Comúnmente, los términos “aburrido” o “aburrimiento” son asociados a acciones negativas y al sedentarismo. Aun así, expertos coinciden en que el estar aburridos puede ser más positivo de lo que se piensa. 

Daritza Vélez, psicóloga clínica especialista en el ámbito escolar, explicó a Es Mental que el aburrimiento es una experiencia común que todos, como seres humanos, hemos experimentado. 

Según Vélez, esto suele suceder por falta de interés o estímulos que llamen la atención, y en términos psicológicos, el diccionario de la Asociación Americana de Psicología lo define como un estado de cansancio o hastío. 

Precisamente, la psicología también indica que el aburrimiento es una emoción. De acuerdo con la doctora Wignie Torres, psicóloga clínica, el aburrimiento se trata de una emoción secundaria y, como toda emoción, tiene propósitos y brinda señales. 

“Lo que nos quiere decir el aburrimiento es que estamos haciendo algo, o alguna actividad la cual no nos satisface o no nos estimula lo suficiente”, explicó.

Los cinco aspectos más positivos de estar aburridos

Las especialistas compartieron el lado positivo de estar aburridos/as: 

  1. Es una señal de alerta– En este contexto, el aburrimiento muestra su lado positivo, pues si realizas una tarea o actividad en la que sientes aburrimiento o simplemente no te satisface, la emoción llega como una señal de alerta para que cambies el rumbo o busques propósito en esa actividad, de acuerdo con Torres.
  2. Desarrollo de procesos cognitivos– El aburrimiento activa dichos procesos para buscar una solución y salir de dicho estado o realizar otra actividad que les motive o estimule. 
  3. Funge como motivador– La doctora Torres confirmó que dicha emoción puede ser considerada como un motivador, pues motiva a salir de la situación que causa el aburrimiento y  mueve a la persona a buscar soluciones.
  4. Fomenta la creatividad– Ambas expertas coincidieron en que esta emoción es un gran estímulo para la imaginación, en todas las edades. En especial, Vélez reiteró que el estado de tranquilidad puede estimular nuevos pensamientos e ideas, y en los niños, sobre todo, la imaginación.
  5. Genera nuevas habilidades– Según Vélez, en los menores, por ejemplo, genera habilidades como el autocontrol, la tolerancia, la flexibilidad, la autonomía, inclusive la paciencia, entre otros. Por su parte, Torres compartió que también permite a las personas adentrarse en sus propios pensamientos y emociones para poder procesarlas de manera adecuada.

El aburrimiento en los niños y adolescentes

Vélez afirmó que, al contrario de los más adultos, para los niños y adolescentes el aburrimiento puede ser una experiencia o sensación desagradable. Por tanto, como padres, es necesario ayudarle a explorar opciones que sean diferentes a lo acostumbrado. 

En estos estados de aburrimiento, Vélez explicó que será un buen momento para integrar e inculcar hábitos como la lectura, que fortalecen el desarrollo del lenguaje, la comprensión y el análisis. Por su parte, con los más pequeños, repasar los materiales disponibles en casa o juegos con los cuales no interactúan constantemente para animarlos y guiarlos a darles un uso diferente.

“A medida que el niño y el adolescente comienzan a reconocer y manejar la sensación de incomodidad del aburrimiento y las posibilidades para remediarlo, va ganando mayor autonomía y regulación de los estados emocionales que no le son agradables y capacidad para solucionar problemas”, explicó.

Ambas especialistas coincidieron en que los padres deben enseñar a sus hijos a poder sobrellevar el aburrimiento. En ocasiones, como padres, se busca encontrar una solución tal vez errónea para culminar con el aburrimiento de sus hijos, como, por ejemplo, brindarle un teléfono o encender el televisor cuando están aburridos.

Los momentos de ausencia de estímulos intensos dan la oportunidad al cerebro para reducir la activación de ciertas áreas y potenciar otras, de acuerdo con Vélez.

Torres explicó que el sentirse aburridos de manera constante y excesiva puede confundirse con otras sensaciones incómodas relacionadas con trastornos de salud mental, como la depresión.

Cuando estamos aburridos, podemos sentirnos frustrados, que perdemos el interés y podemos sentirnos hasta desesperanzados”, sostuvo. 

Así que, es importante explicar que existe una línea fina entre las emociones y sensaciones que se despiertan tras la incomodidad del aburrimiento versus lo que podría ser un trastorno emocional. 

Similarmente, Vélez compartió que en los adolescentes, el aburrimiento constante y la falta de interés en actividades puede ser un elemento para prestar una atención adicional, más aún si el estado emocional está acompañado de tristeza y periodos largos de baja activación física. 

También, mencionó que los adolescentes que carecen de actividades significativas en donde invertir el tiempo libre pueden tener un mayor riesgo de desarrollar conductas problemáticas, experimentar con drogas o alcohol u otras actividades que generen un placer inmediato. 

Por tanto, si este estado de aburrimiento es por un tiempo prolongado, éste puede ser una señal de algo más, como un trastorno de salud mental, como la depresión, por lo que es vital buscar ayuda profesional.