No se habla con frecuencia de la salud mental, ni se le enseña a los niños a tratarla, no se educa sobre la conciencia de las emociones, ni se le da prioridad como una de las problemáticas en la sociedad.
Eso es parte del estigma que sufre la salud mental en la isla y otras partes del mundo, según aseguró Suzanne Roig Fuertes, administradora de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), así como ha confirmado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Perdonen mi rebeldía”, enfatizó la experta en entrevista con Es Mental. ”…pero la realidad es que la salud mental y las adicciones, en Puerto Rico y en Guam, no son prioridades. Todo el mundo habla de la salud mental, pero no es una prioridad para nadie”.
A pesar de reconocer que se trata de un problema a nivel mundial, la administradora se enfocó en hablar de la problemática que se vive en la isla, la cual incluye falta de educación respecto a la importancia de la salud mental en la integridad del ser humano.
“No nos educan. No vivimos en una cultura, y esto pasa en muchas partes del mundo, pero me refiero a la mía que es la que conozco, donde cuando nos están criando se habla de las emociones”, aseguró.
Según abordó la administradora, es poco común que en los aspectos de la crianza se incluya la importancia el valor del cuidado de la salud emocional, parte integral de la salud mental que incluye la conciencia de emociones, la cual, al igual que la salud física, puede deteriorar el bienestar de una persona.
El no educar sobre las emociones, además, puede traer problemas de identificación y reacción a las mismas. Roig ejemplificó esto con la situación de un padre o madre en el supermercado cuyo hijo tumbó unos potes de una de las góndolas en la que el cuidador le pegó al pequeño porque reaccionó con coraje cuando en realidad lo que sentía era vergüenza por lo que pasó.
“Entonces como no identificamos nuestras emociones, nuestras reacciones muchas veces no son acorde”, puntualizó.
Otra dificultad que se puede desencadenar de no educar sobre la importancia de la salud mental y, por el contrario, estigmatizar la misma, es que muchas personas no quieran invertir su dinero y tiempo porque los resultados para la recuperación de algunos trastornos mentales “no son a corto plazo”.
“Mientras estamos buscando sobrevivir, a nadie le importa la salud mental. Tú no quieres un medicamento, tú quieres agua, tú quieres comida, tú quieres un techo, tú quieres volver a tu rutina, así que te desocupas de cuán pesado es, pero cuando tú te logras sentar en una silla y mirar para atrás lo que estabas viviendo, viene la crisis y entonces es que quizás tienes tiempo para atenderte a ti”, explicó Roig.
El descuidar no tratar la salud emocional a tiempo y no buscar ayuda puede conllevar a que se requiera la atención de un experto porque la situación, al no tratarse a tiempo, desencadenó en algún trastorno mental.la ayuda de un experto., pues aAunque las personas no se piensen susceptibles a las enfermedades mentales, la realidad es que todos están expuestos a sufrirlas las mismas por las cargas diarias de sus rutinasvidas, según la administradora.
En los casos en que la persona siente que no puede manejar por sí misma las cargas, la administradora puntualizó que es de vital importancia buscar la ayuda necesaria para volver a estabilizarse.
“Todo el mundo tiene que tener espacios de esparcimiento, todo el mundo tiene que tener espacios de silencio y reflexión, espacios de soledad y de compartir compañía, de entretenimiento para poder aliviar las cargas que el día a día te trae”, recomendó la experta.
“Igual que vamos y si padecemos de la presión, nos vamos y nos atendemos, y nos bebemos nuestro medicamento, para la salud emocional igual tienes que tener la misma rutina… y para eso no nos educan, para eso no hay tiempo”, añadió.
Dado al estigma que ya carga la salud mental, algunas personas perciben los tratamientos y ayudas como algo negativo que marca, que, a su vez, es solamente para las personas que ya han recibido un diagnóstico. Roig aseguró que ASSMCA continuará llevando el mensaje de la importancia de pedir ayuda cuando se sienta necesario.
“En todas nuestras campañas, nosotros continuamos promoviendo que es bueno buscar ayuda, que buscar ayuda es algo positivo, que tú no tienes que tener una condición de salud mental para ir a un profesional de la conducta”, puntualizó.
La psicología clínica Grace Viña, en entrevista por separado, coincidió con la administradora en que las personas visualizan el tratamiento médico para la salud mental como algo negativo. Viña, al abordar el tema del suicidio, aseguró que muchas personas no se atreven a decir que han tenido pensamientos suicidas porque piensan que representa un riesgo para que los hospitalicen por un trastorno mental severo.
“Es la idea de decir ‘ lo he pensado, a veces me ha pasado por la mente’ y eso no es igual a que una persona (psicólogo) te va amandar al hospital”, dijo Viña.
Por otro lado, tal como lo indicó Roig, el problema del estigma a la salud mental no es uno local. En todo caso, y según la OMS, se trata de una dificultad a nivel mundial.
“El sufrimiento, la discapacidad y las pérdidas económicas no desaparecerán mientras los enfermos sigan marcados por el estigma. En todo el mundo, muchas personas con trastornos mentales son víctimas de discriminación por el simple motivo de padecer estos trastornos. Con frecuencia tienen dificultades para conseguir vivienda, empleo u otros servicios que forman parte de la vida normal en la sociedad, lo que a veces provoca la agudización de sus síntomas”, cita un artículo del Programa Mundial de Acción en Salud Mental de la OMS.
Dado a esta problemática, muchas personas no se atreven a acudir a un profesional de la salud mental para ser tratado, por el contrario, optan “por sufrir solos y en silencio”, según la publicación.
“La información equívoca sobre los trastornos mentales, por ejemplo la idea de que estos enfermos suelen ser violentos o víctimas de algún tipo de maleficio, o de que esas dolencias son incurables, no hacen más que perpetuar el estigma y la discriminación”, continúa el documento.
“En los Principios de las Naciones Unidas para la Protección de los Enfermos Mentales y para el Mejoramiento de la Atención de la Salud Mental se establece que no habrá discriminación por motivo de enfermedad mental, que todo paciente tendrá derecho a ser tratado y atendido en la comunidad en la que vive y a recibir el tratamiento menos restrictivo posible. La aplicación de esos principios, sin embargo, dista mucho de ser perfecta en buena parte del mundo”, añade.