La lenta respuesta de algunos gobiernos ante la crisis sanitaria por el COVID-19, las desigualdades socioeconómicas y la desinformación masiva fueron responsables de muertes que pudieron haberse evitado, según un informe publicado recientemente por la revista médica Lancet. 

En Lessons for the future from the Covid-19 pandemic, un documento en el que participaron más de una veintena de profesionales de las ciencias y la salud y se dirige principalmente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se enumeran las fallas gubernamentales y de las agencias pertinentes al tema que provocaron que hoy sumen más de 17 millones de vidas perdidas por la pandemia del SARS-COV2, que paralizó al mundo en el 2020.

El informe destaca como factores principales la poca celeridad en la notificación y divulgación del brote inicial del COVID-19, la incapacidad gubernamental a nivel mundial para frenar la propagación de la enfermedad (actuando con la evidencia científica que se tenía al momento), las desventajas económicas y de accesibilidad a equipo médico, tratamientos y vacunas a las que se expusieron muchos países, así como el efecto directo de lo que es considerado por la OMS como la infodemia; una crisis global por causa del volumen de información, correcta e incorrecta, de un tema en particular y que puede volverse exponencial en un periodo corto. 

La doctora Mónica Feliú Mójer, directora de comunicaciones y divulgación científica de la organización Ciencia Puerto Rico, mencionó que una de las cosas más acertadas sobre el informe es que hace hincapié en las inequidades que existen en la salud pública y global. 

“Una de las cosas que la pandemia puso en relieve es las disparidades que existen en nuestra sociedad y a nivel global, y eso se ejemplifica con las vacunas, que todavía hay países que los niveles de vacunación son muy pocos y ni tan siquiera tienen acceso al refuerzo. Mientras que países ricos como Estados Unidos, y por consecuencia, Puerto Rico, ya tienen disponible la tercera, cuarta dosis y algunas personas hasta una quinta dosis de la vacuna”, dijo.

Sostuvo que el documento pone también sobre la mesa las consecuencias que trae la poca inversión que se hace en la salud pública y los métodos de prevención de enfermedades.

“La realidad es que el mundo estaba muy mal preparado para una pandemia, y lo que se ha dado en estos últimos ya casi tres años, resalta la importancia de que integremos la prevención en distintos aspectos de la vida; desde el individual, las comunidades, y que también los gobiernos tengan sus propios planes de prevención listos”, expresó.

Por su parte, el epidemiólogo y especialista en medicina general, el doctor Alberto Rosario, puntualizó que la infodemia continúa siendo un problema para los médicos que aún trabajan con casos de COVID-19.

“Todo esto generó muchos movimientos que no tenían sentido y se contradecían. Esto ponía en duda la efectividad de cosas como las mascarillas y las alternativas de prevención y vacunas”, dijo.

Mencionó como ejemplo, que entre sus pacientes, muchos se saltaron la opción de vacunación para ellos y sus familias por “falsos estudios” que encontraban por Internet. 

Mucha gente no vacunó a su familia y le dio COVID en base a cuentos e historias inventadas”, destacó, y añadió que hoy día muchas personas, a raíz de la desinformación, creen que la pandemia culminó.

El informe médico da, asimismo, recomendaciones a la OMS para el seguimiento del COVID-19, mejorar la prevención y manejo del tema y reforzar los sistemas sanitarios de todos los países.

OMS reacciona al informe de Lancet

Tras la publicación de Lessons for the future from the Covid-19 pandemic, la OMS reaccionó al informe asegurando que, aunque acoge con agrado las recomendaciones, hay una interpretación errónea sobre la tardía respuesta de la agencia.

“La Comisión no transmite el arco completo de la respuesta de la OMS, que fue inmediata y vital, y sostenida a lo largo de varios años. El 30 de diciembre del 2019, la OMS recibió las primeras alertas de casos de una neumonía de etiología desconocida en Wuhan, China, y notificó al centro de enlace para el día siguiente solicitar más información a las autoridades chinas; el 1 de enero del 2020 la OMS activó sus Sistema de Gestión de Incidentes para dirigir la acción diaria; el 5 de enero la OMS emitió una alerta mundial a todos los estados miembros; el 4 de febrero del 2020 se publicó el Plan Estratégico de Preparación y Respuesta de la OMS”, detalla la comunicación.

“Desde el primer día y hasta hoy la OMS actualiza periódicamente las orientaciones y estrategias de la organización con los últimos conocimientos sobre el virus”, concluye.