La manera en la que una persona coquetea con otra, puede explicar las razones para hacerlo y qué buscan de esa otra persona. 

Así lo presenta el experto en comportamiento humano y psicología, Jeremy Nicholson, en un artículo de su autoría al subrayar la importancia de entender la relación entre los comportamientos y el motivo detrás de un coqueteo. 

Sostuvo que las personas pueden coquetear por motivos exploratorios, por relacionarse, para tener relaciones sexuales, por diversión, autoestima o para obtener favores. Nicholson incluso citó al estudio de Benjamin Wiedmaier al aclarar que algunos comportamientos de coqueteo, como ser inmediato, atento y conversacional, están presentes independientemente de la meta. 

La consistencia de estos comportamientos podría sugerir que existe un guión de coqueteo”, argumenta el investigador Wiedmaier. No obstante, apuntó a otros comportamientos como tocar, actuar muy directo o hacia adelante y ser tímido, como aspectos que dependen de la meta detrás del coqueteo. 

Asimismo, el escrito de Nicholson precisa que las personas que desean una relación, coquetean usualmente iniciando una conversación, contando sobre sí mismos y haciendo preguntas. También, mantienen la conversación tratando de ser humorística, gratificante y expresiva.

Mientras, las personas que solo quieren una interacción sexual se basan en el contacto físico para coquetear y aquellas que buscan divertirse hacen mucho contacto visual, se inclinan para estar más cerca, y sonríen con frecuencia.

Sin embargo, “no es tan matemático cuando se habla de comportamientos e intenciones porque todos somos distintos”, estableció el psicólogo David Alcalá Pérez. Incluso, el experto en relaciones amorosas recordó que también es posible transicionar de un motivo a otro a través del transcurso del coqueteo.

A su vez, la sexóloga Zuleyka Yarie Valentín Arroyo añadió que la cultura y crianza también impactan a lo que se percibe como coqueteo o cómo se coquetea. 

Asimismo, Alcalá Pérez enfatizó en que para entender los motivos, las personas tienen que saber cuándo una persona está intentando coquetear. “El poder saber si una persona está coqueteando con uno depende de la habilidad que tenga la persona para poder identificar las señales”, explicó al subrayar la importancia de conocer el lenguaje no verbal. 

Puntualizó que a través de la digitalización y los avances tecnológicos se ha perdido mucha interacción social. Por este motivo, las personas han perdido sus destrezas para poder identificar estos comportamientos y, entonces, poder entenderlos.

Ambos expertos entrevistados destacaron que con el uso de las redes sociales y los móviles como vía principal de comunicación se amplía el espacio para malos entendidos y malas interpretaciones. 

Por su parte, Valentín Arroyo indicó que sin la interacción presencial, se pierde el poder tener una dinámica en la que se puede observar al otro para saber percibir o leer mejor las señales. “Muchas veces se trata de la intuición”, dijo Valentín Arroyo.

De manera similar, Alcalá Pérez explicó que, según su experiencia profesional, muchas personas llegan a su oficina porque no saben cómo gestionar relaciones interpersonales, identificar señales o leer lenguaje no verbal. Incluso, destacó que por la misma falta de interacción, muchas personas sobreromantizan todo tipo de coqueteo sin saber diferenciar el motivo. Ambos casos, pueden estar relacionados  con el aumento constante de personas que prefieren un teléfono, una computadora o un televisor sobre una conversación presencial con otra persona. Hizo hincapié en que hace falta más educación sobre este tema.

“Hay que estar alerta de no dar todo por hecho y estar consciente de si uno mismo está coqueteando o no”, agregó Valentín Arroyo al invitar a las personas a intentar entenderse a ellas mismas antes de sobreanalizar a los demás. Es decir, antes de intentar estudiar los motivos y la manera en la que otro está coqueteando, es importante evitar las expectativas y reconocer qué se busca o cuáles son las necesidades propias.

Si aún tienes dudas, no le tengas miedo a preguntar directamente si la persona está coqueteando contigo”, propuso Valentín Arroyo al presentar que la falta de comunicación directa también es producto de la escasez de interacción presencial. Explicó que no querer preguntar es uno de los errores más dañinos, pues llevan a las personas a asumir.

Se cree que si una mujer sonríe, ya quiere hablar contigo, conocerte o algo más allá. Mientras, en el caso de hombre a mujer, si es muy amable se puede decir que es un mujeriego”, destacó Alcalá Pérez al explicar los estereotipos y estigmas en los que se caen al asumir. 

“Muchas veces se piensa que las personas buscan atención con el coqueteo”, presentó Valentín Arroyo como otro mito, explicando que hay que considerar que los humanos son seres animales y el seducir viene como elemento natural. 

Ambos expertos  explicaron que hay necesidad de sostener más estudios sobre los comportamientos detrás del coqueteo, específicamente en Latinoamérica.