Las opciones de tratamiento para pacientes de cáncer de seno han evolucionado mucho a lo largo del tiempo. Con los avances médicos alcanzados, hoy es posible detectar- entre otras cosas- las características particulares de los tumores cancerosos, que impactan cómo se manifiesta la enfermedad en cada persona. Esto permite un cuidado individualizado con más potencial de efectividad.
La doctora Lourdes Feliciano, quien lleva sobre 20 años en la práctica de la oncología en Puerto Rico, es testigo de este progreso en la atención médica.
“Podemos tener 10 pacientes y el tratamiento para cada uno puede ser diferente”, destacó.
“La manera en que tratamos el cáncer es individualizada porque se toma en consideración a ese individuo, de acuerdo con sus factores de herencia, sexo, enfermedades comórbidas (uno o más trastornos adicionales a la enfermedad), hasta características de los tumores para llegar al mejor tratamiento posible”, enfatizó la doctora.
Entre los adelantos más importantes que han sido vitales para el desarrollo de tratamientos, señaló el aspecto tecnológico.
“Ahora tenemos herramientas como la tomosíntesis en la mamografía de seno, que ha añadido sensibilidad y especificidad a los resultados. Gracias a esto, podemos ser más agudos en la detección y el diagnóstico”, explica.
La tomosíntesis es una mamografía avanzada que utiliza rayos X para tomar imágenes del seno comprimido desde distintos ángulos, que luego se convierten en imágenes tridimensionales. Esta alta definición puede ser muy útil a la hora de detectar el cáncer en una etapa temprana, además de proveer más y mejor información sobre la lesión cancerosa.
Feliciano recordó a todas las mujeres de 40 años o más la importancia de realizarse una mamografía anualmente, pues en apenas un año se pueden detectar cambios importantes en el seno.
Por otro lado, se encuentran las novedades en los fármacos para tratar el cáncer de seno. La meta ha sido desarrollar alternativas que, además de ser más eficientes, representen menos riesgos para los pacientes. Entre estos se encuentran los inhibidores de CDK4/6, utilizados como parte del tratamiento a personas cuyo cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo, lo que se conoce como cáncer de mama metastásico. A estos medicamentos se les llama «terapias dirigidas”.
“Las proteínas CDK4/6, que se encuentran tanto en las células sanas como en las cancerosas, controlan la rapidez con que crecen y se dividen las células. En el cáncer de mama metastásico, estas proteínas se pueden tornar hiperactivas y hacer que las células crezcan y se dividan sin control. Los inhibidores de CDK4/6 bloquean estas proteínas, para retardar o incluso detener el crecimiento de las células cancerosas”, explica en su página la Breastcancer.org.
Otro ejemplo dentro del grupo de terapias dirigidas -que es un pequeño universo- también se encuentran los medicamentos que afectan los cambios genéticos provocados por el cáncer. La HER2 es una proteína que se encuentra en la cubierta de las células mamarias y favorece su crecimiento. Pacientes que tengan un tipo de cáncer HER2 positivo pueden beneficiarse de las alternativas desarrolladas para atacar específicamente a esa proteína.
Los médicos, dejándose llevar por el resultado de las pruebas para determinar el tipo de cáncer, orientan a los pacientes acerca de otras terapias dirigidas que pueden ser las más apropiadas.
La doctora Feliciano mencionó, además, los tratamientos de inmunoterapia que han sido “la punta de lanza” para atacar el cáncer de seno en años recientes. También existen varios tipos, pero su fin siempre es administrar al paciente medicamentos que estimulen al sistema inmune para que identifique y combata más eficazmente las células cancerosas. También pueden ayudar a reducir los efectos secundarios de otros tratamientos para el cáncer.
Mientras, la terapia hormonal se utiliza para bloquear el acceso de las células cancerosas a las hormonas que favorecen su crecimiento. Estas hormonas son el estrógeno y la progesterona.
Entre los tratamientos más conocidos se encuentran la quimioterapia y la radioterapia. El primero consiste en medicamentos para matar o disminuir las células cancerosas. El segundo, está diseñado para eliminar las células cancerosas a través de los rayos de alta energía. Puede ser externa o interna dependiendo del tipo de cáncer y la etapa en que se encuentra.
A menudo, la cirugía para extirpar el tejido canceroso es inevitable. Hay varios tipos de operación:
Cirugía con conservación de mama o mastectomía parcial– Se extirpa solo el tumor canceroso y el tejido circundante.
Mastectomía total o mastectomía simple: Se elimina totalmente la mama afectada por el cáncer. En la misma operación u otra subsiguiente, se podrían sacar varios ganglios linfáticos debajo del brazo para descartar que hayan sido afectados por el cáncer.
Mastectomía radical modificada– En esta cirugía se extirpa todo el seno con cáncer. Generalmente se incluyen la mayoría de los ganglios linfáticos de la axila y los músculos pectorales. También es posible que se incluya la resección del pezón.
“Estas nuevas herramientas con las que contamos hoy día, que van desde la quimioterapia convencional hasta la inmunoterapia, se han podido añadir para ofrecer mejores y más seguras alternativas al paciente”, aseguró Feliciano.
Es importante tener en cuenta que la investigación acerca de cómo mejorar las opciones de tratamiento están en desarrollo constante y existen pruebas de medicamentos que podrían ser utilizados, de acuerdo con el cuadro particular.
Cómo puedes disminuir el riesgo de cáncer de seno: recomendaciones de la Dra. Feliciano
– “Nadie se conoce mejor que usted”, indicó la doctora. Tóquese. Conozca cómo es su tejido mamario. Conozca qué es normal y anormal en su propio cuerpo. Repita el autoexamen todos los meses para la misma época.
– Inmediatamente identifique algo diferente o algo le moleste, notifíqueselo a su médico. Él puede corroborar y ordenar el estudio que la situación amerite.
– Si ya tiene 40 años o más tiene que hacerse una mamografía anual. “El huracán María nos ayudó a corroborar y la pandemia lo confirmó, que en un año pasan muchas cosas en el tejido mamario. Vimos pacientes con mamografías negativas, pero al año o año y varios meses, teníamos hallazgos positivos preocupantes. Tenemos que recordar que si el cáncer es pequeño es más fácil de trabajar, porque es menos agresivo y traumático”, apunta la oncóloga.
– Investiga tu historial familiar. Es importante que conozcas si alguien en tu familia tuvo o tiene cáncer, pues esto ayuda a realizar una detección temprana y a buscar factores aumentados en el riesgo de cáncer de cada paciente.
– Evita el cigarrillo, así como la vida sedentaria y el sobrepeso, pues se encuentran entre los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer cualquier tipo de cáncer.
– Mantén una dieta saludable y balanceada.
– Realiza actividad física al menos tres veces por semana.