La llegada de octubre está asociada a cosas oscuras y espeluznantes debido a la celebración de Halloween, o Noche de Brujas como mundialmente se le conoce. 

Halloween, no siempre han sido disfraces, maquillaje y dulces. Conocido originalmente como “La Víspera de todos los Santos”, este evento se desarrolló a partir del antiguo ritual celta de Samhain. 

Origen 

Este, era un festival que celebraba el cambio de las estaciones de luz a oscuro, según explica Malvina Nery, analista funcional en su artículo Origen y Evolución del Halloween

En el festival, se encendía una hoguera, se preparaban dulces y se usaban disfraces para propósitos de “alejar” a espíritus malignos. 

Para establecer una época, el catedrático de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, Jaime Pérez, estableció que pudiese ser la edad media, pero que probablemente fue en una época más antigua.

De acuerdo con el escrito  Origen y evolución del Halloween, los celtas creían que, en esta época del año, el velo separa los mundos de los vivos y muertos. 

Pese a que las versiones de ciertos autores varían, Margarita Barrera afirma que la celebración del festival duraba tres días y tres noches y Samhain fue conocido como “el día entre años”, ya que el día anterior a él era el último del año que moría, y el posterior era el primero del año entrante. 

Asimismo, muchas otras festividades se celebran, desde la antigüedad, en relación con la naturaleza, debido a que estos tienen ciertos significados. Por ejemplo, la celebración cristiana en primavera de la Resurrección pues todo florece nuevamente. 

Por lo que no es casualidad que Halloween sea en otoño, pues pasamos como de la vida a la muerte (en el hemisferio norte), según explicó Perez. 

“No hay nada puro en las culturas” 

El significado principal de lo que era Halloween, hoy tiene una connotación muy distinta. En los Estados Unidos fueron muchos los inmigrantes irlandeses y escoceses que llegaron, por lo que probablemente esas tradiciones de Víspera de Todos los Santos fueron llegando al país. 

El profesor añadió que los pueblos pequeños y medianos de Estados Unidos lo comenzaron a asociar a fiestas, hacían paradas, bailes y juegos. 

“Poco a poco van olvidando ese elemento del culto de los antepasados y es cómo una fiesta”, agregó. 

Al ocurrir la invasión de Estados Unidos en la isla, Perez contó a Es Mental que ya habían personas curiosas que miraban estas tradiciones. Además, ya en la isla existían clubes sociales de inmigrantes españoles y de norteamericanos, donde era una costumbre realizar fiestas y bailes.

“En la primera mitad del siglo 20, la mayoría de la gente en Puerto Rico eran campesinos, gente pobre trabajando en la caña y el café”, dijo.

La transformación de una economía capitalista a una industrial hizo que las personas comenzaran a vender máscaras en farmacias y supermercados.  

“Poco a poco este Halloween, que era de los ricos, empieza a llegar a más gente, y la gente empieza a disfrazarse, a comprar lo que venden”, indicó.

El catedrático, quien investiga sobre asuntos de muerte y religión, mencionó que, a pesar de llevar aproximadamente 100 años celebrándose en la isla, primero fue de las élites, para luego pasar a todas las clases de Puerto Rico.

Más que una fiesta, un negocio

Ciertamente, toda celebración, como las navidades, San Valentín, Pascua, y claro, Halloween han sido totalmente comercializadas por grandes industrias. 

Pérez explicó que Hollywood influye con películas de terror y que de los años 30 en adelante toman más auge esas películas y esas antiguas fiestas, de bailes y juegos van añadiendo ese elemento de las máscaras. 

En concordancia, el economista Julio Hernández agregó que el mercado de las películas  utilizan octubre como el mes donde se estrenan películas de horror para su público principal, los adolescentes y adultos jóvenes.  

Al menos en Puerto Rico, las ventas al detal tienen ciertos picos, siendo diciembre el más alto, mayo también es alto, el Back to School de agosto, octubre por Halloween y el mes de noviembre por el Black Friday, de acuerdo con Hernández. 

“Estos eventos se comercializan pues las empresas privadas toman ventaja de estas celebraciones y lo que hacen es que crean productos específicos para atender unas demandas que son de estación principalmente, y poder mantener las ventas altas” , explicó Hernández. 

Además de disfraces, maquillaje y golosinas, la industria de parques temáticos, musical, moda y maquillaje, también se benefician de esta época. Según el economista, el propósito principal es que no caigan las ventas y mantener a los consumidores lo más activos posible.