Mañana, jueves, conversaremos por Facebook Live con el Dr. Dimas Tirado, psiquiatra de niños y adolescentes, y con la Dra. Alice Pérez, coordinadora del Comité de Promoción del Desarrollo Integral de la Niñez de la APPR, sobre los principales retos emocionales que enfrentan los niños y cómo ayudarlos mejor, gracias al apoyo de FHC First Healthcare. ¡Sintoniza a través del Facebook de Es Mental o de FHC – Salud Mental!
La salud mental de los niños y jóvenes puertorriqueños se ha visto afectada tras las múltiples situaciones que les ha tocado vivir en los últimos años, desde huracanes hasta la pandemia, a las que se suman otros asuntos sociales y económicos que vive el País.
A esta población le ha tocado vivir muchas pérdidas, limitaciones y escasez de recursos, y a la misma vez le toca vivir en una generación que está comercializada y donde a través de las redes sociales hay muchos modelos que quizás no son reales o alcanzables, lo crea muchos conflictos en los adolescentes, expresó el Dr. Dimas Javier Tirado, psiquiatra especializado en niños y adolescentes.
“Así que tenemos niños deprimidos, niños ansiosos, con falta de destrezas sociales que le provoca mucha ansiedad, ansiedad social, ansiedad generalizada. Tenemos niñas y niños con PTSD (trastorno de estrés postraumático) o simplemente síntomas de postrauma”, agregó.
Dijo además que, a raíz de la pandemia, hay niños y niñas que no han podido aprender muchas destrezas en la escuela, incluyendo los menores con trastorno de déficit de atención, quienes han requerido ayuda profesional para ayudarlos en el proceso de aprendizaje.
En cuanto al efecto de las redes sociales en esta población, el psiquiatra explicó que las mismas tienen aspectos positivos, sobre todo en el aprendizaje, pero también hay mucha desinformación, teorías de conspiración y personas con otras agendas, como son los depredadores sexuales. También, en las redes sociales se puede apreciar cómo se vanagloria todo lo que es riqueza y lo comercial.
Por eso, aconsejó a los padres, madres y cuidadores a monitorear lo que consumen sus hijos en las redes.
“Hay que ayudar a nuestros niños a vivir en nuestra realidad, de que sí hay gente que es muy afortunada y que tiene muchos recursos, pero hay muchísima otra gente que no tienen esos recursos y como quiera es muy feliz, está contenta, tienen una vida plena, y también hay mucha pobreza”, explicó Tirado.
“Hay que ayudarlos y enseñarles a tener ese contexto en la vida para que no se metan a ese mundo de las redes sociales y piensen que esa es su realidad”, sostuvo.
Por otro lado, Tirado mencionó que muchos jóvenes están viendo la salud mental como normal. Incluso, es común para ellos decir que tienen un psicólogo o un psiquiatra y buscar ayuda si tienen un problema, aseguró. No obstante, dijo que todavía se necesita llegar a los niños y jóvenes que no ven a un psicólogo o a un psiquiatra como una opción, ya sea por el estigma a la salud mental o porque no cuentan con el apoyo de sus familiares.
“Tenemos que seguir hablando sobre estos temas, tenemos que desmitificar y tratar de romper con todos esos estigmas. Tengo muchos pacientes adultos ahora, que lo hablan, de que voy a mi psicólogo, voy a mi psiquiatra, en las redes sociales, las cosas que hacen para cuidar su salud mental”, dijo.
Recalcó que se debe normalizar ir a un hospital de salud mental, si hace falta, y que ir a un profesional de la salud mental no es solo para personas que padecen de sus facultades mentales, sino para personas que están pasando por un momento difícil en sus vidas.
Por su parte, la Dra. Alice Pérez, coordinadora del Comité de Promoción del Desarrollo Integral de la Niñez de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, aseguró que vivir en Puerto Rico se ha convertido en un reto para todos los puertorriqueños, incluyendo a los niños.
“Puerto Rico vive sumido en una depresión económica, una inflación que encarece y dificulta tener calidad de vida, y todo esto sin haber podido sobrellevarnos a los eventos naturales, pero catastróficos de los huracanes, Irma, María y Fiona, los terremotos del sur ( que ahora los sucesos de Siria y Turquía los ponen nuevamente en las mentes de los puertorriqueños, especialmente de las niñas y niños) y la pandemia del Covid”, explicó.
Dijo que estos factores y variables han provocado que la niñez puertorriqueña confronte mayor estrés, procesos de duelo, soledad, ansiedad, depresión, trastornos del sueño y alimenticios, pérdida de destrezas sociales y aislamiento y son víctimas de violencia (en todas sus modalidades).
Agregó “la deprivación y la falta de acceso a una educación de calidad, servicios de salud, alimentación sustentable y una vivienda digna que son el fruto de los procesos de austeridad y los problemas de administración fiscal del país”.
También, mencionó la falta de tiempo para el juego, la recreación y el desarrollo de destrezas como parte de los problemas que los niños y jóvenes atraviesan desde hace tiempo en la Isla.
Pérez aseguró que “se ha visto un acelerado aumento de síntomas relacionados a ansiedad, ataques de pánico, estrés postraumático, depresión, autolesiones (sobre todo en los jóvenes), aumento de agresiones físicas y bullying en las escuelas, aislamiento social y problemas de relaciones interpersonales e intrafamiliares”.
“Para estos retos yo empezaría diciendo que necesitamos reconectarnos como individuos y sociedad con nuestra niñez y nuestros jóvenes. Esto se logra con ofrecer tiempo de calidad intrafamiliar y ampliando la comunicación asertiva y la escucha activa. Validando sus espacios, pensamientos, ideas y derechos. Fomentando el desarrollo de destrezas de relaciones sociales, apoyando su creatividad y estima. Por otra parte, procurando el desarrollo y bienestar de su salud física y mental de manera preventiva”, puntualizó la psicóloga.