El uso de la tecnología, el internet y las redes sociales ha ido en aumento en los pasados años y tras el inicio de la pandemia global por COVID-19 se convirtieron en herramientas claves para mantener la conexión e interacción con los seres más queridos. 

Y así como aportan beneficios a la cotidianidad de cada ser humano, un uso extremo o erróneo puede resultar perjudicial, especialmente en los más pequeños, quienes hoy son protagonistas del contenido popular en plataformas como Youtube y Tik Tok.

Siendo esta última de las más populares y también la más señalada como causante de la muerte dos niños de Estados Unidos y México, de 9 y 12 años, durante este año tras intentar el peligroso reto Blackout Challenge, en el cual una persona debe amarrarse el cuello algún objeto, como correas o sogas, con la finalidad de aguantar la respiración por un periodo de tiempo. Este reto ha tenido como resultado la pérdida del conocimiento y hasta la muerte.

De acuerdo con el presidente de la Asociación de Psicología Escolar de Puerto Rico, Héctor Hernández Loubriel, “hay muchas señales que podemos observar para considerar que la tecnología está afectando a nuestros niños”. 

“Una de ellas pudiera ser la sobreexposición de material no adecuado para su etapa del desarrollo, tanto a nivel sexual como de contenido agresivo. Esto desencadenaría en nuestros niños conductas problemáticas que afectarían en su desempeño en los distintos escenarios que se desenvuelven. Por otro lado, el Internet trae consigo información de muchos temas que si no estamos atentos y sacamos el espacio para poder dialogarlo con los mismos podría ser un peligro inminente”, compartió a Es Mental. 

Hernández Loubriel sostuvo que los padres deben estipular límites y parámetros en el acceso que los niños tienen a la tecnología. Pero estos deben estar “atemperados a su etapa de desarrollo”. “Hay que entender que la tecnología es necesaria para poder competir a nivel académico y social en la actualidad, sin embargo, si no estipulamos los límites adecuados, puede exponer a los menores a peligros y riesgos”, agregó. 

La psicóloga escolar y pasada presidenta de la Asociación de Psicología Escolar de Puerto Rico, María I. Bravo-Saavedra, coincidió en que es importante que los padres, cuidadores o encargados de los menores conozcan sobre el material, tema o información a la que acceden los menores, para de esta forma corregir cualquier idea errónea, orientarlos o aclarar dudas adecuadamente.

“La prevención es sumamente importante. Para prevenir que los niños y adolescentes accedan información, material y hasta aplicaciones que no son apropiadas para su edad, los padres y cuidadores deben conocer sobre controles que traen los mismos dispositivos y aplicaciones para limitarles el acceso al contenido que aparece en las redes.  Utilizando estas herramientas se puede prevenir y evitar el que surjan situaciones lamentables y no esperadas”, aseguró Bravo-Saavedra. 

Por su parte, el psicólogo pediátrico Enrique Gelpí Merheb mencionó algunas señales 

a las que hay que prestar atención en niños y adolescentes, tanto en el uso de la tecnología como en otros aspectos, entre estas los cambios de estado de ánimo, irritabilidad, ansiedad y reactividad.  

“Todas esas cositas pueden ser indicadores que me digan que se está exponiendo demasiado o lo que se está exponiendo, lo está afectando. Algunos, además, cambian sus patrones de alimentación o están más erráticos”, detalló. 

A priorizar la salud mental de niños y adolescentes


Tan reciente como esta pasada semana la muerte de un niño de 8 años residente en Aibonito, encontrado por una familiar con una manga de ducha al cuello, provocó diferentes reacciones entre los ciudadanos luego de que información preliminar de la Policía indicara que el menor había cometido suicidio, aunque luego se retractaran en esta determinación de causa.

En el desarrollo de la investigación, agentes de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales reclasificaron el hecho como “muerte sin causa determinada”. 

A través de los medios de comunicación también se dio a conocer que este caso pudo tratarse de un reto de Tik Tok. Aunque la Policía lo ve poco probable, tampoco lo descarta.

Este tipo situación preocupa a los profesionales de la conducta humana, quienes hacen un llamado de conciencia sobre la salud mental de los niños y jóvenes. 

De hecho en Puerto Rico, el Informe Anual de Suicidios de la Comisión para la Prevención del Suicidio, apunta a que entre 2015 y 2020, se reportaron 33 suicidios entre las edades de 10 a 19 años.

“Hay muchos mitos que se traen de esta situación (del suicidio) porque la realidad es que los niños se pueden suicidar. Yo he tenido varios casos con niños de 4 a 5 años con ideas o intentos suicidas. El más común en niños de esa edad es el de tirarse del carro mientras se está moviendo. […] Todavía es increíble cómo los papás manejan cuando una nena o un nene le habla de una idea suicida, automáticamente le dicen: ‘¿Quieres que te busque el cuchillo?’, pensando que así lo van amedrentrar o ridiculizarlos. Pero imagínate si, es en realidad, un niño deprimido y nuestra intención es hacerlos sentir más culpables o ponerle más presión, podemos sin querer estar fomentando esas ideas suicidas”, aseguró por su parte el psicólogo pediátrico, Enrique Gelpí Merheb. 

Apuntó a que, en el caso del niño de Aibonito, hubo varios elementos que ponen en evidencian las ideas equivocadas que se tienen respecto a la salud mental de los niños, como cuando el investigador del caso descartó la posibilidad de un suicidio ante la falta de pensamientos suicidas expresados o notas. 

“La mayoría de los casos de niños y adolescentes que se han suicidado no incluyen una nota o no necesariamente hablaron de eso. Eso es otro de los mitos. Hay veces que hay niños y niñas a quienes no vemos un indicador y cometen el acto. Por eso a veces coge tanto de sorpresa a las personas alrededor de esos menores. La realidad es que tenemos miedo a hablar del suicidio y permean muchos mitos. Esto hay que hablarlo con los niños, según la edad’’, señaló el doctor.

Por otro lado, Hernández Loubriel recordó que “el estar atentos al estado emocional y psicológico de nuestros niños y adolescentes es parte del cuidado básico para conservar su salud integral”. 

“Por lo que a medida que nuestros niños crecen debemos estar más atentos a su estado emocional. Debemos entender que la responsabilidad de velar por la salud mental es tan importante como el velar por la salud física. El perpetuar el estigma de la búsqueda de ayuda psicológica como algo que esté mal o incorrecto, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte de un ser amado”, manifestó. 

“La prevención es esencial y la podemos lograr por medio de la educación.  Cuando tenemos conocimiento nos facilita el identificar señales de riesgo y peligrosas en nosotros mismos y en los demás para poder tomar acción a tiempo y de esta forma evitar resultados negativos, tristes y lamentables.  Como dice el dicho: “Es mejor prevenir que tener que remediar”, y esto se logra por medio de la educación y el conocimiento. Los padres, cuidadores y personal que trabaja directamente con la población de niños y adolescentes pueden acceder a páginas confiables como la de la Asociación de Psicología Escolar de Puerto Rico, la Asociación de Psicología de Puerto Rico, entre otras, en donde pueden obtener información segura y recursos sobre temas variados para que puedan identificar señales de riesgos», puntualizó Bravo-Saavedra.