Pese a que la gestación subrogada es una de las alternativas de reproducción asistida que hacen posible que una persona pueda convertirse en madre o padre y formar la familia que tanto anhela, aún el 2023 está rodeada de desinformación y de trabas en la legislación vigente de algunos países. 

La gestación subrogada, conocida por algunos como maternidad subrogada, es legal en lugares como Rusia, Ucrania, Canadá, Australia, Tailandia y algunas jurisdicciones de los Estados Unidos. Países en los que existen leyes que regulan el método y cuentan con una serie de requisitos para hacerlo posible.

En Puerto Rico, por ejemplo, es un derecho constitucional y muchos ciudadanos que desean tener hijos pueden hacerlo realidad.  

De hecho, la gestación subrogada puede ser una opción para hombres y mujeres con problemas de infertilidad, como situaciones del útero, condiciones clínicas médicas que pueden ponerles en peligro, parejas del mismo sexo, entre otras. 

No obstante, expresiones como las que recientemente hizo el líder del partido  Proyecto Dignidad, César Vázquez, promueven ideas erróneas y prejuicidas sobre este tipo de técnica de reproducción asistida.

Según el especialista en endocrinología reproductiva e infertilidad, el doctor Nabal Bracero, la reproducción asistida no es algo en tendencia o que recientemente se haya descubierto, ya que se lleva haciendo por más de dos a tres décadas. 

En el 1978, por ejemplo, el mundo supo del primer bebé in vitro, con el nacimiento de la británica Louise Brown.

“La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva tiene unas guías claras y detalladas de lo que implica la preparación de un caso de subrogación gestacional. Hay unos estándares de evaluación médica, psicológica y de consejería legal, que son bien rigurosos y que cuando se pone en vigor, aseguran que se proteja el menor por nacer”, explicó el doctor Bracero. 

Un proceso que no es tan fácil como se cree y que tiene como corazón la paciencia y amor de quienes desean convertirse en madre o padre.

La historia del doctor William Méndez y su pequeño Marcos Amaury es precisamente ejemplo de que pese a lo sacrificado del procedimiento de gestación subrogada y el tiempo que puede extenderse, no hay otra experiencia que pueda sustituir el amor que le hace sentir su hijo. 

Méndez detalló a Es Mental todo lo que experimentó antes, durante y después de que su hijo naciera (incluyendo la pandemia por COVID-19) y cómo algunas trabas legales aparecieron en el trayecto a la paternidad. Como lo fue el tener que luchar para que se le concediera un periodo para el cuidado de su bebé recién nacido.

Ante la ley de Puerto Rico, existe como derecho una licencia por razón de maternidad de hasta entre 8 a 12 semanas. Sin embargo, a la llamada licencia por paternidad solo se le concede 15 días y exclusivamente a empleados públicos. 

Es decir, que las madres y padres, particularmente quienes lo son por procesos de gestación subrogada, no tienen muchas legislaciones de las cuales cobijarse. 

Sobre esto, Es Mental conversó con la licenciada Adamarys Feliciano Matos, abogada de familia, quien señaló que en la Isla solo existe la Ley Núm 3, del 1942, de Madres Obreras, dirigida exclusivamente a la mujer. 

“En Puerto Rico no hay ley que detalle la forma en la cual se llevarán a cabo los procesos de maternidad y maternidad subrogada e implica que, considerando que se acredite el parto, los padres intencionales no podrán llevar a cabo el proceso de forma directa e independiente”, reiteró Feliciano Matos. 

La abogada expuso que esto, ciertamente, obstaculiza que los progenitores que requieren subrogación puedan acreditar con antelación la necesidad de una licencia de maternidad o paternidad, dijo. 

En el pasado este tema ha sido impulsado en el Capitolio de Puerto Rico por el senador independiente José Vargas Vidot, el proyecto (PS155) parece no ser prioridad para la Cámara de Representantes, en donde ha quedado olvidado. 

“Es interesante que nosotros podemos asignarle un guardia de seguridad a un nuevo monumento que no se mueve, que podemos asignarle áreas de control de acceso a una casa que no se mueve, sin embargo, cuando nos toca pensar en ese nuevo ser humano que se integra a una vida tan compleja, no tenemos la misma consideración”, comentó el senador ante preguntas de Es Mental. 

Aseguró, además, que los estudios científicos avalan que licencias equitativas dan paso a que los empleados puedan regresar a sus roles con más entusiasmo. Pero, más allá de eso, que el desarrollo de una vida se sostiene de momentos críticos de la crianza, ya sea en relaciones de madre y padre, madre y madre, padre y padre o madre y padre. 

“En todos los estudios se habla que cuando hay licencias de paternidad que son proporcionales al momento, que no son tres días ni cuatro días, los obreros, las personas, los trabajadores y trabajadoras producen mucho más y con más entusiasmo y se desarrollan unas de las fidelidades más grandes hacia el patrón”, finalizó Vidot.

Aunque Méndez experimentó desigualdades en este ámbito, no se quedó de brazos cruzados y tras defender sus derechos logró enmiendas en el reglamento de las licencias de maternidad de su lugar de empleo. Tanto así que hoy esta tiene por nombre Marcos Amaury.

Y es que su pequeño Marcos Amaury, hoy con 1 año de vida, tiene espíritu de guerrero desde antes de ser dado a luz en California, jurisprudencia en la cual halló la clínica con la que dio paso al proceso de subrogación. Antes de esto, además tuvo que hacer tramitaciones en Boston (Massachusetts) y Nueva York. 

En unas vacaciones de su papá en Europa, Marcos Amaury se adelantó al parto e hizo correr a su familia.

Se supone que él naciera un 7 de noviembre y yo como sabía que una vez naciera no podía coger vacaciones, me fui de vacaciones un 18 de octubre. Yo aterrizo en España y el ginecólogo me llama diciéndome que había que sacar el bebé en 18 horas”, relató el doctor.

“Yo llegué al hospital a las 10:00 de la mañana y el bebé nació a las 2:00 de la tarde”, continuó.

Hizo énfasis en que el hospital no tuvo ningún problema por el cual tuviera que aclarar que se trataba de gestación subrogada y que, por el contrario, todo estaba bien comunicado por la clínica a cargo. Incluso, se le asignó un cuarto de maternidad.

“Yo trabajo en hospitales, yo ya iba preparando en mi cabeza lo que iba a explicar. Pero cuando llegué a ese hospital, ya estaba todo preparado”, detalló. 

Sobre su primera noche con Marcos Amaury, dijo que ese día no pudo pegar el ojo, pues quería saber que todo estaba en control. 

Yo no podía parar de mirarlo. Te da tanto miedo y solo tú quieres estar pegado a tu bebé”, puntualizó emocionado.  

Hacer posible que otra vida llegue a este mundo es una experiencia tan especial que no hay palabras para describirlo, recordó el doctor Nabal Bracero.

Es la satisfacción más grande, porque son casos bien difíciles, pero gracias a la ciencia y el conocimiento, se está haciendo posible”, dijo. 

El doctor Bracero aseguró que con el tiempo más métodos serán posibles y esto son buenas noticias para todas las personas que deseen hacerlo realidad.