Las secuelas del virus Sars-CoV-2 o también llamado COVID prolongado es un problema de salud pública, que afecta hasta un 30 por ciento de los pacientes que se contagian con la enfermedad y que ha provocado la muerte de más de 3,500 personas en los Estados Unidos, según un nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el cual también advierte que el número de fallecimientos podría ser más alto.
Según los CDC, el número de fallecimientos podría ser más alto si se manejara adecuadamente el tema de los certificados de defunción, los cuales precisamente fueron analizados entre principios del 2020 y finales de junio del 2022 para este informe.
El documento destaca, además, que el número más alto de muertes ocurrió en febrero del 2022 y que 51 por ciento de las muertes ocurrieron en hombres de los Estados Unidos.
En Puerto Rico actualmente las estadísticas provistas por el Departamento de Salud continúan enfocándose en los casos de contagios actuales, mas no del COVID prolongado o aquellas muertes que ha dejado a su paso. Se desconoce, además, si -como en Estados Unidos- se están llenando los certificados de defunción colocando que la causa de muerte fue Long Covid.
Es Mental intentó comunicarse con el Departamento de Salud para saber si la agencia cuenta con datos sobre el COVID prolongado, pero no obtuvo respuesta.
“¿Cuál es uno de los problemas más comunes que estamos teniendo en Puerto Rico? Que el código de COVID no se escribe correctamente en los certificados, es decir la causa que se adjudica a la muerte. Entonces, falta en muchos certificados la especificidad del diagnóstico de la causa de muerte”, explicó a Es Mental la doctora Cruz María Nazario, catedrática del Departamento de Bioestadística y Epidemiología de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas.
Sostuvo, asimismo, que en este nuevo documento de los CDC se subraya lo fundamental que es la documentación de los casos de secuelas de COVID-19, particularmente las muertes, pues de esto depende la vigilancia y respuesta continúa de salud pública.
“La importancia de esto es que ya en Estados Unidos se ha reconocido que la severidad de la enfermedad COVID-19 tiene que también contabilizarse en términos de la gente que muere con la condición de COVID prolongado, que hay evidencia de que existen muertes por esto. Hay gente que está muriendo por COVID prolongado”, dijo.
Y recordó, de igual forma, que el último informe que hablaba de secuelas post-aguda de COVID-19 del Departamento de Salud de Puerto Rico es del 23 de junio de este año y con datos del 2021.
Con un 23.99 por ciento en la tasa de positividad actual, el infectólogo Miguel Colón manifestó sentirse preocupado por los casos que siguen aumentando (que bien podrían evitarse con medidas particulares) y los síntomas que también continúan vinculándose al COVID prolongado, de los cuales es testigo en su práctica diaria.
“Lo del Long Covid me preocupa un montón, porque verdaderamente cada día vemos más síntomas como las arritmias, el cansancio, los problemas respiratorios, fatigas, dolores musculares incapacitantes”, expuso el doctor.
Mencionó que ante esta situación debe existir la responsabilidad de tener documentados datos precisos y que sirvan a la hora de saber mucho más sobre las secuelas. De tal forma se podrían evitar fallecimientos y crear mejores campañas educativas.
Precisamente, dos doctores puertorriqueños están, en este momento, desde sus diferentes áreas profesionales trabajando para lograr mejores investigaciones y comprender más a fondo los efectos a largo plazo de COVID-19.
Por un lado, el doctor Alberto Rosario, médico y epidemiólogo, quien recientemente se convirtió en el primer boricua e hispanohablante en formar parte de la Red Mundial de Salud, una coalición global que reúne científicos, doctores y profesionales de la salud con la intención de poner fin a la propagación del COVID-19 y sus secuelas.
Rosario, con experiencia desde los pasados años como epidemiólogo municipal dentro de los Sistemas de Rastreos Municipales y quien en su práctica diaria atiende a pacientes con Covid-19 y Covid persistente, es uno de los integrantes del Grupo Asesor de COVID Persistente.
Asegura, que según lo que ve diariamente, se debe priorizar el tema tanto como lo fue cuando comenzó la pandemia por Covid-19, donde se implementaron una serie de recomendaciones, como el uso de mascarillas y el lavado de manos, que ayudaron a frenar muchas muertes.
“Es importante hablar del Long Covid porque es lo que se está viendo en las oficinas. Algunos pacientes que tuvieron Covid hace más de tres meses llegan con complicaciones respiratorias, neurológicas y otras series de síntomas. Incluso, lo que se está viendo en las últimas semanas es que les da con micoplasma o influenza, y están tardando en recuperarse y algunos tienen secuelas pulmonares”, contó a este medio.
El galeno sostuvo que la conversación sobre el COVID no ha culminado y que la prevención sigue siendo esencial, sobre todo porque reconoce que hay personas que se han contagiado en más de una ocasión y lo consideran algo común. No obstante, las secuelas podrían ser inminentes.
Por otro lado, el doctor Jorge Santana Bagur, director del Proyecto ACTU (Aids Clinical Trial Unit) en el Recinto de Ciencias Médicas, uno de los investigadores boricuas e integrantes de lo que será el estudio más amplio e importante de los Institutos Nacionales de Salud sobre el Long Covid.
“Nos damos cuenta de que hay un sinnúmero de información que no sabemos y necesitamos estudiar”, compartió el doctor.
Y uno de los síntomas que más se desea explorar es el llamado brain fog o niebla mental, que provoca que algunos tengan fallos a nivel de la memoria, problemas de concentración y hasta desorientación.
“Empezamos a ver resultados de autopsias de personas que fallecieron por COVID y hay unos cambios fisiopatológicos en los órganos, por ejemplo, en el cerebro se ha documentado que las personas que sufren COVID tienen ciertos cambios en la corteza cerebral. Entonces, parte del estudio es a cinco años estudiar todas las vertientes”, expuso.
La investigación contará con más de 15 mil pacientes y aún se están buscando puertorriqueños que quieran formar parte de la misma. Los requisitos para participar incluyen que tengan 21 años o más y que haya o no tenido la enfermedad. A estos se les hará gratuitamente exámenes de salud y pruebas médicas.
Las personas interesadas pueden comunicarse al Proyecto ACTU 787-424-4366, 787-767-9194, recovercovidstudies.org o al e-mail rene.marty@upr.edu
“Se dice que entre un 10 a 30 por ciento de las personas que le da COVID van a desarrollar esto. Este estudio nos va ayudar a definir y establecer quiénes son las personas, si hay marcadores o condiciones específicas que sugieran que esa persona vaya a desarrollar Long Covid”, concluyó el doctor.