Conversamos por Facebook Live con la Dra. Migna Rivera, presidenta de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, y con Ana Valeria Capeles, trabajadora social clínica, sobre la importancia de resolver los conflictos familiares y recomendaciones prácticas para lograrlo, gracias al apoyo de FHC First Healthcare. ¡Sintoniza a través del Facebook de Es Mental o de FHC – Salud Mental!

Las festividades como el Día de Acción de Gracias son de alegría para muchos, pero para otros son fechas donde los conflictos del pasado se hacen presentes, provocando sentimientos de tristeza, dolor y angustia en las familias.

A pesar de que en estas festividades las familias se reúnen, no es el momento adecuado para tratar de resolver situaciones o problemas del pasado, coincidieron la Dra. Migna Rivera García, presidenta de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, y Ana Valeria Capeles, trabajadora social clínica.

Capeles aseguró que estos problemas no se solucionan “en 30 minutos, ni en 20 minutos, toman un poco más de tiempo”.

“Toma un poco más de tiempo, un poco más de paciencia y hay que tomar la situación o el problema cuando estemos en calma. No necesariamente en un día festivo hay que solucionar o comenzar a solucionar situaciones previas”, agregó.

Por eso, recomendó que la conversación para solucionar el conflicto se lleve a cabo durante los meses de enero o febrero, viéndolo como un nuevo año o como un nuevo comienzo, y que la misma se dé en calma y tranquilidad.

Además, la trabajadora social clínica aconsejó tener una lista de las cosas que se quieren solucionar y qué se necesita para hacerlo.

Yo siempre he recomendado que haya un tercero, que es el neutral”, para ayudar en la solución del problema. Este tercero, dijo, puede ser un profesional de la salud mental.

Por su parte, la Dra. Rivera recalcó que la conversación sobre el conflicto no debe ocurrir en este tipo de festividades, sino cuando las partes involucradas estén calmadas.

“Las festividades tienen una carga emocional por la parte histórica, los conflictos de la niñez, por diferentes situaciones. De una parte hay excesos, mucho brillo, buena comida, pero por otra parte hay duelo, no presencia de los seres queridos, recordatorios de discusiones de peleas, etc., que están allí. Hay una carga emocional que tiene un impacto positivo o negativo”, sostuvo la psicóloga consejera.

Rivera explicó que los conflictos son parte de la vida cotidiana y ayudan al ser humano a crecer y a desarrollar competencia en la resolución de problemas. Sin embargo, dijo que la manera en cómo las personas se acercan a estos conflictos es lo que los va a hacer distintos.

“No es el momento para atenderlos (durante las festividades), pero sí acercarnos cuando estemos calmados porque los conflictos que no se atienden en el tiempo, escalan”, y pueden llegar hasta los tribunales, advirtió.

La psicóloga consejera aseguró que no se está aprendiendo a solucionar conflictos desde la niñez, a pesar de que es una destreza socioemocional importante, que tiene tiene que ver con comunicarse bien, la escucha activa y validar las emociones.

Rivera, quien también es trabajadora social, mencionó que es importante que la otra parte involucrada esté de acuerdo en sentarse a dialogar sobre el problema. Además, se debe negociar y estar consiste de que siempre hay algo que se deba ceder para llegar al espacio común y que ambos puedan ganar.

“No tenemos que estar de acuerdo, lo que sí debe ocurrir es que podamos mirar nuestros puntos de vista”, expresó.

Además, mencionó que los problemas no tienen que manejarse en el momento en que surgen. Dijo que la conversación para solucionar el asunto no debe darse en vacaciones, sino que en ese momento hay que “enfriarnos” y luego comenzar a pensar en qué fue lo que ocurrió y cómo lo vamos a abordar, expresó.

Rivera, al igual que Capeles, recomendó que haya un profesional neutral en la resolución de estos conflictos.

¿Y qué ocurre si la otra parte quiere hablar del conflicto en medio de las festividades?

Rivera aconsejó no entrar en el conflicto, sino retirarse. “Eso tiene que ver con la toma de decisiones responsables”, aseguró.

Finalmente, ambas aseguraron que resolver los conflictos tiene sus beneficios. Rivera aseguró que, a nivel individual, al resolver el conflicto, hay una “ganancia”, además que representa una fortaleza. Mientras que en términos familiares, Capeles dijo que la resolución de problemas es como “quitarse ese peso” y representa la resiliencia.