Cuando los malos hábitos de sueño comienzan a impactar la cotidianidad de un individuo, podría tratarse de un trastorno del sueño y el mismo debe ser manejado con premura por especialistas. 

Es Mental conversó con los doctores Jesús Casal, neumólogo y director médico del Centro de Desórdenes de Sueño del Hospital Auxilio Mutuo, y René Sánchez Borrero, neurólogo y especialista en medicina del sueño del Puerto Rico Sleep Center, sobre los principales desórdenes del sueño que afectan a la población. 

Entre los más frecuentes se encuentra el insomnio, la apnea del sueño, desórdenes de hipersomnio, así como el síndrome de los pies intranquilos

Actualmente casi un 30 por ciento de la población adulta, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos, experimenta o experimentará en algún momento de su vida un desorden del sueño, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Los CDC destacan que tan solo en el 2020 entre 50 a 70 millones de personas vivían con un trastorno del sueño crónico, y que las mujeres son las más propensas a enfrentar problemas a la hora de conciliar el sueño (un 17 por ciento en comparación con 11 por ciento en hombres).

“El insomnio es un desorden del sueño frecuente y va aumentando en términos de incidencia con el pasar de los años. Usualmente se precipita por un elemento importante en tu vida: un divorcio, una enfermedad o una situación que se convierte en trigger (detonante)”, explicó el doctor Casal sobre el insomnio, el cual puede tener efectos negativos sobre la memoria, presión arterial, diabetes y enfermedades coronarias. 

Entre los factores de riesgo se encuentran el estrés, ser mujer, tener más de 60 años y/o padecer alguna situación física o emocional, detalla Mayo Clinic. 

Por su parte, el neurólogo Sánchez Borrero enfatizó en que no es lo mismo experimentar un insomnio de corto plazo (que usualmente dura de semanas a uno a tres meses) que uno crónico, que sobrepasa los tres meses de persistencia.

Un 30 por ciento de los adultos puede experimentar, en algún momento de su vida, un insomnio de corto plazo. De ese grupo, un 10 por ciento va a desarrollar lo que se le llama el insomnio de largo plazo”, detalló.

Por su parte, Casal mencionó que recientemente se dio a conocer un nuevo estudio de la revista Clinical Cardiology sobre la relación del insomnio con un mayor riesgo de infarto. 

A preguntas de este medio de por qué ser mujer es un factor de riesgo, el director médico del Centro de Desórdenes de Sueño del Hospital Auxilio Mutuo expuso que a nivel hormonal existe una diferencia del hombre y, además, estos desórdenes suelen cambiar en las diferentes etapas que vive la mujer. 

Por ejemplo, el desorden del sueño más común de la mujer joven es el insomnio, pero cuando va pasando los años, y pasan a su época postmenopáusica, la incidencia de insomnio baja un poco y sube la incidencia de apnea del sueño”, detalló Casal. 

Ante la pandemia por COVID-19, los profesionales vieron un aumento de casos vinculados al insomnio ante el impacto social, económico y emocional que se vivió tras la recesión. 

Estamos viendo más insomnio, ansiedad y depresión asociado a mujeres y hombres que tienen un desorden significativo en su rutina de sueño”, puntualizó. 

La apnea del sueño es otro de los desórdenes del sueño que afectan la calidad de vida de los individuos y que los especialistas están viendo frecuentemente en sus prácticas. 

Esta se presenta en tres tipos: apnea obstructiva del sueño, apnea central del sueño y el síndrome de apnea del sueño complejo, y ocurre cuando la respiración se detiene y se reinicia repetidamente durante el sueño, lo que puede complicar que el cuerpo reciba el oxígeno que necesita, destacan los Institutos Nacionales de Salud.

Es un desorden de respiración durante la noche y la causa más frecuente es la obesidad. El paciente puede tener múltiples despertares en la noche, puede tener 10, 15, 20 o 25, y eso redunda en que no descansa, porque no puede consolidar las etapas profundas del sueño”, explicó Casal.  

Por otro lado, el especialista en medicina del sueño del Puerto Rico Sleep Center apuntó a que en adultos los hombres tienen de un 10 a 15 por ciento de experimentar apnea del sueño, versus la mujer con un 5 por ciento. 

En hombres, asimismo, puede manifestarse a través de cansancio diurno, falta de concentración y sueño excesivo. Mientras que en mujeres, particularmente aquellas que experimentan postmenopausia, se ve mediante ansiedad y problemas de concentración. 

La apnea se asocia con infartos de miocardio, infartos cerebrales y muertes súbitas, que no es tan frecuente, pero puede ocurrir”, sostuvo el neurólogo. 

Casal destacó que, aunque existen diversos tipos de apnea, la asociada a la obesidad, los hábitos de nutrición negativos y/o sedentarismo, podría prevenirse.  

En ese tipo de pacientes el rebajar, muchas veces, ayuda a prevenir y/o trabajar adecuadamente la apnea del sueño. A muchos de los pacientes que se someten a cirugías bariátricas se les resuelve la apnea, pero esto a medida que bajan de peso”, dijo.

Otro desorden del sueño es la hipersomnia, que se caracteriza por el exceso de sueño, de acuerdo con el doctor Casal. 

“Estas personas a veces duermen 6 a 7 horas, pero continúan con sueño y lo que hacemos es que se dan medicinas especiales para contrarrestar eso y que no tengan accidentes o situaciones en su día”, concluyó. 

Finalmente, Sánchez Borrero habló del síndrome de pies inquietos, que tal como dice su nombre se presenta a través de la necesidad incontrolable de mover las piernas, lo que afecta el sueño y sobre todo la calidad de vida del paciente.