Existen muchos tipos de profesionales de la salud mental. Entre los más conocidos y consultados están los psicólogos y los psiquiatras, pero pocas personas conocen con claridad cuál es la diferencia entre ambos especialistas. 

Buscar en el diccionario, arroja muy poca claridad sobre el tema pues la Real Academia Española (RAE) define la psicología como “la ciencia o estudio de la mente y de la conducta en personas o animales” y a la psiquiatría como «la ciencia que trata de las enfermedades mentales».

Para aclarar dudas, la doctora en psicología María Paredes y la doctora en psiquiatría Diana Díaz comparten las similitudes y diferencias entre sus respectivas especialidades.  

La doctora Paredes destaca que “tanto la psiquiatría como la psicología son profesiones relacionadas a la salud mental, que otorgan facultad para diagnosticar y prescribir un tratamiento dentro de su profesión o especialidad y [tanto los psicólogos como los psiquiatras] están certificados con licencia para ejercer”. 

Además, para determinar si una persona tiene una condición de salud mental, ambos especialistas poseen dominio del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM -5), que brinda descripciones de las características diagnósticas para que los clínicos e investigadores de las ciencias de la salud mental puedan diagnosticar, estudiar y tratar los distintos trastornos.

Sin embargo, la psicóloga apunta que la diferencia fundamental entre la psiquiatría y la psicología radica en la formación de los profesionales que ejercen ambas disciplinas.

“En el caso de un psicólogo clínico, este debe poseer un Doctorado en Filosofía (Ph.D.) o un Doctorado en Psicología (Psy.D.) con especialización en Psicología Clínica”, señaló la psicóloga. Además, la psicología en Puerto Rico es una profesión reglamentada por la Ley 96 del 4 de junio 1983. 

Esto quiere decir que, contrario a la psiquiatría, «la formación en psicología no es un adiestramiento dentro de la medicina. Es una especialidad en salud mental”, comentó la doctora Díaz. 

En cambio, los psiquiatras sí completan una carrera en medicina (M.D.) y luego completan una residencia de 4 años en un hospital como médico especializado en enfermedades mentales. Por tanto, la profesión es reglamentada por la Junta de Licenciamiento y Disciplina Médica de Puerto Rico y no por la Ley 96.

En cuanto al tratamiento a prescribir, la doctora Paredes menciona queen las primeras visitas al psicólogo se trabaja mucho con lo que es la alianza terapéutica, ese enganche terapéutico para que esa persona se sienta en un ambiente seguro, se sienta en confianza con ese profesional de la salud mental y realmente pueda abrirse y exponer su queja, su dolor y sus situaciones de vida”. 

Asimismo, “en la primera visita se deben discutir todos los aspectos éticos y legales de la profesión para que ese paciente entienda que nosotros estamos ahí para salvaguardar su bienestar, para buscar alternativas para ayudarlo a mejorar en cuanto a lo que motiva su visita, pero que siempre hay unos límites a la confidencialidad, sobre todo cuando hay pensamientos de hacerse daño a sí mismo o hacerle daño a otra persona”. 

Algunas de las razones por las cuales las personas podrían visitar el psicólogo son problemas de conducta, problemas de aprendizaje, depresión o ansiedad. Paredes subraya que es importante establecer una relación de confianza y tener un cuadro más claro del estado del paciente antes de expresarle “la forma en que lo vamos a ayudar y que entienda que también es partícipe del tratamiento”.

No obstante, la experiencia con el psiquiatra dependerá del nivel de cuidado que en el que esté el paciente. Por ejemplo, si es un servicio ambulatorio, “la primera visita usualmente es lo que se llama ‘visita de cernimiento’ y en ella se identifica la causa de la visita, se identifican los síntomas iniciales, se hace un diagnóstico preliminar, pero sobre todo se solicitan pruebas de laboratorio o de imágenes que descarten que ese problema que tiene el paciente no es causado por algo físico”, aseguró Díaz. 

Según la psiquiatra, descartar cualquier problema físico le permite decidir sobre el nivel de cuidado del paciente, si se debe continuar un tratamiento ambulatorio o si debe referirle a otro subespecialista en medicina. 

Por otro lado, Díaz destaca que una diferencia muy marcada entre los psicólogos y los psiquiatras es que “los psiquiatras hacen admisiones a hospitalizaciones ante crisis de salud mental que requieren ese nivel de cuidado. Esto no lo hace el psicólogo, aunque el psicólogo puede hacer referidos [al psiquiatra] y da tratamiento junto al equipo interdisciplinario una vez el paciente es hospitalizado. Esto sucede ya que quien único puede admitir a un paciente en un hospital es un médico y, en este caso, el médico es el psiquiatra”. 

Contrario a los psicólogos, al prescribir un tratamiento “el psiquiatra lo que hace es que determina el manejo farmacológico [medicamentos adecuados] para tratar la condición identificada porque ya se han descartado otras condiciones críticas”, asegura Díaz. Estos medicamentos ayudan a “apagar los neurotransmisores” que causan, por ejemplo, psicosis, trastornos de personalidad, depresiones severas, entre otras enfermedades mentales. 

Para ofrecer un mejor servicio a los pacientes, los psicólogos y los psiquiatras no trabajan solos. Ambas profesionales coinciden en que lo recomendable es un trabajo en equipo interdisciplinario en el que se integren trabajadores sociales, especialistas en consejería psicológica, enfermeros psicológicos, entre otros profesionales de la salud mental.