La disfunción eréctil es el trastorno sexual de mayor prevalencia en Puerto Rico y se trata de la incapacidad para sostener una erección, indicó la psicóloga y sexóloga María Rodríguez Vidal

Las personas con esta comorbilidad pueden lograr una erección, pero no pueden obtener o mantener la misma con la rigidez necesaria para poder llevar a cabo un acto sexual, agregó. 

En este caso, según Vidal Rodríguez y la sexóloga y educadora Aisha Molina Calderón, muchas personas no recurren a todos los profesionales necesarios. De hecho, ambas establecieron que la mayoría de las personas esperan meses o años para buscar ayuda profesional y, aún así, no hacen uso de servicios de sexología o salud mental. 

De manera similar, según Vidal Rodríguez, hay una gran diferencia entre las personas que van a los sexólogos y cuántas tienen el trastorno, lo que pudiese indicar que las estadísticas disponibles sobre el tema están incompletas o limitar la calidad de atención médica recibida por estos pacientes. La sexología en Puerto Rico no está regulada para que los planes médicos la cubran, aspecto que estigmatiza sus servicios, coincidieron ambas entrevistadas. 

También, indicaron que hay cada vez más sexólogos certificados en Puerto Rico, pero la mayoría están situados en el área metropolitana, por lo que no hay acceso a estos en todos los municipios. Por este motivo, Vidal Rodríguez afirmó que la mayor tendencia es que vayan directamente a urólogos y médicos primarios. 

¿Por qué es esencial atender a un experto de salud mental? De acuerdo con Vidal Rodríguez, la importancia de acudir a terapia psicológica puede ser significativa. 

Cuando existe un trastorno de salud mental o sexual, uno de los criterios para diagnosticarlo es que hay un malestar significativo, es decir, hay un deterioro en más de un ámbito”, dijo Rodríguez Vidal al señalar la necesidad de recibir atención multidisciplinaria. 

Asimismo, un estudio realizado por dos profesionales del Departamento de Psicología de la Universidad Internacional de Islámica  en 2020 compara los beneficios de la terapia sexual conductual cognitiva con los de fármacos en hombres jóvenes con disfunción eréctil vinculada a problemas psicológicos, como la ansiedad y la depresión.

Encontraron una mejora en las puntuaciones de erección y una reducción en la gravedad de la disfunción eréctil. Más aún hubo poca diferencia entre los resultados de la terapia versus con el medicamento ED sildenafil. No obstante, sí confirmaron que los participantes que hicieron la terapia sexual, en comparación con los que recibieron el fármaco, tuvieron más mejoras en los niveles de ansiedad relacionada con el sexo.

No obstante, el tipo de tratamiento y atención médica depende de la causa de la disfunción eréctil, establecieron ambas expertas. Aseguraron que, si no se identifica la raíz que está causando la disfunción, se puede agravar una sintomatología de salud mental preexistente o se puede desarrollar un trastorno de salud mental. 

Rodríguez Vidal precisó que el participante suele llegar a su médico primario primero y  se hace un panel de hormonas para saber si hay una deficiencia o si la disfunción eréctil está relacionada con un medicamento, condición física o médica. A partir de esto, si la persona está desarrollando alguna sintomatología de ansiedad, depresión, problemas de autoestima, pero la causa es la disfunción eréctil, lo apropiado sería acudir a un sexólogo, dijo. No obstante, si la disfunción eréctil es un síntoma de comorbilidades preexistentes, debería de acudir a un psicólogo. 

Molina Calderón dijo que para obtener un diagnóstico, la persona tiene que estar sufriendo de estos síntomas por mínimo seis meses. Añadió que si los retos que están enfrentando son más emocionales que físicos, unos ejercicios que vayan solamente en lo sexual no va a ser suficiente. Especificó que, de no atender condiciones de salud mental o el manejo de emociones, la persona va a seguir enfrentando las mismas dificultades como producto de no tener las herramientas necesarias para evitarlo. Asimismo, subrayó que si se trata de un problema en la relación, lo mejor sería ir a terapias de pareja y de ahí pasar acudir a terapia individual.

Destacó que, a parte de las condiciones de salud mental existentes, hay aspectos psicológicos, como problemas en la relación que no se están manejando bien, baja autoestima, sentido de culpa si en una relación anterior lastimó a la otra persona sin querer, estrés, entre otros, que pueden provocar dificultades en la erección.

En el caso de Molina Calderón, ejemplificó alguno de los casos que ha visto. Dijo que hay participantes que han desarrollado la disfunción por problemas de autoestima que afectan la respuesta   sexual, pues en sus primeras relaciones coitales sufrieron burlas por su desempeño. Esto le provocó, no sólo problemas en la erección, sino dificultades al enfrentar a personas que estaban interesadas en sostener una relación sexual o íntima. 

Otro perfil mencionado por la experta fueron los pacientes con estrés postraumático por participar en el ejército o la policía. Mientras, también ha atendido a personas cuya situación se origina de las presiones sociales acerca de lo que es la masculinidad. 

Se piensa que un hombre siempre tiene que estar dispuesto, deseoso y listo para mantener una relación sexual, factores que afectan su capacidad para mantener una erección”, explicó al referirse a este caso. 

Asimismo, aludió a la situación geográfica y económica del país como detonantes de la alta prevalencia de esta condición. Hay muchas personas que recurren a ayuda y muchos médicos que invalidan los síntomas de estos pacientes, indicó Molina Calderón. 

Mientras el medicamento esté manteniendo su presión arterial bajo control, la erección es un problema de segundo plano”, ejemplificó como escenario. 

En este marco, ambas precisaron la importancia de salirse del pensamiento coitocentrista y falocentrista. Se debe explorar qué métodos de satisfacción que se pueden usar y otras áreas de gratificación sexual que no dependen de sostener una erección.