Con el auge en contagios de la variante delta del COVID-19 que, según científicos, se destaca por su significativa capacidad replicativa y de infectividad, muchas personas aún debaten sobre si deben o no vacunarse y otras, incluso, desafían medidas tomadas por las agencias en relación con el tema.
Ante esto y el panorama que vislumbran los expertos en las próximas semanas, ¿debe ser o no obligatoria la vacunación? Es Mental conversó con dos profesionales con el propósito de dar una mirada a la situación actual y dilucidar la interrogante.
Según el infectólogo y abogado puertorriqueño, Gabriel Martínez, la capacidad de transmisibilidad de la variante delta de cara a la falta de inmunidad comunitaria es un tema que debería priorizarse por las agencias que sean pertinentes y ocupen un rol decisivo en la vacunación obligatoria.
«Como se perfila la cosa, estamos hasta tarde para lo que se avecina en las próximas semanas. El repunte no lo veremos ahora, será para la segunda semana de agosto y ya vemos que va a la millas y cómo están los estados en la nación (estadounidense). Esos que están repuntando básicamente tienen una salida a Puerto Rico increíble, como es la Florida’’, sostuvo Martínez.
Destacó que los científicos de la Universidad Johns Hopkins (quienes figuran como expertos en el tema de la pandemia por coronavirus) coinciden en que, para la variante delta, la inmunidad comunitaria debe ser por encima de un 80 o 90 por ciento de la población con doble vacunación, sin embargo, esto no es lo que se está viendo recientemente.
«Básicamente va alcanzar a todo el que no esté vacunado. Eso lo sabemos porque fue el patrón que se vio en India y en otras partes del mundo. El 99 por ciento de las cepas que están circulando en Inglaterra son delta, cuando ellos tenían su propia variante, la cual, en cuestión de un mes y medio, remplazó a la Wuhan original. Es una cepa que se réplica más de mil veces más rápido y con más infectividad en el tracto respiratorio alto de las personas que alcanza ’’, manifestó.
El doctor se mostró preocupado ante las flexibilizaciones propuestas por entidades y, asimismo, la acción de ‘’bajar la guardia’’ entre los ciudadanos.
«Vamos en el camino incorrecto porque todavía esto está tan inestable a nivel de otros países y lo que falta, porque estas variantes no van a parar. Ya llevamos alrededor de 14 mil variantes circulando, lo que pasa es que de interés y preocupación solo han sido 8 (4 de interés y 4 de preocupación), pero eso no quiere decir que se quedará ahí’’, subrayó.
A Martínez le consta que, en las próximas semanas, el gobierno federal tomará decisiones rigurosas sobre los repuntes de casos, la nueva variable y la vacunación masiva. Ya el martes los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) dieron para atrás a su recomendación sobre el no uso de mascarillas en espacios cerrados por parte de personas vacunadas sosteniendo que todas las personas deben de volver a utilizarlas en este tipo de espacios. Horas más tarde el Departamento de Salud de Puerto Rico anunció la misma medida para la Isla.
«Por lo que estoy viendo no me sorprendería que se emitan mandatos más agresivos’’, puntualizó.
Por su parte, el epidemiólogo, José R López de Victoria Martínez, señaló que el concepto de la vacunación mandatoria en Puerto Rico se ha comenzado a trabajar desde el tema de la comunidad escolar y con la finalidad de salvaguardar la vida de los menores, en el marco del regreso a clases este 16 de agosto.
De acuerdo con la Orden Administrativa 2021-509 del Departamento de Salud de Puerto Rico, se establece una vacunación obligatoria a estudiantes mayores de 12 años, así como al personal docente y no docente que asistan de forma presencial a los planteles.
«Se están siguiendo muy de cerca las guías de los CDC y estamos intentando tomar en cuenta la situación que temenos al momento’’, describió.
Sobre el panorama en Puerto Rico, el salubrista mencionó que el reto más grande que están viendo los expertos en la actualidad es, la desinformación y el discernimiento de los datos precisos. Esto ha provocado reacciones adversas a la vacunación e incluso los métodos de prevención del COVID-19.
«Realmente nunca no hemos enfrentando una pandemia como esta, en un tiempo de tanta comunicación y tanta exposición, como lo es hoy día los medios y la internet, que en parte es responsable por la desinformación que hemos visto en los últimos años y ciertamente ha afectado nuestra respuesta’’, dijo.
De igual forma, sostuvo que es importante también hablar sobre la serie de situaciones que obstaculizan que las personas logren su vacunación, como lo es la barrera actual de comunicación y la falta de confianza, el factor transportación, entre otros.
«Quizá antes de llegar a la vacunación obligatoria en la población en general, es cuestión de tratar de ver qué problemas puedan estar entorpeciendo el proceso de vacunación. Se habla de las personas que no se quieren vacunar, pero no se habla lo suficiente de los problemas que quizás tienen estas poblaciones para llegar acceder a la vacuna o voluntariamente llegar a la conclusión que la vacuna es ideal para ellos’’, detalló.
Al momento, según datos del dashboard de datos de COVID-19 del Departamento de Salud, en Puerto Rico, el 65 por ciento de las personas “hábiles para vacunarse” tienen la serie de la vacuna completada. Esta cifra excluye a todas las niñas y niños menores de 12 años para quienes aún no hay una vacuna aprobada.