¿Te pasa que quieres empezar algo y no puedes?  Porque te cuesta comenzarlo, porque lo comienzas y lo dejas, porque procrastinas o porque te desmotivas. 

Existen diferentes razones por las cuales puedes tener una meta en la mente y no lograrla. Comenzarla y no terminarla. Comenzarla y no mantenerla. A algunas personas les ocurre como parte de problemas clínicos de atención, pero a otras les ocurre y no saben el porqué. Lo cierto es que es un grave problema porque una satisfacción en la vida es poder lograr lo que quieres y que sea parte de tu vida. Por el contrario, no lograrlo o perderlo causa mucha frustración.  

Existen tres áreas importantes a considerar ante este problema: 

  1. Enfoca– visualiza lo que quieres. Realiza un plan y elabora de la A a la Z todo lo que quieres. Ejemplo: Si quieres estudiar una carrera, visualiza, busca la información de la universidad y enfoca todos tus sentidos hacia eso que quieres hacer.  Esto incluye el estar claro de que en el camino pueden surgir otras ideas o planes, pero durante estos años esta debe ser tu meta, prioridad y tiempo. El enfoque envuelve sacrificio, por lo que muchas veces tendrás que decir “no” para hacer lo tuyo. No mirar para el lado, no compararte, aprender de otros, pero enfocarte en ti y tu plan. ¡Tener seguridad en ti e ir a ti!  El enfoque es antes, durante y después de lograr la meta y…¡todo el tiempo! ¡No lo puedes perder!
  2. Organiza – realiza el plan de manera estructurada, organiza el tiempo que dedicarás, las horas, los días. Utiliza agendas, libretas, apuntes y todo lo que te ayude a estar organizado para cumplir y ser responsable.  Esto tiene que ser antes, durante, después, ¡y siempre! Organiza según el plan que lograste y que sea parte de tus prioridades o prioridad, Sobre todo para cumplir con el paso número 3.
  3. Sé consistente – una vez logres lo que quieres, mantenlo. ¿Cómo? Siempre enfocado, organizado y consistente. Cumple lo que dices, sé responsable, mantén la palabra y los acuerdos.  Si añades metas o planes, no dejes el que ya tienes, el que es tu prioridad y organiza el tiempo para lograr cumplir con lo que tienes. De lo contrario, fallarás. La motivación es importante; sin embargo, a veces puedes estar desmotivado y como quiera tienes que cumplir con las metas. Es como único se puede lograr empezar, terminar y mantener algo.  La motivación por diferentes razones estará o no, si el día en que no está lo dejas de hacer, dejarás de cumplir y abandonarás el plan, la meta o lo que tanto quieres y querías. ¡Sé consistente antes, durante y siempre!

Busca ayuda psicológica profesional si es necesario. En terapia trabajamos con el proceso, la dificultad para lograr las metas y las emociones involucradas. ¡Se puede!

*La autora es psicóloga clínica y forense con práctica en Guaynabo, Puerto Rico.