El ambiente familiar debe ser uno sano y estable. No obstante, surgen diversas situaciones que llevan al escenario de desagrado con un ser querido, sea por diferencias religiosas o políticas, o simplemente desacuerdos impulsados por falta de tolerancia y comunicación.
La psicóloga Lissie Negrón explicó a Es Mental que una mala interpretación sobre un tema puede provocar que haya un distanciamiento y que se trastoquen las relaciones familiares.
Por su parte, la trabajadora social Karen Cardona expresó que en base a su experiencia, una de las razones más observadas es en el factor económico, como por ejemplo, las herencias.
Ciertamente, este tipo de rupturas (no necesariamente el ámbito amoroso), puede afectar la salud mental y emociones de la persona a gran escala, ya que reprime sentimientos de rencor, odio y desprecio, según la trabajadora social.
“Muchas veces el sentirse aislado provoca otra serie de situaciones como tristeza y la tristeza aguda puede llegar a una depresión”, afirmó Negrón.
Cardona explicó que siempre exhorta a sus pacientes a evitar enojarse con sus familiares pues pueden suceder desgracias sin antes reconciliarse.
Consejos y estrategias
Para llevar a cabo el proceso de reconciliación, las expertas coincidieron en que todo dependerá del tipo de situación y de las personas.
“Si las personas determinan hacerlo por cuenta propia lo más que yo recomiendo es crear una comunicación en donde se eviten palabras soeces, donde no haya faltas de respetos, que se ubiquen unos tiempos para el diálogo (tú hablas yo te escucho, yo hablo tú me escuchas), para que así se pueda tener un mensaje completo y apropiado para tener un intercambio saludable”, sostuvo la psicóloga.
Por otro lado, Cardona ve este proceso como uno de análisis, donde, como individuo, se dé el primer paso a la reconciliación.“Tú tienes que analizar qué puedes esperar de esa persona cuando vayas a reconciliarte”.
Entre tanto, ambas profesionales afirmaron que la clave principal, además de tolerancia, comprensión y paciencia, lo es la comunicación. “(Es) la base de todas las relaciones humanas”, puntualizó Negrón. Sin esta base, la solución a los problemas se ve lejana, ya que esta destreza frena el orgullo que no permite comunicarse, agregó.
“Podemos brindarle destrezas y herramientas para que puedan trabajar efectivamente muchas cosas durante el resto de sus vidas”, expresó la psicóloga, al tiempo que exhortó a la ciudadanía a frenar el estigma que evita que las personas busquen ayuda de salud mental.
En situaciones donde el problema sale de control es importante comunicarse con un profesional en psicología o trabajo social, los cuales se especializan en casos de familia y así pueda fungir como un mediador para la mejoría de la reconciliación.