El discrimen o estereotipos por la edad engloban una serie de conflictos que afectan primordialmente a la población de adultos mayores y para combatirlo es relevante empoderar a esta población y de qué mejor manera que con el arte.

De acuerdo con la psicóloga clínica María del Carmen Santos, el arte de por sí es un beneficio para todos y más aún para los adultos mayores, ya que tiene efectos positivos en la parte neurológica y cognitiva, así como en el aprendizaje, el aspecto físico, autoconcepto, la socialización y sobre todo para explotar su creatividad. 

Santos destacó además que las artes son un medio facilitador del empoderamiento no solo del individuo, sino también del colectivo, que trae consigo la expresión de emociones e ideas. 

Precisamente, este es el concepto de “La vida es un arte”, un proyecto creado por el Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, para personas de 55 años o más. Este tiene el objetivo de proveer clases para que los adultos puedan aprender o mejorar sus destrezas artísticas, así como la socialización entre pares.

Entre las actividades artísticas, los individuos pueden realizar escritura creativa, retratos y bodegones.

Santos explicó que la primera parte fue presencial y con la llegada de la pandemia se vieron obligados a continuarlo de forma virtual. Por esta razón, los participantes obtuvieron la ayuda que necesitaban en la parte tecnológica.

Al final, los participantes tuvieron la oportunidad de presentar sus trabajos. También se hizo una evaluación utilizando un cuestionario con preguntas abiertas y cerradas sobre el proyecto y el impacto personal y en su vida que tuvo el mismo, según explicó la también salubrista. Este cuestionario reveló que la gran mayoría desea aprender más sobre estos temas. 

Como parte del proyecto, se crearon grupos de redes sociales mediante los cuales se organizaban salidas grupales para los participantes, contó.

“Se entiende que este proyecto de alguna manera provee el acceso, lo que es la equidad y la justicia social, que son nuestros valores principales en salud pública, y que a la vez combaten el edadismo”, sostuvo. 

Además de recibir las clases, los participantes recibieron información de temas importantes, como el fraude, la violencia doméstica y la salud mental, indicó la psicóloga clínica. 

Esta iniciativa, que comenzó en el 2019, continuará llevándose a cabo por el auspicio de E.A Michelson, Lifetime Arts, grupo que fomenta las artes como elemento crucial para el envejecimiento creativo.

Santos destacó la importancia de promover el trabajo colaborativo, multidisciplinario entre museos y la academia, con el fin de combatir el discrimen hacia los adultos mayores, contribuyendo de esta manera al bienestar y la calidad de vida de esta población. 

Combatiendo el edadismo

Las expresiones de Santos se dieron durante la conferencia “La vida es un arte: Combatiendo el edadismo” durante la 69na Convención de la Asociación de Psicología de Puerto Rico. 

Según Santos, aproximadamente un tercio de la población puertorriqueña tiene 60 años o más. “Todavía existen un discrimen y estigmas por ponerse viejos, y eso contribuye a que haya una inequidad y una injusticia en términos de los accesos a los servicios o a la calidad de vida”, destacó. 

“En términos del Censo, casi un tercio de la población de Puerto Rico son personas de 55 años o más, y casi un tercio son personas de 65 años o más”, explicó. 

El edadismo desencadena unos estereotipos y disparidades que afectan los servicios y recursos, así como el bienestar y la calidad de vida de estos individuos, así como desafíos de salud, económicos y sociales simplemente por ponerse “viejos”, de acuerdo con la especialista. 

Entre los servicios que más preocupan para esta comunidad están la vulnerabilidad, pobreza, inseguridad alimentaria, el acceso a la tecnología y servicios de salud. 

Además, la conferenciante habló sobre un estudio realizado en PREHCO de 2006 a 2007, que destaca que la composición familiar revela que un 27.8% de los adultos mayores vivían solos, un 24.7% tenía depresión y en cuanto a las medidas para control de enfermedad un 51% se medicó durante el último año. 

Asimismo, destacó la existencia de movimientos y organizaciones que trabajan con este tema, tales como Healthy People 2020, APA Resolution on Ageism y Mental Health and Aging in the 2020’s.