Recibir un diagnóstico de cáncer de seno puede causar preocupación, miedo o depresión. 

De hecho, casi una de cada cuatro personas diagnosticadas con cáncer de mama sufre depresión, según la Sociedad Americana contra el Cáncer. 

Según la doctora Kevia Calderón, psicóloga clínica especializada en psicooncología, el simple hecho de escuchar la palabra “cáncer” trae consigo un gran peso, ya que lo primero que una persona podría pensar es “voy a morir”. 

No obstante, cada vez hay más adelantos y en el caso del cáncer de seno, específicamente, si se realiza un diagnóstico temprano, se puede tener mayor probabilidad de recuperación y de poder vencer la condición.

“Cuando hablamos del cáncer de seno tenemos varios factores que inciden. No solamente es la enfermedad y todo lo que implica el tratamiento y los cambios que vienen con él, sino también la parte social porque la mujer en la sociedad puertorriqueña tiene un rol muy activo en todo lo que implica la familia”, explicó.

En muchas ocasiones las interrogantes de “¿Qué va a pasar con mi familia?, ¿Qué voy a hacer?, ¿Cómo me arreglaré para atender las necesidades de mi familia?”, son la presión a nivel de roles y lo que genera una angustia adicional a la que ya se tiene con la enfermedad.

“A veces ponen primero a los otros y después a ellas”, lo que trae una dificultad mayor a nivel físico y emocional en su recuperación, pues en ocasiones se les dificulta poder aceptar la ayuda que los demás podrían darle, lo cual en estos casos es fundamental, según sostuvo la doctora.

La especialista indicó que en estos casos, la familia tiene un rol muy relevante y debe integrarse al proceso de terapia y apoyo emocional. 

Sin duda, el impacto emocional que la condición tiene también en la familia o allegados de la paciente con el diagnóstico es muy significativo, y de no manejarse de la manera adecuada pudiera haber secuelas en la relación familiar.

Por ello es importante identificar qué persona puede cumplir roles en su vida. “Uno puede ir identificando, qué ayuda me puede dar quien, y eso es bien efectivo porque, entonces, nuestra red de apoyo no se sobrecarga”, dijo Calderón. 

Calderón, quien se especializa en psicooncología, explicó que este término es una de las ramas de la psicología de la salud y se especializa en el tratamiento o trabajo con las personas que tienen un diagnóstico de cáncer y su entorno.
Es una forma de poder ayudar a la persona que está viviendo este diagnóstico a trabajar diferentes áreas como la asimilación al diagnóstico o cambios a raíz de ello.

Así que a través de la psicooncología se trabaja para ayudar en ese proceso de ajuste, de afrontamiento a lo que es la condición, a lo que es comprender el diagnóstico y el impacto que tiene en mi cuerpo”, expresó.

Calderón explicó que lo que busca la psicooncología es proveer las herramientas para un afrontamiento y manejo emocional adecuado, así como para regular a la persona emocionalmente ante lo que se está viviendo. 

Por su parte, la doctora Sara Rico, psicóloga clínica, explicó a Es Mental que sin duda la salud física está muy atada a la salud emocional. Por eso, una condición como el cáncer de seno impacta el área psicológica drásticamente, tanto de  los pacientes como de sus familiares.

“El cáncer de seno, específicamente, tiene que ver con la autoimagen, la pérdida de un seno va de la mano con la autoestima de la paciente”, sostuvo. 

El pensar que puede perder un seno, perder el cabello o quedar alguna deformidad, hace que esta paciente posiblemente desarrolle ansiedad o depresión, de acuerdo con Rico.

Asimismo, afirmó que el cáncer afecta en varios aspectos de la vida y sus efectos, también afectan la calidad de vida de las pacientes. “La paciente tiene que lidiar con todos esos aspectos, y sumado a eso, con el peso de la noticia de que tienen la condición, y para cada mujer es distinto”, agregó.

La importancia de buscar ayuda

Calderón afirmó que no todo el mundo cree que tiene la necesidad de buscar ayuda de profesionales de salud mental. Sin embargo, de acuerdo a su experiencia como especialista en psicooncología, muchos pacientes le han mencionado que de haber visitado el psicólogo antes hubieran manejado sus emociones de una mejor manera.  

“Esto es una condición que muchas veces nos sentimos muy ahogados, nos sentimos que la vida nos da un vuelco, y es importante poder tener un recurso que sepa cómo yo me estoy sintiendo, que me ayude a poder tramitar esas emociones, que me ayude a regular y visualizarse más allá de lo que es un cuerpo enfermo”, explicó.

Calderón explicó que se ha confirmado que a medida que las personas tengan una mejor respuesta a nivel fisiológico, van a tener una mejor respuesta al tratamiento y la recuperación. 

El poder darse permiso a entrar a un proceso terapéutico, es ser responsable con uno mismo, y ser responsable con su proceso y con las personas alrededor de esta paciente, dijo. 

Según Calderón, es de suma importancia desarrollar una relación de confianza con su profesional de la salud. En estos casos es ideal el trabajo multidisciplinario, con profesionales como oncólogos, radiólogos y psicólogos. 

Por ello, recomendó elegir un profesional con el que se sientan cómodos para trabajar, pues es muy fundamental.

Además, aseguró que las redes de apoyo son muy esenciales, por lo que se deberá elegir las personas con las que se sienta la confianza. “Es importante darnos permiso de permitir que la gente esté ahí para nosotros, porque llegará el momento en que la carga es pesada, y nos debilitamos”, agregó. 

Recomendó también trabajar con sus pensamientos y con la visión que tienen de lo que le está sucediendo, y poder reconocer y estar en contacto con sus emociones. 

La buena alimentación, el descanso y la actividad física, de acuerdo con lo que haya permitido el personal médico, también es muy recomendable en estos casos según Calderón.

Por su parte, Rico aseguró que el trabajo multidisciplinario es de suma importancia.

La doctora explicó, que cuando trabaja con estos casos pregunta a sus pacientes: “¿Qué vas a hacer en este tiempo extra que la vida te ha dado?”, pues para poder ver esta situación como una nueva oportunidad de vida, es importante poder mirarlo desde esta óptica.

“Es tan necesario como el oncólogo, tener a alguien de salud mental que te acompañe en este proceso”, afirmó.