Llorar, algo tan común, natural y, en ocasiones, necesario. Lo que para muchos puede verse como una debilidad, especialistas afirman que puede tener varios beneficios para la salud mental.
De acuerdo con la doctora Valeria Rivera, psicóloga clínica y cofundadora de Skills 4 You Psychology, “el llanto es una de esas formas en donde nosotros podemos conectar con nuestras emociones”.
Según Rivera, al llorar se activa lo que es el sistema nervioso parasimpático, el cual ayuda a las personas a autoregularse.
Sostuvo que en el proceso, se liberan hormonas como la oxitocina y endorfinas, que son las hormonas que brindan sensación de calma y hacen sentir bien a las personas. Agregó que por ello muchas personas luego de llorar, se quedan profundamente dormidas.
“Literalmente es lo que el cuerpo utiliza para proveer esa estabilidad. Así como tenemos un sistema digestivo, así como tenemos la respiración, que uno inhala y exhala, así como sudamos, pues también emocionalmente tenemos la oportunidad de poder hacer eso a través de las lágrimas”, agregó.
La especialista sostuvo que las lágrimas son la primera forma de supervivencia que tiene un bebé, ya que lo ayuda a sobrevivir, comunicarse sin hablar y comenzar a crear conexiones con su cuidador.
Hizo la comparación porque el llorar es una forma de dejar conocer que se necesita ayuda o apoyo. También, se crea empatía dentro del proceso, y si hay un espacio seguro, se crea una sensación de seguridad.
Por otro lado, explicó que en el acto de reprimir los sentimientos hay un mecanismo de defensa o de supervivencia, ya que hay personas con familias en donde llorar no es seguro y, por consiguiente, la persona puede aprender otras respuestas adaptativas, como es el caso de suprimir el llanto.
Según Rivera, la educación es parte clave para que las personas conozcan que no se deben sentir avergonzadas por sus emociones o al acercarse a las mismas, así como por la autocompasión.
Explicó que, en ocasiones, el no atreverse a expresar o acercarse a las emociones puede deberse a un pasado donde le han internalizado vergüenza ante lo que es conectarse con las mismas, sobre todo cuando se trata de emociones incómodas.
Sostuvo que hay que tener un espacio seguro para poder llegar a ello. “Hay que aprender a ver esto en un espacio de no juzgar, de entendimiento y de compasión hacia lo que las personas pueden estar viviendo”.
“Llorar es una de las emociones primarias y es una respuesta natural y necesaria para todo ser humano”, destacó por su parte la trabajadora social Mariane Salomé.
Dijo que socialmente se han colocado las emociones como debilidades y se crean barreras que no permiten a las personas a ventilar las emociones. Sostuvo que llorar es necesario para que los individuos se puedan desarrollar emocionalmente.
“Cuando nosotros reprimimos las emociones, no solamente nos dañamos emocionalmente, sino también físicamente”, destacó.
Salomé mencionó que uno de los beneficios de llorar es que tiene un efecto calmante y ayuda a liberar emociones y desahogarse.
Concordó con Rivera al hablar del sistema parasimpático, el cual ayuda a que la persona pueda regularse, relajar su cuerpo y la mente, pues este sistema es el encargado de mantener y propiciar el descanso en el cuerpo luego de esforzarse.
Otro beneficio que señaló es que se puede obtener apoyo de otras personas al comunicar lo que se siente.
“Cuando lloramos uno de los beneficios que tiene es que se alivia el dolor, porque las lágrimas no solo ejercen un efecto calmante, sino que también, al llorar, nuestro cuerpo libera oxitocina y endorfina”, mencionó.
El ver un alivio en el estrés es otro beneficio, pues en ocasiones las personas lloran debido a una respuesta al exceso que está experimentando. Al llorar, también se tiene más fortaleza emocional, ya que cuando alguna persona llora, reconoce cada una de sus emociones y las enfrenta, según recalcó la trabajadora social.
Precisamente, según un artículo publicado en el blog de la Escuela de Medicina de Harvard, el llorar es una respuesta a emociones, desde la tristeza y dolores profundos hasta la felicidad más extrema. El simple hecho de llorar es una válvula de seguridad, pues guardarse todo en momentos difíciles puede ser perjudicial para la salud, según la publicación. Menciona que a ello le llaman el afrontamiento represivo y se ha relacionado con un sistema inmunitario menos resistente, enfermedades cardiovasculares e hipertensión, así como con trastornos mentales como el estrés, la ansiedad y la depresión.
Recomendaciones
La psicóloga clínica recomendó a las personas a buscar ayuda, en terapia individual o de familia, ya que se debe tener ese espacio seguro, sobre todo si la persona no ha aprendido a expresar sus sentimientos en espacios saludables.
También, dijo que el escribir cómo se siente, o también conocido como “journaling”, es de mucha ayuda y es visto como una manera menos intrusiva de expresar las emociones. Además, recomendó el identificar personas que sean de confianza y con las que se sientan en espacios seguros.
En concordancia, según la trabajadora social, una de las herramientas más efectivas para ventilar emociones es escribiendo, sobre todo cuando no se sabe expresar a otra persona el sentimiento que sienten.
Otra herramienta es tener espacios donde la persona pueda hacer actividad física o visitar un ambiente donde pueda conectar con la naturaleza para calmar sus emociones, puntualizó.