A través de los juegos, los menores de edad pueden estimular el desarrollo de sus destrezas motoras, comunicativas y aprender a manejar sus emociones, indicó la psicóloga infantil y escolar, Jaclyn Pérez Traverso.

Pérez Traverso aseguró que mediante los juegos los niños y niñas pueden, no solo mejorar sus conductas, sino que aprender con mayor eficacia y durabilidad ciertas lecciones. 

Asimismo, mencionó estudios, como el realizado por la neuróloga Judy Willis, cuyos hallazgos explican que el proceso de aprendizaje de niños y niñas se agiliza si el método es divertido o entretenido.

La misma indagación señala a experimentos de comportamiento cerebral anteriormente realizados, que también establecen que el aprendizaje es de mayor calidad si la experiencia se asocia con energías y actitudes positivas. 

Agregó que otros expertos en el campo han indicado que el estrés, el aburrimiento, la confusión, la baja motivación y la ansiedad pueden individualmente, y en combinación, interferir con el aprendizaje. Por esto, no solo es importante aprender a socializar a través de los juegos, sino que también saber jugar de manera sana. 

¿Cómo jugar?

Pérez Traverso añadió que el juego se debe de ejercer con amigos o con padres, madres y/o encargados de manera pasiva.

Explicó que es esencial que los cuidadores principales estén involucrados en el juego, interesados y ejemplifiquen las prácticas correctas del juego. 

Indicó que a través de este medio los niños y las niñas adquirirán o mejorarán sus destrezas de socialización al aprender a esperar su turno, entender que, aunque uno siempre quiere ganar, no siempre puede ser así, 

Juegos como “papa caliente”, donde se involucra mucha ansiedad y el jugador se tiene que rápidamente retirar del juego, es una práctica que, aunque parecen simples, aportan grandemente al manejo emocional del menor.

Por su parte, la psicóloga clínica infantil Silvia Arosemena Muñoz destacó que estas prácticas les ayudan a aprender como ganar con cierta humildad, perder con gracia, tener solidaridad con los demás y aceptar las reglas. Comentó que también les ayudaría a saber cómo competir, compartir, lidiar con las trampas, los celos y la rivalidad. 

Aclaró que a través de los juegos los niños van a poner en práctica cómo manejar, reconocer y canalizar sus sentimientos.

A su vez, el estudio de Willis también explicó que los primeros pasos para introducir un juego son priorizar la información esencial al establecer o explicar las reglas, hacer el juego relevante y atarlo a una realidad del menor para que pueda tomar la experiencia con seriedad. 

Luego, indicó que se deben crear asociaciones positivas en el juego y sus objetivos. Proveer un espacio seguro donde se sientan bienvenidos y libres a expresarse, darles una pausa, de ser necesaria, y permitirles aprender de sus errores por su cuenta. 

Estableció que, una vez explicadas las reglas y que el adulto o encargado del juego se haya asegurado de que todos los integrantes entendieron, se debe de permitir que tengan el espacio para interpretar esas reglas. Así, se podrán analizar con mayor detalle las “lagunas” en el aprendizaje o entendimiento del menor.

¿Qué necesitan?

Ambas expertas apostaron por los juegos clásicos. 

Por su parte, Arosemena Muñoz recordó que tras el confinamiento, los niños han perdido oportunidades para realizar vínculos de amistad. Ahora, dijo que los menores están buscando vincularse. Por esto, recomendó los juegos de patio, pues entendió que son las actividades que más aportan a este desarrollo. 

Mencionó los deportes como voleibol y baloncesto o cualquier actividad artística como la plastilina, pintar y dibujar. Agregó a los juegos de mesa también al enumerar Monopolio, Live y Connect 4. 

Sin embargo, alertó sobre los videojuegos y pidió estar pendiente de que no expongan a los niños a situaciones muy violentas. No deben prohibirlos, sino que estar conscientes del tipo de juego que están trayendo a la casa.

Mientras, Pérez Traverso sugirió saltar cuica, escondite, canicas, peregrina, entre otros. Habló sobre la esencialidad de una modalidad presencial para jugar. 

Estableció que la socialización está directamente relacionada con lo físico. Por esto, al preguntarle sobre nuevas tecnologías como el Amazon Glow, herramienta digital creada para poder poner el contacto vía llamadas telefónicas con vídeo y juegos, a un menor y sus familiares o amigos, la experta opinó que, aunque pudiese tener sus beneficios, lo presencial es de mayor ayuda para los menores poder poner en práctica las destrezas sociales. 

No obstante, la también experta en niños con trastorno del espectro autista admitió que estos dispositivos serían de mayor beneficio para menores con autismo, que tienen mayor dificultad con la socialización y reconociendo prácticas correctas de interacción.

Asimismo, recordó que tal como la educación virtual tiene sus beneficios, y a su vez, provocó aburrimiento, desinterés y depresión en los menores, según su experiencia en Puerto Rico, las plataformas digitales para fomentar destrezas de socialización no son ideales para los menores.