Mañana jueves a las 3:00 pm estaremos conversando por Facebook Live con la doctora Nayda Román Vázquez, directora de la Comisión para la Prevención de Suicidio, y con el Dr. Adrián Graham, director médico del First Hospital Panamericano en Ponce y San Juan, sobre el panorama del suicidio en Puerto Rico y la prevención, gracias al apoyo de FHC First Healthcare. ¡Sintoniza a través del Facebook de Es Mental o de FHC – Salud Mental!
La doctora Nayda Román Vázquez, quien lleva 10 meses como directora de la Comision para la Prevención del Suicidio, tiene claras sus metas para la prevenir las muertes por suicidio en Puerto Rico.
“Yo creo que lo más importante para nosotros en este momento, en esta coyuntura, es poder producir unos datos rigurosos, porque es difícil uno determinar una campaña educativa o qué estrategia implementar o qué es lo que queremos decirle a la gente, si no tenemos un panorama más claro de los datos, los patrones, los indicadores que pueden haber en nuestra población”, sostuvo la psicóloga clínica.
Según dijo, la Comisión cuenta con un informe sobre estadísticas de suicidio bastante robusto, con muchas variables, pero que la oficina adscrita al Departamento de Salud quisiera obtener información adicional para poder tener un panorama más cualitativo sobre los factores que impulsan las muertes por suicidio en la Isla.
Con los datos que existen actualmente se puede saber la cantidad de personas que murieron por suicidio, pero no las circuntancias de vida de cada una al momento de su muerte, explicó.
Además de esta meta, Román Vázquez, quien lleva desde el 2015 trabajando en la Comisión, dijo que trabajan para ofrecer actividades educativas que sean accesibles a las personas, como, por ejemplo, el taller que ofrecen sobre prevención de suicidio en momentos de desastre y sobre el rol de los medios de comunicación en la prevención del suicidio. De igual forma, trabajan el desarrollo de un protocolo para la prevención del suicidio.
Los datos actuales
Según el más reciente Informe de Muertes por Suicidio que menciona la psicologa clínica, desde el mes de enero a junio de este año se han registrado 91 suicidios en Puerto Rico, uno más en comparación con el año pasado a la misma fecha.
Los meses de enero y febrero reportaron los números mayores, con 24 y 21 casos, respectivamente. Además, de los 91 casos de suicidios reportados, 81 fueron hombres (89%) y 10 mujeres (11%).
De acuerdo al informe, el grupo de edad con mayor incidencia de suicidios de enero a junio de este año fue el de 25 a 44 años (32 suicidios en total), seguido por el grupo de 50 a 69 años (26 suicidios en total).
“Los suicidios reportados entre las edades de 25 a 69 años representan el 71.4% de la totalidad de suicidios reportados preliminarmente entre enero y junio de 2021. Los datos sugieren que, en Puerto Rico, el riesgo de mortalidad por suicidio aumenta con la edad y predomina entre el grupo de adultos de 35 a 69 años”, dice el documento.
Durante estos primeros 6 meses del año, de los 91 casos de suicidios reportados, 60 de ellos murieron a través de la asfixia (66%), 11 casos por arma de fuego (12.1%), dos por intoxicación, 12 por caída, dos por asfixia por sumersión, uno por inhalación de gases y dos aún pendientes por certificar la causa de muerte.
La región que mayor frecuencia presentó en estos meses, de acuerdo al informe, fue la región Metro, con 26 suicidios en total, seguido por la región Bayamón con 19 suicidios en total. El municipio con la mayor cantidad de suicidios reportados durante los primeros seis meses del año 2021 ha sido el municipio de San Juan, con 17 muertes por suicidio. Humacao, por su parte, ha reportado cinco suicidios, mientras que el municipio de Arecibo ha reportado cuatro.
¿Quiénes pueden cometer suicidio?
Román Vázquez indicó que, luego de haber pasado más de un año de pandemia, hay que estar vigilantes a las estadísticas de suicidio.
Indicó que los profesionales de la salud mental están observando la sintomatología depresiva y ansiosa, que no siempre cumple con un criterio de diagnóstico per sé, pero sí suficiente malestar como para afectar la calidad de vida de las personas.
“En algunas ocasiones ese tipo de sintomatología pudiera, no siempre, en algunas personas, traducirse en algunas cosas más complejas o situaciones más graves en cuanto a su bienestar”, agregó.
Explicó que “no todas las personas que se deprimen se suicidan y no todas las personas que se suicidan estaban deprimidas”.
“Lo que nosotros enfatizamos es que ese tipo de diagnóstico (de una condición de salud mental), pudiera exacerbar, pudiera ser un factor precipitante. En algunas personas esto pudiera llevar a considerar el suicidio, pero que una cosa no lleva automáticamente a otra”, dijo.
Agregó que cuando una persona está teniendo sintomatología depresiva o ansiosa, debe buscar ayuda.
“Una persona pudiera suicidarse porque se siente desesperado, porque tiene coraje, porque estaba furioso, furiosa por alguna razón, no siempre tiene que ver exclusivamente con un diagnóstico de salud mental”, subrayó.
Además, recalcó que no necesariamente tenemos que observar a las personas deprimidas y ansiosas para poder identificar que, tal vez, está considerando el suicidio.
“Ubicarlo en estos encasillados a veces hace que algunas personas que estén en riesgo pasen por desapercibidas”, dijo.
Las señales de peligro
La doctora recomendó observar si hay algún cambio radical en el comportamiento de la persona, como por ejemplo, si dejó de arreglarse para ir al trabajo, o si muestra deseos de venganza. También, pudieran tener dificultades para dormir o dormir en exceso.
“Algo que es muy básico es que la persona exprese abiertamente su desesperación, su desesperanza, su frustración, impotencia con cómo las cosas en su vida se han estado dando”, sostuvo.
Román Vázquez indicó que estas señales no pueden ser vistas fuera de un contexto.
“Habría que ver desde cuándo eso le está pasando a esa persona y qué cosas han cambiado en su vida o qué cosas han sucedido que uno pudiese cómo hacer un pareo entre este humor que se ha suscitado luego de unos eventos en particular en alguna de esas personas. Así que en cierto modo es hasta como un rompecabezas, uno tiene que ir atando cabos para, entonces, decir, quizás, aquí hay algo que está pasando”, explicó.
Si ocurre esto en una persona cercana, la psicóloga clínica aconsejó acercarse y decirle, por ejemplo: “Te he notado triste”, “Te he notado malhumorado en estos últimos días”,“Hace dos o tres semanas te siento distinto”, “Me preocupas”, “Quisiera ayudarte”.
“Principalmente dejarle saber que su sufrimiento no es invisible para los demás. Y segundo, dejarle saber que uno puede ser también una fuente de apoyo para esa persona”, añadió.
A pesar de que es importante el tener una persona de apoyo, Román Vázquez recomendó buscar ayuda profesional, con quien se podría crear un plan de seguridad donde pueda establecer a qué persona cercana o conocida puede llamar en caso de no sentirse seguro y esté en riesgos de hacerse daño. Además, recordó que existen líneas de crisis, como la Línea PAS (1-800-981-0023).