El día de San Valentín es una celebración que puede resultar pesada para aquellos sin parejas o recién dejados. Sin embargo, puede también representar una oportunidad para mostrar agradecimiento hacia los lazos no románticos, como las amistades.
Aquí les presentamos, una historia de amor, pero sin romance. Es Mental entrevistó a Joselyn “Jojo” Gelabert Rivera y a Juan “Juancho” Rosado Reynés, quienes se consideran hermanos, aunque no compartan sangre. De manera individual, compartieron aspectos de su relación, empezando por cómo se conocieron, y expresaron lo que entendían ser las fortalezas de su amistad.
A continuación se exponen sus reacciones en formato de pregunta-respuesta.
¿Cómo se conocieron?
Todo comenzó en una clase de Educación Física en la Pontificia Universidad Católica en Ponce. Esta era la última clase y, en palabras de Juancho, era innecesaria. “Francamente, yo no pensaba terminar mi día haciendo ejercicio”, expresó Juancho al indicar que había hecho un plan de escape con otra colega del curso. Entonces, en lugar de irse a cambiar de ropa para la clase, Juancho y su amiga decidieron huir del gimnasio. Para su sorpresa, les siguió una cara desconocida que había tomado inspiración de su acto, Jojo.
Mientras, según Jojo, su primer encuentro fue un semestre después en el curso de Orientación de su primer año universitario. Ese día Jojo decidió comprarse peluches en forma de pollitos y, luego de comer en un local de comida rápida, ponerlos en la caja que le habían dado para las presas de pollo.

Asimismo, Jojo recordó haber llegado a la clase y sentarse en la parte de atrás. “¿Quieres un ‘nugget’?”, le preguntó Jojo entre risas a Juancho. Al ver la caja, Juancho cogió un peluche y tuvieron su primera conversación. Resulta que tenían muchas amistades en común, motivo por el que continuaron viéndose.
¿Cuándo se dieron cuenta de que su amistad iba a ser duradera?
Para Jojo este momento fue cuando se enfermó y tuvo que ir al hospital. En ese momento, ninguno de sus padres podían estar con ella en el hospital. Consecuentemente, las amistades de Jojo se turnaban para atenderla. Sin embargo, día tras día, hubo una cara que no dejó de venir, Juancho.
“Así que todas las noches, cuando la enfermera daba la última ronda, Juancho se escondía en el armario de mi habitación para pasar la noche conmigo”, recordó Jojo al subrayar que el hospital no permitía que él se quedase con ella por ser de sexos opuestos.
Por otro lado, para Juancho no hubo un momento preciso, sino que sucedió gradualmente. “Claro, llegaba a mi casa y ella era una más. Fuese el día de las Madres, Acción de Gracias o las Navidades, Jojo estaba invitada a todo”, explicó.
¿De qué manera ha evolucionado su amistad?
Desde ese primer encuentro, Jojo pasó a ser la primera persona a quien Juancho le admitió su orientación sexual. “Me gustaría subrayar lo anteriormente explicado. Con esa anécdota te lo resumo”, concluyó Juancho al verbalizar su amor por Jojo.
Mientras, para Jojo, Juancho representó apoyo en momentos de necesidad y un cómplice en sus aventuras. De manera inesperada, Juancho se convirtió en su familia. “Es una persona responsable, cariñosa, fajona y, sinceramente, es muy fácil para él llevarse con todos. Juancho es la persona más jovial que conozco y genuinamente siempre estaba pendiente de mi bienestar”, dijo Jojo.
“De la nada, se convirtió en el hermano que nunca tuve”, “Fue la hermana que la vida no me dio”, dijeron ambos al describir la transformación de su amistad, que pasó desde una escapada juntos hasta compartir una vivienda desde hace más de siete años.
¿Qué factores, tanto de personalidad como de costumbres, les ha hecho chocar?
De una parte, la entrevista de Jojo fue larga, detallada y emotiva. Mientras, a pesar de que Jojo insistió en que Juancho es cariñoso, él decidió empezar la entrevista describiéndose como una mezcla entre “un cactus y un gato”.
Como compañera de piso, Jojo expresó que le gusta tomar sus tareas de limpieza con tranquilidad y sin prisa. Admitió que, a menudo, se le olvida botar la basura. Más aún, mencionó la frase: “Hay que fluir” más de cinco veces durante su respuesta a esta interrogante.
Al contrario, describió a Juancho como una persona extremadamente organizada y compulsiva con la limpieza. “Si tú friegas, tienes que secar el fregadero (la canastilla). Si me siento en el sofá, no quiere que me siente en el mismo lado del mueble siempre porque teme que se hunda. No me deja barrer, porque dice que barro mal, entonces, «para barrer mal que no barra”, ejemplificó Jojo.
Mientras, Juancho también tenía sus adjetivos para Jojo, iniciando con ‘porfiada’. “Ella puede que no sepa o que no esté segura de algo, pero ella se va hasta la cuarta base peleándola. Está ahogada o en patas, pero no pierde.”, precisó al detallar el único rasgo negativo que tuvo que decir sobre Jojo.
“Me voy hasta el final de que tengo la razón y él se rinde eventualmente”, dijo Jojo sobre sí misma.
¿Cómo actúan para resolver o lidiar con sus diferencias?
En este momento Jojo repitió su famosa frase: “Nosotros fluimos mucho”. Mientras, Juancho dijo: “Belleza, respirando hondo y por todo el cariño que le tengo. Así son los hermanos”.
“Con el tema del fregadero le hago caso, pero en el asunto sofá, ‘qué se joda’”, admitió finalmente Jojo entre risas.
¿Cuáles son las claves para una amistad sana y duradera?
Tener confianza, poner límites, no tomarse las cosas de manera personal ni a pecho, comunicar cualquier incomodidad o problema y siempre estar disponibles el uno para el otro fueron algunas de las recomendaciones que ofreció Jojo.
“Creo que nuestras personalidades se complementan. Es importante tener paciencia y valorar las amistades no solo a través de palabras, sino acciones. No todos piensan ni son iguales”, sugirió Juancho. A pesar de admitir ser una persona poco expresiva, dejó claro que nunca falla en demostrar y recordarle a Jojo su aprecio por ella. De hecho, años después le devolvió a Jojo el peluche de pollito que protagonizó su segundo encuentro, objeto que el “cactus-gato” admitió haber conservado.