Aunque cada vez más personas visibilizan la importancia de la aceptación de los cuerpos en todos sus tamaños, colores y lo que los hace perfectamente imperfectos, queda mucho por lograr en el tema de la aceptación corporal. Especialmente, a la hora de derrocar la gordofobia que muchos llevan internalizada.
El movimiento body positive, que ha logrado frenar paulatinamente los estereotipos de belleza impuestos hacia la mujer, sigue en la actualidad sumando victorias en pos de la diversidad de los cuerpos.
Como ejemplo de ello, las actuales campañas de ropa interior y trajes de baños de American Eagle Lingerie (Aerie, por sus siglas en inglés), en las cuales destacan cuerpos en todas las tallas y tonalidades de piel y dejan de un lado los retoques de imágenes.
De igual forma, la representación de la diversidad corporal en la industria del modelaje, la música e incluso el fitness, con los roles de Tess Holiday, Ashley Graham, Lizzo, Karina Irby y Tiffany Ima.
La marca de lencería y productos para la mujer, Victoria’s Secret, es otra plataforma que decidió dejar de un lado sus controversiales pasarelas, señaladas en el pasado por fomentar estándares de belleza y cosificar a la mujer, para estrenar recientemente un nuevo formato con múltiples mujeres activistas como embajadoras de la compañía.
Y aunque estas acciones pueden representar un avance en la inclusión y la aceptación de la diversidad corporal, aún queda mucho por educar y hacer en relación con el tema.
Según la psicóloga española, María Ramírez, con especialidad en trastornos de la conducta alimentaria, pese a que hay una gran oleada a favor a la reivindicación de aceptación y diversidad corporal, en especial por parte de quienes han sido oprimidos y alzan su voz contra esto, no se debe dejar de cuestionar las intenciones reales de algunas industrias.
“Cierto es que la industria está mostrando diversos tipos de cuerpos, personas, géneros, etcétera, cuando veo esto me pregunto lo siguiente: ¿Realmente lo hace desde la convicción o porque está ‘de moda’ y eso le permite llegar a más gente? Parto del cuestionamiento de absolutamente todo por parte de la industria y los medios’’, compartió con Es Mental.
Recordó que estas mismas herramientas siguen siendo responsables de crear referencias sobre lo que debe ser o no aceptado por la sociedad e influir negativamente en las personas. Lo que, asimismo, podría incrementar las posibilidades de desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria.
Precisamente, un informe de Dove Global Beauty and Confidence, realizado en el 2016 y en el que se entrevistaron más diez mil mujeres y niñas de 13 países, dio a conocer que los medios son responsables de fomentar inseguridades y baja autoestima a través de los estándares de belleza que presentan.
Ideas, que de igual modo vienen acompañadas, de prácticas y conductas anti-gordura, y que muy bien conoce la escritora y activista, Miriam Lara-Mejia, reconocida en las redes sociales como “La Gorda Feminista’’.
“A pesar de ver en carne propia esta diversidad, nos hemos dejado convencer de que una gran parte de estas personas, las personas de cuerpos gordos, no son naturales y no son saludables. Hemos permitido convencernos de que unas personas merecen menos oportunidades y menos derechos simplemente por ser gordas’’, contó.
“La gordofobia mata, así de simple. ¿Por qué hacemos dietas constantes que nos dañan de forma física y mental, causando trastornos peligrosos? Sí, por la gordofobia. No podemos vivir en equidad, justicia y dignidad cuando creemos que un gran porcentaje de la población en Estados Unidos vale menos por su peso. En vez de continuar estudiando cómo la gordofobia contribuye a la mala salud, seguimos simple y sencillamente culpando a las personas gordas y limitando su acceso a servicios de salud y a trabajos’’, dijo.
Lara-Mejia apuntó a que, las representaciones actuales en los medios, muchas veces impulsan otro estereotipo: cómo debe ser un cuerpo gordo. “Por ejemplo, en la industria de la moda los cuerpos gordos más convencionales o sexualizados son los rostros normativamente atractivos y poca panza, los gordos “pequeños’’. En cuestión de tallas, ciertamente hay marcas que están incluyendo más tallas y diversas, pero la gran mayoría aún no las ofrecen en las tiendas, solo en línea’’, aseguró.
Por su parte, la bloguera de aceptación del cuerpo y estilo de vida vegano y sustentable, Hilmarie Figueroa Pérez, añadió que, la gordofobia afecta a las personas gordas en toda su existencia social. “Afecta cómo nos tratan las personas tanto cercanas como extrañas, nos afecta en los empleos y la capacidad de obtenerlos. Como también en las relaciones, si somos dignas de orgullo o de que nos quieran a escondidas. Pero sobre todo nos afecta en el ámbito de la salud porque dicta cómo nos tratan los profesionales de la salud, sin evaluarnos, solo por mirarnos, ya decidieron cuál es nuestro cuadro, basado en físico y peso’’.
Figueroa Pérez hizo hincapié en que trabajar contra la gordofobia es una labor diaria.
“Se trabaja todos los días, sobre todo en una sociedad que aún no ha cambiado y constantemente nos recuerda que no hay lugar aún para nosotras. Es una situación de justicia social’’, puntualizó.