La sexualidad de la mujer por mucho tiempo ha vivido bajo la sombra de lo innombrable y el tabú. Sujeta a ser mencionada en condiciones particulares y manipulada según las normas establecidas por el hombre.
Ante esto, desafortunadamente, se crean distorsiones y conductas erradas que, posteriormente, traen consigo consecuencias. Tales como disfunción sexual, depresión, baja autoestima y hasta sentimientos de arrepentimiento, que muchas no reconocen o conciben de tal forma.
Según la sexóloga y especialista en sexualidad humana y terapia de pareja, Ivelisse Cintrón, desde tempranas edades las mujeres aprenden conductas tergiversadas en relación con la sexualidad, por lo que llegan a percibirse exclusivamente como el ente para complacer o procrear.
“Somos entes sexuales desde que nacemos hasta que morimos. No nos educan. No nos dicen que la sexualidad es para que la disfrutes. De lo contrario, se nos dice que la sexualidad es para que tú, como mujer, complazcas’’, sostuvo la experta, quien recalcó que, asimismo, esto viene en compañía del arrepentimiento.
“Comienzan a tener sexo con su pareja o la persona con la que deciden compartir la sexualidad simplemente para retener. Para no quedarse solas. Porque la sociedad las presiona constantemente sobre sus parejas o cuándo se van a casar o tener hijos. Estas mujeres no quedan satisfechas tras el coito, el acto (sexual) y viene el arrepentimiento, las depresiones y en muchas comienza a surgir el vaginismo’’, explicó.
De acuerdo con la educadora sexual, el vaginismo surge cuando las paredes vaginales van contrayéndose, “porque la emoción va mezclada muy de la mano con lo que es la sexualidad’’. A causa de esto, muchas mujeres sufren dolores y hasta la llamada anorgasmia, ausencia del orgasmo femenino.
Pero el arrepentimiento no solo es experimentado por mujeres que están en una relación. En el sexo casual también se da. Sobre todo, en estos días en los que el mundo digital pone a disposición de toda una serie de plataformas enfocadas en esto.
“No es el acto lo que hace, de cierta forma, arrepentirse. Es el hecho después. Porque tuve sexo con alguien y al otro día no supe nada más de él. El arrepentimiento viene con la pregunta de por qué lo hice, pude haberlo pensado antes. La autoestima sigue disminuyendo’’, aseguró.
Por su parte, la sexóloga y coach de parejas, Julianna Elizondo, subrayó la validez del sentimiento tras un encuentro erótico.
“Al ser el sexo, no solamente un acto, sino una experiencia que no solo depende de ti, hay siempre un riesgo de que sea bueno o no, así que el arrepentimiento siempre va a estar. El arrepentimiento te da la oportunidad de llevarte a la introspección y te abre la puerta del aprendizaje’’, dijo.
Para la experta, la visibilización de la educación sexual es clave para deconstruir los prejuicios enseñados por la sociedad y encontrar lo que realmente hace a las personas más libres en su forma de ver la sexualidad.
“La sexualidad no es algo que solamente uno hace, es un lugar al que uno va. Como uno vaya a ese lugar, si estoy llena de tabúes o complejos, así mismo va a ser mi comportamiento. Entender cómo funcionamos y cómo funciona este espacio erótico, me va a dar la posibilidad de conocer mis sí, mis no, mis limites y lo maravillo que puede ser el momento’’, puntualizó.
Con esto coincidió también Cintrón e hizo hincapié en la importancia de buscar ayuda profesional.
“El que busca ayuda de un profesional de la conducta o la sexualidad no necesariamente es que lo necesita, sino que se está preparando para no necesitarlo. Si nos damos la oportunidad de comenzar a educarnos, incluso desde antes de tener pareja por primera vez, vamos a entender que los sexólogos están para educar’’, comentó.
Sin embargo, no negó que la mayoría de los pacientes llegan «ya cuando la situación está crasa’’.
“Debemos como sociedad comenzar a abrir nuestras emociones y dejar esta cultura de patriarcado, machista y de mala enseñanza sexual y educarnos correctamente. Porque mientras más educados estemos, menos problemas (tendremos). Educando desde pequeños sobre sexualidad, evitamos ver la sexualidad como castigo o como paga’’, subrayó.
Sexo y consentimiento
Sobre dudas entre el arrepentimiento y el consentimiento en una misma circunstancia, Elizondo aclaró que el arrepentimiento se da bajo voluntad y aprobación. Por lo que, de no existir, el acto podría considerarse un abuso sexual.
“El sexo es una cuestión de adultos y de estar de acuerdo ambos, de conocer los limites, de conocer mis no. El consentimiento lo es todo, si no hay, se puede considerar una agresión o violación sexual. Inclusive si hay violencia, maltrato emocional o cualquier otra cosa que me obligue a un acto que yo no quiero, eso está penalizado por ley’’, añadió.
La sexualidad femenina, concuerdan las sexólogas, debe dejar de ser un tema oculto y priorizarse como parte de la salud integral. Además, cada mujer debe reafirmar el reconocimiento de sus emociones y sentimientos antes, durante o después de un acto sexual.