El cineasta y aficionado del ciclismo Juan Manuel «Kacho» López Mari un día decidió correr en bicicleta junto a sus amistades en Trujillo Alto y, cuando estaban por terminar la ruta, erró al coger una de las últimas curvas de manera muy abierta.

Este fallo resultó en un choque de cabeza contra un pequeño camión que estaba estacionado por el área y cayó inconsciente, relató a Es Mental. Describió su experiencia como un cantazo duro que le causó fracturas en el cráneo, en la corona del ojo y en el pómulo derecho.

 

Sin embargo, el conocido productor de 45 años narra lo que otros le cuentan que fue su accidente, pues el incidente fue el 18 de diciembre y el último recuerdo que él tiene guardado en su memoria es del enero 8, o sea de casi un mes después.

“Mi hija me cuenta que el día de Despedida de Año preguntaba qué era lo que estaba provocando tanto ruido en las calles. Ella gentilmente me narró que procedió a explicarme que eran los petardos, pero yo no recuerdo de esa conversación. Yo no me enteré que pasó la despedida de año”, confesó.

posconmoción
Kacho López Mari sufrió una trauma a la cabeza durante un accidente de ciclismo y aún experimenta problemas con su memoria. (Foto Suministrada)

De manera similar y entre risas, explicó que, según sus compañeros, él se puso resistente a ir al hospital y  que estuvo discutiendo con los paramédicos hasta llegar al Hospital de Centro Médico donde lo tuvieron que atar de la cama para poderlo atender.

Su experiencia recoge lo que pueden ser las consecuencias y síntomas del síndrome post-conmoción o posconmoción (post-concussion syndrome en inglés), padecimiento que puede ser causado por una concusión o impacto cerebral, sostuvo el psiquiatra Raúl López Meléndez. El síndrome es común en víctimas de trauma a la cabeza y cada vez más entre atletas de deportes de contacto como fútbol americano y boxeo que reciben golpes constantes a lo largo del tiempo.

Una concusión supone una lesión cerebral traumática y se clasifica en tres tipos: leve, moderada y severa, explicó la neuropsicóloga Deborah Pérez Mojica. Las categorías dependen del tiempo durante el que la persona pierde consciencia y otros factores determinados por teorías científicas y la detección del síndrome post conmoción es determinada según unos deterioros específicos, agregó. Estos dominios son el de atención y funciones ejecutivas, el de lenguaje o funciones verbales, las funciones perceptuales, de aprendizaje o memoria y el emocional. Aclaró que, usualmente, luego de sufrir el impacto se afecta más de una de estas cinco capacidades cognitivas. 

No obstante, hizo hincapié en que, en el caso de ser una herida focal, es decir una lesión en un área específica, sí se pudiese afectar solo una de las mencionadas áreas de función cerebral. Ejemplificó a un impacto de una bala de un arma de fuego o una ruptura en una arteria en particular como dos ejemplos de impactos focalizados. .

Síntomas del síndrome post-conmoción

Pérez Mojica determinó que, de igual manera, los cambios en el humor, la confrontación y la agresividad son todas repercusiones del síndrome post-conmoción dado al impacto cerebral que implica.

Mientras, López Mari contó cómo según pasaban las semanas empezó a recuperar y generar memoria sobre el presente que vivía. Sin embargo, sostuvo que los primeros días fueron caracterizados por una hiperconfusión y dificultades al dormir. Esto último lo adjudicó a la pausa que el accidente había causado en su vida como atleta y enfatizó en que su cuerpo le pedía liberar esa energía.

Pérez Mojica explicó que los problemas al intentar dormir son parte de las consecuencias de su accidente.

Alteración en el sueño, mareo, irritabilidad, agresividad sin provocación, ansiedad, depresión, ser más sensitivo de lo usual, pequeños cambios en la personalidad y falta de espontaneidad figuran entre las repercusiones más comunes del síndrome, según Pérez Mojica.

Asimismo indicó que el paciente también pudiese tener dolor de cabeza, pérdida de estabilidad, se puede sentir que le da más trabajo pensar, se puede poner maniático, y confrontacional, pueden haber cambios en el gusto, la audición y que, en casos particulares, pueden surgir alucinaciones o pseudoalucinaciones.

“La persona puede tener que hacer tres tareas en el día de hoy y se le olvida darles seguimiento a dos de ellas”, ilustró.

El individuo también pudiese  sentir un zumbido constante, como una sensación de escuchar a un objeto mecánico moviéndose, lo que no le permite dormir ni estar tranquilo.López Mari admitió que actualmente sufre de dolores de cabeza si tiene muchas reuniones o llamadas telefónicas en un mismo día, unos dolores que describió como “nuevos”.

Sostuvo que abandonó beber alcohol e hizo ajustes en su vida para adaptarse a  su nueva realidad.

Incluso, expresó que últimamente sufre de unos lapsos de tiempo en los que se le olvidan ciertas cosas. Explicó que, a pesar de que entendía que es normal olvidarse de detalles, ha notado una recurrencia en su dificultad por recordar.

En respuesta a su aseveración, ambos expertos entrevistados dijeron que esta consecuencia es parte de lo que sufren las personas luego de un síndrome posconmocional.

No obstante, Pérez Mojica subrayó que puede ser que el problema que López Mari relató sea de otra naturaleza. Indicó que las personas pueden presentar problemas de atención o de retención de información y describirlos como dificultades con la memoria, pues no saben de qué otra manera describirlos, por ejemplo.

Las personas pueden comenzar a nombrar los artículos como “esto” o “aquello”, al carecer el vocabulario por el daño sufrido.

La recuperación

Por otro lado, ambos especialistas apuntaron que la recuperación depende del tipo de lesión y de las personas, porque todas las personas sanan diferente.

Alertaron de que en los casos donde se presenta el síndrome post-conmoción suelen haber muchos problemas en el diagnóstico, pues puede ser que haya daño cerebral pero que no se presente en las neuroimágenes.

Por esto, Pérez Mojica indicó que es común que las personas no acudan a asistencia médica para revisar el impacto de su caída o herida.

“Puede ser que me caí de las escaleras de mi casa, perdí conciencia, pero como a los cinco minutos me levanté como si nada y continué con mi día”, articuló.

“¿Sabes en las película cuando a una persona le rompen una botella en la cara y a los 15 minutos se paran como si nada? Eso no es así, hay mucho más detrás de eso”, concluyó el psiquiatra López Meléndez sobre el síndrome posconmocional.