A través de la lectura, lo que una persona ve representado en la página de un libro crea una definición de lo que es como ser humano y si cabe o no en la sociedad, explicó la escritora Mayra Santos Febres al describir el rol social de la lectura en niños y niñas.
Explicó que, hasta ahora, la lectura de menores se ha desarrollado con una visión eurocentrada, lo que ha creado muchos problemas en la manera en la que la niñez se ve y percibe su lugar en el mundo. A medida que surge la necesidad por cambiar o ampliar esa realidad presentada, se deben de producir textos que vayan de la mano con las narrativas que se quieren expandir, afirmó.
Con esta finalidad redactó, junto a su hijo adolescente, Lucián Hernández Santos, el libro Lucián, corazón valiente, texto en el que narra cómo un menor negro se redefine y redime para encontrar su valor y su lugar en la sociedad, luego de ser acosado y discriminado por sus maestros. Santos Febres aspira a que, a través de la lectura de este libro de literatura infantil, otros niños se vean identificados.
Apuntó al surgimiento de este relato al recordar los problemas generalizados de aprendizaje con los que diagnosticaron a su hijo a temprana edad. Comentó que, aunque existen casos en los que menores padecen de esta dificultad, también hay estudios que establecen que este diagnóstico puede o no ser real.

Subrayó que, según su experiencia, estos diagnósticos se ven de manera desproporcionada en los niños y niñas negras, pobres, que tienen que ir o pasar por un sistema educativo que es desigual.
Según estudios sobre el tema, este sobrediagnóstico, provocado por una falta de servicios especializados, puede poner a los niños de minorías étnicas y raciales en riesgo de perpetuar las disparidades que existen actualmente en los sistemas médico, educativo y de justicia de menores.
Beneficios de la lectura en menores
Así como comentó Santos Febres, la lectura puede ayudar a un menor a expandir su perspectiva de la vida, aprender sobre la diversidad que define a la sociedad y entenderse mejor como individuo.
A su vez, la editora y directora del Centro de Innovaciones Educativas y Culturales, Diana Bernad González, agregó que la lectura es fundamental tanto para el aprendizaje, como para el diario vivir en general.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Psicología Escolar, Héctor Hernández Loubriel, destacó que: “Los niños pueden tener muchas curiosidades y dudas, algunas que los padres no pueden contestar”, al comentar que la lectura puede ser una opción ideal para abordar y discutir temas difíciles o complejos.
Añadió que la lectura impacta el área creativa porque al leer se activa la parte imaginaria de ese pensamiento abstracto, funciones neurológicas que el menor va a ir desarrollando mientras practica la competencia.
Asimismo, afirmó que hay distintos niveles para la adquisición de la competencia que se engloba como la lectura. Esta va a depender del nivel académico en el que se encuentre el menor.
Primero, en esos primeros años de kínder, primero y segundo grado, se trabaja más con la memoria auditiva y visual y repeticiones. Si el niño no domina la mecánica de la lectura, el próximo nivel siendo la fluidez, puede afectar la comprensión de la lectura, factor indispensable.
Explicó que si el niño no se expone lo suficiente a lo que son los estímulos académicos, como la lectura, se podría dar el efecto de privación donde eventualmente se pudiese ver afectado su desempeño académico, adaptativo y vocacional.
Mientras, Bernard González compartió que en los últimos 15 años hubo una producción bastante constante de literatura tanto para niños como para adultos, pero se ha descuidado la juvenil.
De hecho, según un estudio realizado por Psychology of Popular Media, uno de cada tres adolescentes admitieron que no han leído un libro por placer hace un año.
Mientras, de acuerdo a la Asociación Americana de Psicología (APA por sus siglas en inglés), menos del 20% de los adolescentes de Estados Unidos admiten haber leído un libro, una revista o un periódico diariamente por placer. Por otro lado, el mismo estudio afirma que más del 80 por ciento dicen que usan las redes sociales todos los días.
Recomendaciones
Según Hernández Loubriel, es importante estimular de manera entretenida con lecturas que se amolden a los intereses del niño para que se comiencen a desarrollar estas capacidades y no se cree esta brecha.
Para esto, lo primero es conocer los intereses del menor, estimularlos a buscar lecturas cortas, puede ser un libro, un artículo, algo más corto sobre películas u otros temas.
“Los niños tienen muchas curiosidades, vamos a explotarlas”, aseguró.
Se lamentó de que, muchas veces, se responsabiliza completamente a la escuela del rendimiento del lector, pero es esencial que en el hogar se promueva el hábito de la lectura.
Comentó que esto no debe de ser un castigo ni un acto visto como una obligación. Propuso leer juntos, actuar o interpretar las historias, estableció que estas dinámicas pueden ayudar a que se fortalezcan las relaciones familiares.