Julia Zelg, youtuber brasileña de 24 años, sorprendió a sus fanáticos cuando hizo pública su relación con otra mujer, Eileen de Freest de 61 años.
“¿Por qué está tan mal que seamos mujeres y que tengamos una gran diferencia de edad? No hay nada malo y no es de tu incumbencia”, comentó Zelg en una entrevista con The Sun, luego de asegurar que la pareja ha sido atacada por comentarios ofensivos sobre su diferencia de edades. Amparadas en que son la una para la otra, Zelg y Freest decidieron mudarse juntas y terminaron casándose el pasado mes de junio en una ceremonia con ambas vestidas de blanco.
Aunque no existe una diferencia marcada entre los retos que enfrentan las parejas heterosexuales y homosexuales que tienen una diferencia de edad marcada, la doctora Nina Martínez sí asegura que existe un estigma en nuestra cultura que categoriza estas relaciones como algo incorrecto.
“En nuestra cultura hay bastante desaprobación a este tipo de relación. Inclusive, muchas veces es más común ver un hombre que tiene una pareja mucho más joven, y aunque sigue existiendo cierto nivel de desaprobación social, (el rechazo social)es más común en la mujer, cuando ella es mayor (que su pareja)”, dijo en entrevista con Es Mental la facultativa del Programa de Consejería Psicológica de la Universidad Carlos Albizu, quien se especializa en terapia de pareja y familia.
Mientras que en otras culturas es socialmente aceptado que las parejas no correspondan en edad, en Puerto Rico y los Estados Unidos existe cierta desaprobación del tema. Según la literatura que ha consultado la doctora, las parejas con diferencias de edades marcadas comprenden un 8% en nuestra cultura, “lo cual es bastante bajo”. Así que sí existen muchas parejas con brecha de edad entre ellos, pero no es algo tan común si se compara con el resto del mundo del amor.
Ahora bien, aunque se desconocen las razones, en las parejas homosexuales “la literatura señala que alrededor de un 25% hombre-hombre tienen una diferencia de edad marcada, y en las mujeres hay un 15%”, según la doctora.
Pese a que existe una diferencia de estadísticas entre las parejas con brechas de edad heterosexuales y homosexuales, ambos enfrentan los mismos retos a la hora de entrar en un contrato amatorio. Entre estos, la experta mencionó algunos como el estar no preparados para enfrentar comentarios o burlas.
“Hay que cogerlo con humor y no darle importancia. Hay que saber, cuando estás con una persona mayor que tú, que en el algún momento se va a ver (la diferencia de edad), y no lo puedes tomar personal porque la gente te hará ese tipo de comentario (sobre si estas saliendo con tu papá o mamá)”, recomendó la psicóloga.
Sin embargo, existen otros retos, dentro de la relación, que podrían poner en peligro la duración de la misma si no se manejan con las herramientas correctas. En este caso, Martínez explicó que es importante tener en consideración la etapa de vida en la que se encuentra cada individuo de la pareja.
Ejemplificó que no es lo mismo que dos personas de 50 y 70 años decidan estar juntos a que dos personas de 30 y 50. Y es que en la pareja de mayor edad, los intereses suelen ser similares, mientras que en la pareja de menor edad pueden existir más conflictos porque están en etapas de vida distintas. Entre estos problemas que se suscitan está el aspecto de la reproducción pues, en ocasiones, la persona de 50 años tiene hijos mayores, mientras que la persona de 30 está en busca de reproducirse. Si la pareja no llega a una negociación sobre el asunto, podría crearse un conflicto.
Otro reto que abordó la doctora en este tipo de pareja con diferencia de edad significativa, podría ser el aspecto sexual, no solamente en el hombre con la difusión eréctil, sino en la mujer, que pierde el libido y si está con una pareja joven que a lo mejor está más activa sexualmente, podría significar un reto. A esto se le añade que en muchas ocasiones, estos retos de desempeño sexual tardan años en mostrarse porque, por ejemplo, según Martínez, pasan 10 años y luego la pareja de mayor edad envejece aún más, presentando, inclusive, retos de salud mientras que la parte menor aún está saludable.
Sin embargo, no se debe discriminar con estas parejas por dichos retos pues al final del día, aseguró la experta, estos también pueden verse en parejas de la misma edad, en las que entran otros conflictos como la economía.
“Tenemos que pensar que en una relación en que hay diferencia de edad, hay muchas cosas que no son diferentes a una relación tradicional. Así que una de las cosas es que tienes que asumir responsabilidad de en qué tipo de relación estás entrando. Si tú sabes que estás saliendo con un hombre o una mujer mayor, tienes que tener asumir la responsabilidad de todo lo que se necesita”, sostuvo la experta.
Si algo se debe saber es que “las relaciones son relaciones” y cada una viene con su propia guía para hacerla funcionar, dijo la psicóloga. Con diferencia de edad o no, heterosexual u homosexual, aseguró que existe un mismo secreto para que cualquier relación pueda ser sana y duradera.
“El secreto es el mismo de cualquier pareja. Lo más importante para que una pareja es que tengan valores similares, metas similares y una visión que los saque del yo al nosotros. Uno de los problemas que yo veo mucho es pensar como en quiosco, esto es lo mío, esto es tuyo. Tenemos que salirnos de esa parte del yo, al nosotros. Así como tener metas de pareja, a parte de las metas individuales de cada cual, que haya compromiso, que haya confianza y que tengan una manera constructiva de solucionar los problemas que surjan entre ellos”, recomendó.
Por otra parte, las relaciones con diferencias de edades marcadas no solo enfrentan retos, sino que pueden traer beneficios para ambas partes como, por ejemplo, que la pareja con mayor edad pueda sentirse más joven psicológicamente porque comparte su tiempo con una persona de menor edad.
“Hay estudios que demuestran que parejas donde hay diferencias de edad, tienen mayor satisfacción en la relación”, aseguró Martínez, indicando que parejas sí pueden ser duraderas.
Contrario a lo que la doctora ve en su práctica, un estudio del 2016, realizado por la Universidad Emory en Atlanta, Georgia, a una muestra de 3,000 personas, arrojó que mientras mayor sea la diferencia de edad, mayor será el riesgo de ruptura. De este se desprendió que las parejas con 5 años de diferencia tenían solo un 18% de probabilidad de separarse, mientras que cuando la diferencia era de 10 años la probabilidad aumentaba a 39%, hasta alcanzar un 95% si la diferencia era de 20 años o más.
“La edad cuenta y no es un número sin importancia. Claro que para toda regla hay excepciones. Y seguramente, amigos lectores, ustedes conocen algunas”, escribió Ismael Cala, estratega de vida y desarrollo humano mientras abordó el estudio en una de sus columnas.