pueden prescribir y facilitar estos tratamientos para el óptimo tratamiento de los adultos con ADD”, puntualizó el especialista en cerebro y conducta.
Consejos prácticos de la Dra. Caraballo
La psicóloga de familia recomendó primeramente entender sus síntomas y buscar una opinión profesional para saber qué tratamiento necesita. Entendiendo sus síntomas puede crear un plan que funcione para usted, dijo.
Para organizarse:
- Elija un sistema para organizarse ya sea electrónico o agenda regular. Reviselo más de una vez. Separe el día por partes ( mañana/después del almuerzo/ en el hogar etc).
- Divida las tareas por área: laboral, familiar y personal. Dentro de estas también divida la lista de tareas.
- Trate de tener un sistema de limpieza/una rutina. Por las mañanas, noche o una hora cada día (algo que se convierta en rutina).
- Tenga una rutina diaria y haga ajuste de acuerdo a sus necesidades.
- Trate de colocar las cosas en el mismo lugar, organice por tema (ej. para botar/donar/regalar).
- Separe tiempo para trabajar ciertas tareas.
- Use colores e imágenes para organizarse.
Otras recomendaciones:
- Dormir de 7 a 8 horas.
- No olvide el desayuno y coma saludable.
- Saque tiempo para reconectarse con usted mismo y reconectar con sus relaciones.
- Pida ayuda, clarificación, repetición.
- Conozca sus necesidades.