La crisis derivada de la pandemia por el COVID-19 ha transformado nuestro diario vivir, nuestros roles, responsabilidades, rutinas y expectativas. La educación a distancia ha sido una de las causas principales de cambios de estilo de vida de las familias. Los padres, maestros y estudiantes se han visto forzados a ajustarse a un nuevo sistema dentro del marco de la incertidumbre que nos trae la pandemia.
Esta nueva modalidad ha requerido un nuevo nivel de participación familiar. Los salones de clase han sido reemplazados por las salas, los cuartos y los pasillos de las casas, y los padres han sido reclutados como asistentes de maestros. Con esta nueva realidad, los padres han tenido que involucrarse de lleno en la educación virtual, lo cual ha sido un factor de mayor estrés.
Muchos han tenido que ceder su dispositivo eléctronico (si lo tienen), y dedicar más tiempo que antes y desarrollar más paciencia y energía para apoyar a sus hijos. Todos estos retos han ocurrido mientras la mayoría de los padres también ha tenido que cumplir con sus responsabilidades laborales.
El impacto de responsabilidades simultáneas
El reto mayor es que los padres continúan con las mismas tareas pre-pandemia, como por ejemplo, cuidar de los niños y asumir responsabilidades en el hogar y el trabajo, pero se ha estado haciendo todo en el mismo espacio y al mismo tiempo. La disponibilidad y presencia de los padres aumenta la demanda de los niños, sobre todo en los pequeños a quienes se les puede hacer difícil entender por qué los padres están trabajando en casa.
La combinación de las responsabilidades tanto en el hogar como en el trabajo ha causado grandes niveles de estrés, ansiedad, depresión y cansancio extremo. Muchos no se sienten eficientes ni en su rol como padres ni en el trabajo. Como padres, algunos han expresado sentirse agotados, inadecuados, distraídos y sin energía para conectar con los niños. En el trabajo muchos se han sentido que no son suficientemente productivos, no se pueden concentrar bien, terminar los proyectos a tiempo, o han tenido que trabajar menos horas. Aunque algunos han perdido el empleo, durante este tiempo otros se encuentran ante la encrucijada de educar en el hogar o trabajar.
Cada familia se encuentra en una situación diferente. Algunas familias pueden tomar la decisión de no regresar al trabajo y quedarse en el hogar. Otras familias no tienen el privilegio de escoger. Simplemente tienen que continuar lidiando con ambas responsabilidades ya sea por razones financieras o porque es importante permanecer relevante en su campo.
Independientemente de cuál sea su situación, ya sea porque tenga que regresar al trabajo, haya renunciado/perdido su trabajo, o decida quedarse en el hogar, estas sugerencias pueden apoyarlo durante el proceso de brindar apoyo.
Cómo trabajar desde casa mientras apoyamos la educación de los niños
- Ajuste las expectativas: Es importante ser proactivo y comunicarse con claridad tanto en el trabajo como con los niños para dejarles saber que habrá algunos cambios. Comunique a sus compañeros y supervisores que sus hijos están en casa, por lo cual no puede garantizar que su trabajo o las llamadas y reuniones no estarán libres de interrupciones. Si anticipa algún cambio en su horario o no puede cumplir con alguna responsabilidad, déjelo saber. Es importante que también le explique a los niños que aunque todos están en la casa, trabajar desde casa es trabajar.
- Prepare su área de trabajo: Tanto usted como los niños necesitan un área de trabajo. Aunque cualquier lugar en la casa con acceso a internet podría funcionar como oficina, trate de encontrar un área con una puerta que cierre si es posible. Estos límites físicos refuerzan el mensaje que está trabajando. Enséñele su área y comparta algunas de las tareas que estará realizando (por ejemplo, llamadas y reuniones).
- Identifique su grupo de apoyo: Contacte a familiares, amigos y otros padres para que organice citas virtuales o llamadas telefónicas. Estos podrían hablar, leer, cantar, bailar y pintar en línea con sus hijos mientras usted trabaja. Considere hacer algún arreglo con los padres de la clase de sus hijos para apoyarse en el proceso.
- Conecte con los niños durante el día: De ser posible, cambie su estilo de trabajo. Considere levantarse más temprano o trabajar cuando los niños estén dormidos para trabajar ininterrumpidamente. Tome pequeños descansos para conectar con los niños. Divida las tareas por partes y use tiempo para brindarle atención a los niños. No importa la edad de su hijo, tómese un momento todos los días para estar realmente presente, escuche los pensamientos y preocupaciones y disfruten de alguna actividad juntos.
- Haga una pausa y tome un descanso: El autocuidado es importante para que podamos cumplir con los nuevos desafíos y responsabilidades. Asegúrese de hacer pausas durante el día para recargar y energizarse. Por ejemplo, haga ejercicios de relajación, respiración y estiramientos a través del día, tome su taza de café o almuerce su comida favorita.
- Dele prioridad a su horario: En la medida que sea posible, organice el horario de su hijo en función de su horario de trabajo. Por ejemplo, programe las actividades que requieran más apoyo y supervisión para cuando esté disponible. Cuando usted tenga más carga de trabajo asigne horas de trabajo independiente para tareas que le resulten más fácil a su hijo. Para los más pequeños tenga cajas o áreas preparadas de antemano con rompecabezas, juegos y libros de pintar. También considere ganar tiempo con una película o algún programa.
- Use la tecnología: Aunque es importante que haya límites, también podemos flexibilizar las reglas. Lo importante es que si van a usar la tecnología, tengan acceso a contenido de calidad. Considere aplicaciones para la lectura y actividades para desarrollar y reforzar sus destrezas. Haga citas virtuales con otros niños. Incluso invite a su hijo al trabajo para que vea a sus compañeros virtualmente.
- Haga una lista diaria: Cada mañana defina claramente las tareas suyas y las de sus hijos. Esto los ayudará a mantenerse enfocados. Sea flexible ya que puede haber ocasiones en las que su hijo no pueda completar algo sin su apoyo. Juntos identifiquen otro momento para hacerlo.
- Busque apoyo en los maestros y compañeros: Si tiene la oportunidad de recibir ayuda adicional en la escuela, aproveche este recurso. Anime a sus hijos a ser independientes contactando a la maestra y a sus compañeros cuando tenga que completar una tarea complicada y usted no esté disponible.
- Divida el trabajo: Si tiene pareja o algún otro familiar que viva con usted y su trabajo le permite flexibilidad, considere tomar turnos. Una persona cuida a los niños por la mañana y otro por la tarde y viceversa. De esta manera se aliviana la carga y podría asegurar algunas horas de trabajo sin interrupciones.
- Busque oportunidades para socializar: Con el encierro en la casa puede ser fácil caer en la monotonía, el aislamiento y la tristeza. El aislamiento social es necesario para protegernos. Sin embargo el aislamiento social no significa desconexión social. Busque oportunidades tanto para usted como para sus hijos para que pueda conectar con otros virtualmente. Para los niños es una oportunidad para practicar destrezas sociales y para los adultos para recargar las baterías.
Sin lugar a dudas, las familias se encuentran en medio de un momento increíblemente desafiante. Reevalúe sus objetivos de trabajo desde casa y la educación virtual semanalmente. Establezca expectativas realistas en el hogar y en el trabajo para cumplir con todas las responsabilidades. Sea proactivo y no dude en solicitar ayuda. En estos tiempos es importante tener empatía y compasión no solo con los que están a nuestro alrededor, si no también con nosotros mismos. Recuerde que está haciendo lo mejor que puede con los recursos que tiene y celebre cada logro.
*La autora es psicóloga clínica especializada en niños y familia.