El trabajo multidisplinario y empático, cuando se trata con casos de violencia o abuso sexual, es vital para evitar traumas en las víctimas y para prevenir que más casos continúen ocurriendo.
Sobre esto, Es Mental conversó con el doctor y futuro especialista en psiquiatría, Gerardo Collazo, quien desde el 2017 lleva realizando una investigación sobre la violencia sexual contra los menores en el Centro de Salud Justicia de Puerto Rico de la Escuela de Medicina San Juan Bautista en Caguas.

Collazo explicó que siempre ha tenido interés por la psiquiatría y temas sociales, por lo que le llamó la atención estudiar Psiquiatría Forense.
Por ello, al comenzar la residencia en Psiquiatría, entró al programa de niños y adolescentes, donde quería hacer algo dedicado a los niños, pues al llegar le surgió la pasión de trabajar con dicha población.
Su interés en lo que es maltrato infantil, lo llevó a comenzar un estudio, que inició llamándose Perfiles BioPsicosociales de los niños que reciben servicio en el Centro de Salud Justicia.
Al comenzar su investigación sobre el tema, notó que la familia es un componente importante, por lo que en la búsqueda de la literatura vio establecido que la estructura familiar es el factor de riesgo más importante a considerar en lo que es abuso y negligencia infantil, especialmente en violencia sexual, por las dinámicas familiares que ocurren.
De acuerdo con el doctor, el estudio por el que ganó la beca de investigación de la Fundación Intellectus, estará enfocado en la estructura familiar y sus dinámicas. Igualmente, desean indagar en los datos sociodemográficos de la muestra, historial médico y psiquiátrico familiar, así como el historial escolar de los menores que reciben servicios y el historial socio legal (dónde este el caso, si está bajo el Departamento de la Famila).
Asimismo, como parte de la investigación, trabajan con el historial médico de la entrevista médico forense y el historial del desarrollo sexual del infante, donde se tomará en consideración si está dentro o fuera de la etapa de desarrollo. Al tener el perfil, irán a lo que es el evento del abuso sexual como tal, donde se describe el qué, cómo, cuándo, dónde y quién, y la informacion del ofensor que se tenga.
De acuerdo con Collazo, en el Centro solo se trabaja con los pacientes que son víctimas de abuso sexual, pues el ofensor no necesariamente se entrevista ahí, ya que no deben de estar en el mismo lugar.
El doctor explicó que en esta investigación se trae a colación el punto de vista del ofensor en el contexto de dónde estos vienen y por qué realizan estas acciones.
“No estamos hablando de personas que de un día para otro deciden hacer estas cosas, estamos hablando de personas que también tuvieron historial como lo que estamos estudiando. Hay que ver de dónde vienen, porque yo siempre digo, podemos disminuir la cantidad de ofensores, o si los ofensores fueron víctimas, pues podemos disminuir y prevenir lo que es el abuso y la negligencia”, explicó.
Comentó que la beca obtenida se estará utilizando para gastos del proyecto, la publicación, para tecnología o análisis de datos.
“Parte de la misión es que se vea más información de lo que está saliendo, de una vez, que se consideren todos estos determinantes sociales en estos eventos de abuso, que se puedan mejorar los procesos del Departamento de la Familia, de la Policía y todas estas agencias”, sostuvo.
“De una vez algo que tenemos en mente es ir viendo estos expedientes y hacer como una verificación de casos”, agregó.
Según dijo, existen muchos casos que se han quedado abiertos por diversas razones, como dilatación del proceso o que el proceso es molesto y traumatizante para la víctima y, por ello, muchas veces no se culmina.
“Los casos que están abiertos, queremos ver dónde están, qué cosas le faltan y cómo podemos mejorar la calidad de los servicios, por lo menos del Centro de Salud y Justicia”.
Algo que además desean hacer es verificar protocolos de abuso y negligencia, las entrevistas, cómo se realizan las investigaciones y con qué recursos se cuentan.
Explicó que deseen cooperar en todos los ámbitos con la Policía, otros médicos, Departamento de la Familia y con psiquiatras también.
Recomendaciones
“Mínimo, si no quieres bregar con el caso como tal, que por lo menos tú te orientes con esta información para que por lo menos sepas dónde enviarlo”, mencionó a modo de recomendación para otros profesionales.
Recomendó a la sociedad a informarse y ser sensibles sobre el tema, pues de esta manera puede aportar su granito de arena de manera positiva.
En el contexto de la población médica, recomendó informarse sobre dichos procesos, y si ven algo sospechoso, con alguien que es menor, o adulto, que hablen y lo reporten.
“Usualmente divulgar sobre eventos de abuso o negligencia es algo que toma años para una persona, esto es bien difícil. Que cuando una persona decida hacerlo, que seamos sensibles, seamos empáticos, le acompañemos en el proceso y que escuchemos y empecemos por creer”.
Para conocer más detalles, Collazo explicó que se pueden comunicar con el Centro de Salud y Justicia llamando a la línea de orientación y ayuda por llamada o texto, 24/7 al 787-337-3737.