Las desigualdades e inequidades de género no solo son visibles en temas como la economía y los roles que debe ejercer la mujer en la sociedad, pues también representan un gran obstáculo en cuanto a condiciones de salud. 

El resultado más notable sobre esto se ve en las dificultades que enfrentan muchas mujeres a la hora de lograr acceso a servicios de salud de calidad, incluyendo tratamientos enfocados en la salud mental. 

“En la medida en que vivimos en un escenario desigual de género, pues vemos cómo el acceso a la salud y acceso de recursos esenciales no se da de la misma manera entre hombres y mujeres’’, dijo la Dra. Zoeli Ayala, psicóloga del programa Tu Paz Cuenta de Taller Salud.

«Claro que voy a tener dificultades para sentir bienestar y aspirar a una salud mental; si no tengo acceso a lo que necesito”, agregó Ayala. 

De hecho, la Organización Mundial de la Salud reitera que “las mujeres son más propensas, que los hombres, a experimentar ansiedad y depresión”.

Por lo que, la desigualdad social e inequidad de género suelen ser los denominadores comunes en diversas condiciones de salud que hoy enfrentan las mujeres, enfatizó la doctora.

En el caso de la depresión, la doctora especificó que las mujeres son las más propensas a vivir la condición por los cuadros clínicos establecidos. Pero, usualmente, se manifiesta de forma distinta en los hombres, por lo que, muchas veces no se les diagnostica esta condición.

“Hay un número más alto de depresión en mujeres; es un número más alto a base de cuáles manifestaciones van más alineadas a cuadros depresivos”, aclaró.

Por otro lado, argumentó que los elementos sociales influyen en las acciones y emociones de los hombres, pues “no han sido socializados a manifestar sus emociones de la misma forma que las mujeres”. 

Por su parte, la epidemióloga Kathleen N. Morales Sánchez, puntualizó que la inequidad contra las mujeres es algo real y palpable y está presente en todas las clases sociales y sociedades.»

Mencionó, a modo de ejemplo, que el cáncer del cuello uterino es reconocido como «el cáncer de la desigualdad’’, aumentando cada año y apagando la vida de 300 mil mujeres anualmente, particularmente de aquellas que viven en desventaja económica y que no tiene accesibilidad a la vacuna. 

«Es inaceptable que aún en pleno 2023 la probabilidad de que una mujer muera de este tipo de cáncer, dependa del lugar y condiciones en donde vive’’, sostuvo.

Otras enfermedades como las cardiovasculares y diferentes tipos de cáncer, como el de mama, son las condiciones que más afectan a las mujeres, de acuerdo con el reporte global Women’s Health Report. 

Sobre la salud cardiovascular, la epidemióloga mencionó que desde el 2000 se ha visto la necesidad de priorizar la atención a este tipo de enfermedades entre las mujeres en la Isla.

Que doctoras puertorriqueñas, como la cardióloga pediátrica Ana Finch, han sido portavoces del tema con la intención de transformar la salud cardiovascular en la Isla, en especial en la población de mujeres.

«Estas, como muchas otras enfermedades, siendo mujeres, tenemos mayor riesgo por lo que debemos tomar acción y prevenirlas’’, aseguró Morales Sánchez.

El trauma y la salud física 

Otra condición que es abordada por los profesionales, en especial por la doctora Ayala, es la fibromialgia, que suele tener su “origen emocional”, según la psicóloga.

“Para mí no es casualidad que mujeres que han vivido muchas situaciones de trauma, muchas veces desde niña, tengan este diagnóstico presente”, expuso la profesional.

La doctora explicó que el trauma puede desencadenar múltiples emociones y alteraciones a la estabilidad mental. Puede provocar presiones altas, arritmias y otras condiciones físicas en la mujer. 

“Es un efecto dominó. El trauma desencadena muchas condiciones físicas”, indicó.

Brecha por derribar

La psicóloga apuntó en la necesidad de derribar la brecha de la desigualdad de género para poder ofrecer una vida digna a las mujeres, ya que la desigualdad y el deterioro de la salud «vienen de la mano’’, argumentó. 

Dentro de los aspectos importantes a trabajar para hacer este cambio, la psicóloga recomendó incluir a mujeres en la redacción de políticas y planes de gobierno. 

Además expresó que es necesario nivelar los niveles de pobreza, pues los índices son más altos en las mujeres que en los hombres. 

“Un gran problema que vemos es que muchas no tienen autonomía económica, lo que muchas veces las obliga a estar en relaciones de violencia de género”, agregó.

Por último, aconsejó revisar la distribución de los servicios de salud, analizar las necesidades e identificar cuáles son los elementos de mayor riesgo. 

Por su parte, la epidemióloga, subrayó que, así como algunas enfermedades afectan más a las mujeres en comparación a los hombres, también hay aspectos sociales que les afecta por el simple hecho de ser mujeres. 

«Como la necesidad de justicia reproductiva, pues es de importancia abarcar el tema del aborto desde una perspectiva de salud pública y no como algo moral o político. Sobre todo, hablarlo, vocalizarlo y eliminar el estigma que carga. El aborto es legal en Puerto Rico desde 1974, sin embargo, no es un procedimiento accesible. Este, siendo otro aspecto de mayor inequidad en la Isla’’, dijo Morales Sánchez. 

Para finalizar, recordó la necesidad de celeridad a la hora de atender estos asuntos, pues se sabe que el sistema de salud local está al borde del colapso y con esto viene una «sociedad enferma’’.

«Es vital abarcar estos problemas, hablarlos y buscar solución para ellos. […] Esto, con el esfuerzo en conjunto de las comunidades, el Estado y las organizaciones en la gestión de mejorar la salud pública para todes. Una sociedad enferma no puede avanzar, no prospera y no se desarrolla’’, puntualizó.