Es necesario que las personas negras en Puerto Rico tengan mayor representación en el sistema de justicia, en la psicología y en los medios de comunicación así como en cargos de poder para verdaderamente combatir el prejuicio por color de piel en el país.
Así lo expresaron líderes negras en estos campos profesionales al señalar que ellas son la excepción, no la regla y que hay ámbitos en los cuales los puertorriqueños de piel oscura no tienen representación alguna. La abogada, poeta, activista, y presidenta y candidata a senadora por acumulación del partido Movimiento Victoria Ciudadana, Ana Irma Rivera Lassén; la periodista, emprendedora, y gestora cultural, Gloriann Sacha Antonetty Lebrón; y la psicóloga clínica y astróloga, Veroshk Williams Rivera, hablaron con Es Mental sobre cómo, aunque a primera vista no parezca, el racismo claramente existe en la sociedad puertorriqueña.
Rivera Lassén opinó que es importante que se logre la representación en las esferas de poder, al colocar a personas negras en los mismos cargos que siempre han ocupado las personas blancas.
Es por eso que, para combatir el racismo en Puerto Rico, es importante que se hable, que se reconozca y que se trabaje consciente del fenómeno, agregó la letrada quien recientemente fue objeto de mofa racial en el programa televisivo La Comay de Mega TV.
En 2003, la catedrática jubilada del Departamento de Psicología de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, Blanca Ortiz Torres, en conjunto con la co-investigadora del Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias de la Universidad de Puerto Rico en Cayey, publicaron el estudio Desenmascarando experiencias de racismo cotidiano con niñas jóvenes en Loíza, Puerto Rico, que prepararon a base de un cuestionario sobre datos demográficos y con seis preguntas sobre etnicidad-raza. Lo entregaron a 39 niñas de 5to, 7mo y 9no grado en dos escuelas rurales en Loíza.
El estudio encontró que el racismo que experimentan los negros y las negras en la isla surge de acciones que despiertan prejuicios o discriminación étnico-racial. Por ejemplo, rechazar o molestar con comentarios e insultos, argumentar sobre el trato diferencial que reciben debido a su identidad étnico-racial, así como las peleas, los chistes, el ignorar el problema y el cuestionar de manera inquisitiva.
El estudio igualmente menciona que entre los temas que causan que aflore el racismo están la estética, el origen nacional, el proceso de socialización, la ubicación por clase social y las diferencias por género.
Pese a que la lucha contra el racismo ha avanzado en los últimos años, en Puerto Rico, Rivera Lassén, explicó que el sistema de justicia responde a los prejuicios que se tienen en la sociedad.
“La judicatura no está exenta de lo que es el resto de la profesión legal”, mencionó la también expresidenta del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, del 2012 al 2014. “Todos los discrimenes son parte de una manera de ver las cosas que se refleja social, económica y políticamente, por lo que las estructuras [de poder] responden a esa visión”, acotó.
Por su parte, Antonetty Lebrón recordó cuando previo a establecer su publicación, la Revista Étnica, le dijeron que no tendría éxito ni sería viable porque en Puerto Rico las personas no se identifican como negros o negras.
Si bien es cierto que ese episodio le dolió, la empresaria reconoció que ha obtenido más “sí” que “no”. Las personas de su comunidad afropuertorriqueña siempre han estado junto a ella.
Luego de haber escuchado el comentario, Antonetty Lebrón recordó todas las reacciones de los clientes y los auspiciadores en el mundo de la publicidad y de las relaciones públicas en el que trabajaba cada vez que hablaba sobre racismo.
“El racismo, lamentablemente, está muy presente en nuestro país”, expresó la empresaria. “La mayor barrera del racismo en Puerto Rico es que se niegue que existe”, sentenció.
La clave para erradicarlo en Puerto Rico —a su juicio— es impartir una educación antirracista. Utilizar los espacios laborales, sociales o educativos para deconstruir los estigmas y los prejuicios que redundan tanto en macro como en microagresiones.
Asimismo, la psicóloga Williams Rivera mencionó que para entender todas las situaciones por las que miles atraviesan es importante que haya más negros y negras en el campo la psicología para que, al tratar pacientes de su mismo color de piel, se establezca mayor empatía.
La también astróloga opinó que esta representatividad alentaría a que más personas negras busquen ayuda psicológica y emocional.
“La comunidad negra no busca los servicios tanto como los necesita”, sostuvo.
Explicó que la validación es importante al sanar los traumas causados por el racismo, y es importante porque el racismo surge cuando se invalida lo que siente el otro. El validar al otro cobra importancia tanto en la interacción cotidiana como en la interacción profesional.
“Es importante la empatía; reconocer que esto sí ocurre, que sí es más presente de lo que todos imaginamos más allá de lo que la literatura plantea en Puerto Rico”, reflexionó.
Igualmente, las tres entrevistadas coincidieron en que el argumento de la mezcla de las tres razas en la isla ha ocasionado, de cierta manera, que sea utilizado para negar la existencia del racismo. El mismo racismo que, aunque menos visible que el de Estados Unidos, por ejemplo, ha permeado durante el transcurso de las décadas en la sociedad puertorriqueña.