Con la sociedad moviéndose hacia prácticas y espacios en los que la inclusión es prioridad, el reconocido concurso de belleza, Miss Universo, también ha hecho cambios en su estructura para atemperarse a los tiempos. Pero, ¿son reales las intenciones de la plataforma o se trata de prácticas pasajeras?
Todo comenzó en el 2012 cuando el famoso certamen internacional, a través de su presidenta en aquel entonces, Paula Shugart, hizo cambios drásticos en las reglas para darle la bienvenida a la participación de mujeres transgénero. Sin embargo, no fue hasta el 2018 que la representante de España, Ángela Ponce, se convirtió en la primera mujer transgénero en competir.
Tras esto se eliminó, además, el límite estatura y peso. Mientras que en el 2022 se aceptó la participación de mujeres casadas, viudas y embarazadas. Y este año se dejó de un lado el límite de edad para competir, explicó el especialista en el tema, el periodista Harry Rodríguez, con más doce años de experiencia cubriendo certámenes y misses.
Acciones que parecen acertadas para muchos, pero motivo de críticas para otros, y que también hace cuestionar la verdadera intención detrás de esto.
Rodríguez no duda que estas movidas busquen recalcar la importancia de la inclusión en la plataforma y abrirle las puertas a muchas mujeres inteligentes y talentosas, pero tampoco se puede dejar pasar por desapercibido que, al final, Miss Universe es un negocio como cualquier otro y que necesita atraer el público con sus estrategias.
“El mundo en pocos años ha dado un giro inmenso y plataformas como estas tienen que diversificarse para seguir existiendo y no quedar en el olvido”, señaló el periodista.
Recordó que, aunque la plataforma Miss Universe cambió y seguirá haciéndolo para evitar retroceder a estereotipos de antaño, todavía la sociedad no lo ha hecho del todo y tampoco parece estar preparada para aceptar que el título de Miss Universo lo puede obtener una mujer transgénero o curvy.
“Son procesos que toman años. Aún siendo bellas y preparadas, son rechazadas, lamentablemente”, enfatizó sobre lo difícil que podría ser la aceptación social.
“A estas candidatas se les debe evaluar de la misma manera que todas ‘las esbeltas’, la belleza no solo radica en el rostro, también reside en un cuerpo diverso y un ser humano que ha luchado por años con el rechazo, burlas e injusticia”, agregó.
Tan reciente como lo que ha estado ocurriendo con la Miss Universe Nepal 2023, Jane Dipika Garrett, de 22 años, y quien ha roto esquemas como portavoz del movimiento body positive. Las fuertes críticas hacia su físico destacan en todas las redes sociales, incluyendo de figuras de la televisión reconocidas internacionalmente.
Como es el caso del conductor de la cadena Univisión, Lucho Borrego, quien en una transmisión en directo se mofó de la joven al decir que el “national costume (traje típico) de Nepal es de albóndiga”.
Si bien Dipika Garrett no es la primera mujer curvilínea en competir en esta plataforma, pues en el pasado Miss Canadá 2016 y Miss Tailandia 2021 buscaron hacer historia, su participación ha tenido tanto mensaje de apoyo como de críticas negativas.
“Me parece que su representación es necesaria en este tipo de concursos para minimizar los estereotipos que habitan en los certámenes. No solo es una mujer curvy; es una mujer inteligente y con mensaje que puede servir de inspiración para muchas personas”, reiteró el periodista.
“Aunque no clasifique ni gane el Miss Universo, es relevante que pise ese escenario en donde por años e indirectamente también ha discriminado a muchos tipos de mujeres”, puntualizó Rodríguez.
Para la psicóloga Nayaliz Meléndez Cortés, especialista en trastornos de la conducta alimentaria, roles como el de Dipika Garret hacen que la presión social pueda mermar y que, ante una plataforma tan importante como Miss Universe, se demuestre que no existe un estándar belleza irreal ni normativo.
“Esto va a tener un impacto positivo y puede aumentar la autoconfianza en esa niña, adolescente o adulta que la ve. Ella nos hace entender que si tú aspiras a cosas exitosas o cosas grandes, lo puedes lograr, independientemente de tu tipo de cuerpo”, expresó la licenciada Meléndez Cortés.
Dijo también que Miss Universe Nepal 2023 rompe todos los esquemas existentes en la competencia, porque hace real la idea de que los cuerpos tienen abdómenes grandes, estrías y celulitis y no hay ningún problema con esto.
“Las personas tienden a escribirle a ella (Miss Universe Nepal 2023) en las redes: ‘¡Ay, qué bueno que te atreves a hacer esto!’, pero eso no es atrevimiento. Tiene que ver con que ella acepta su cuerpo y con que sea ama”, recordó la psicóloga Meléndez Cortés.
Meléndez Cortés dijo que otra curiosidad de la joven candidata es que es vocal sobre enfermedades que afectan cómo se ve una persona físicamente, como lo es la endometriosis y sus implicaciones físicas y emocionales en las mujeres.
“Eso da a demostrar que hay más representación a nivel corporal, pero también entre las enfermedades que afectan a las personas”, sostuvo.
Finalizó enfatizando que ya es momento de que las personas dejen de hacer comentarios sobre cuerpos ajenos, ya que se emiten juicios sin saber si una persona está batallando en silencio con alguna enfermedad o situación de salud física o mental.
“Las personas deben cuestionarse las creencias, estándares sociales impuestos, la gordofobia y de dónde vienen esas ideas”, concluyó la psicóloga.