La cuarentena por el COVID-19 puede precipitar los problemas de pareja, incluyendo los divorcios, como ha ocurrido en otras partes del mundo en momentos de emergencia donde se han implementado medidas de distanciamiento social y encierro, opinó la psicóloga social especializada en temas de pareja y familia, Ruth Nina Estrella, en entrevista con Es Mental.
No obstante, la psicóloga social aclaró que gracias a “la literatura [científica] que corresponde al campo de las relaciones de pareja, se sabe que las situaciones [de emergencia]”, durante periodos de tiempo prolongados, también pueden “incrementar los matrimonios, la convivencia entre personas, así como el nacimiento de niños”.
El estudio “Life course transitions and natural disaster: marriage, birth, and divorce following Hurricane Hugo”, que se publicó en The Journal of Family Psychology, reveló que luego del paso del huracán Hugo, en 1989, los divorcios se dispararon en 24 de los 46 condados de Carolina del Sur que fueron declarados como zonas de desastre.
Por ejemplo, en una de las principales ciudades de Carolina del Sur, Charleston, se estableció un toque de queda de 7:00 a.m. a 7:00 p.m. justo después del huracán. A pesar de que son circunstancias distintas, el encierro al que obligaron a la población guarda cierta similitud con la que vive Puerto Rico, al igual que el resto del mundo por causa del COVID-19.
Si bien es cierto que el estudio habla sobre las consecuencias de la emergencia que vivieron las parejas en Carolina del Sur luego del huracán Hugo, la psicóloga social indicó que se tiene que tener cuidado al comparar lo que vive la isla ante el COVID-19 con la experiencia del estado.
Es complicado que un fenómeno similar al ocurrido en Carolina del Sur se repita en Puerto Rico porque muchas de las parejas en la isla conviven bajo el mismo techo, pero no se casan, mencionó Estrella. El contexto sociocultural en los estados y en otros continentes es distinto al del Caribe.
Sin embargo, lo que sí está claro, a su juicio, es que no importa dónde, ninguna pareja está preparada para convivir tanto tiempo en conjunto.
“Luego de eventos atmosféricos la gente pierde viviendas, pierde familiares”, expresó la profesora del Departamento de Ciencias Sociales del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, Luisa Seijo Maldonado. “Todo esto tiene un efecto en la relación de pareja, para la cual nunca nos preparamos para enfrentar este tipo de situación”.
“El distanciamiento social no es otra cosa que el aislamiento social”, explicó Seijo Maldonado. Esto “provoca que, si la relación está deteriorada, salen expuestas las serias diferencias que tienes con esa persona cuando estás 24 horas encerrada con ella”.
La doctora opinó que, a medida que la sociedad se ha individualizado, se ha complicado que las parejas puedan mantener viva una relación consensual y sentimental debido a que las relaciones no son vistas más como un “proyecto común”.
Seijo Maldonado coincidió con la psicóloga clínica, Glendalys Rivera Reyes, en que las parejas que enfrentan mayor riesgo de verse afectadas por causa de encierros como una cuarentena son las que experimenten dificultades económicas o estrés financiero, así como menor acceso a servicios de salud y de educación. Lo mismo sucede con las parejas con historial de violencia doméstica o de género.
Igualmente, el encierro durante huracanes o pandemias puede desencadenar un instinto de sobrevivencia, donde la prioridad pase a ser sobrellevar de la mejor manera posible el encierro. Del mismo modo, puede ocasionar que cualquier conflicto que la pareja haya intentado ocultar salga a la luz, dijo Rivera Reyes.
“Tenemos que entender que detrás del encierro o del aislamiento físico hay muchos otros factores que van a contribuir al malestar psicológico”, agregó.
El artículo académico “The psychological impact of quarantine and how to reduce it: Rapid review of the evidence”, de la revista científica “The Lancet”, encontró que durante largos periodos de encierro existen factores, tales como la larga duración de la cuarentena, el temor a infectarse, la falta de recursos de salubridad y la falta de información, que pueden provocar altos niveles de estrés y de ansiedad en los individuos.
Todo conflicto emocional que sienta cualquiera de las partes en una relación de pareja también afectará a la otra, mencionó la psicología clínica. No importa que sea coraje, ansiedad o pánico.
“Yo te diría que mientras más tiempo pase, más difícil se vuelve”, puntualizó Rivera Reyes. “El aislamiento social que estamos viviendo, viene acompañado de miedos, incertidumbre, sentimientos de pérdida y puede evocar desesperanza en muchas personas”.