Escasos recursos y falta de organizaciones, así como la poca visibilidad sobre el tema, son solo algunos de los retos que enfrentan desde hace mucho los cuidadores en Puerto Rico.
La población de adultos mayor es creciente en el mundo, y en Puerto Rico es un asunto de urgencia dado que una tercera parte de la población tiene 65 años o más. El Negociado del Censo Federal proyectaba que para el año 2050, el 39.3% de la población puertorriqueña será de edad avanzada.
Los mayores retos que enfrentan los cuidadores, según la fundadora de la plataforma para cuidadores Mi Gente Grande, Glamaris Valentín, son la falta de servicios de salud y de apoyo de las agencias gubernamentales en Puerto Rico debido a la crisis fiscal que vive el país y la invisibilidad social de su trabajo.
“Así que el cuidador informal es un motor importantísimo en la sociedad, y no somos reconocidos. Y peor que no somos reconocidos, nos obstaculizan nuestra labor porque no nos reconocen como un ente que está velando por ese adulto mayor”, agregó.
Como otro de los retos, Valentín sostuvo que la brecha digital ha complicado lo que ya antes era complicado, y convierte al adulto mayor activo en un adulto mayor inactivo, pues muchos de los procesos para obtener o cancelar citas son de manera virtual.
Al hablar sobre las causas de estos retos, Valentín reiteró de primera mano la falta de planificación pública y de conciencia social sobre el cambio que existe en la población puertorriqueña, una de las más envejecidas del mundo.
Además de la falta de planificación anteriormente establecida, el edadismo y discrimen es otra de las causas para que existan estos retos, según Valentín.
La tercera razón de esta situación, de acuerdo con Valentín, es que, por los avances en la medicina, las personas viven más, y esta generación no está lo suficientemente preparada para cuidar a tantas personas.
“El cuidador está viviendo una vida común con un estrés extremo”, sostuvo Valentín.
En concordancia, la directora ejecutiva del Proyecto Plenitud, Florencia Vázquez, afirmó que el tema de los cuidadores es uno que “nos ocupa y nos preocupa”, ya que existe una alta población de adultos mayores en la Isla.
Uno de los principales retos, según destacó, se trata de la necesidad económica, adicional a las situaciones precarias. De acuerdo con Vázquez, el rol del cuidador requiere una serie de gastos económicos, dependiendo de la condición de salud que tenga ese adulto mayor, como por ejemplo el alzhéimer.
Además del factor económico, Vázquez subrayó que los cuidadores también necesitan apoyo de salud mental.
Por su parte, la doctora Astrid Negrón, especialista en psicología y población geriátrica, dijo que entre los principales retos que enfrentan los cuidadores se encuentra la falta de recursos y educación, así como la falta de organizaciones.
Sin embargo,sostuvo que los recursos “no dan abasto” y más aún cuando la población de adultos mayores va en crecimiento. Además, dijo que no hay organizaciones a largo plazo o de seguimiento.
“Permitimos que se nos criara como una sociedad que la persona vieja ya no servía. Y, obviamente, si no sirve no es importante para el gobierno”, explicó.
Con los escasos recursos para estos cuidadores, y de la mano con la falta de ayudas económicas, más complicado se vuelve el panorama, aseguró.
Explicó que entre estas complicaciones se encuentran los casos en los cuales el familiar no puede costear a un cuidador formal y especializado. Y, al no poder pagarle a estos cuidadores especializados, el familiar puede verse forzado a ingresar a un hogar de cuidado prolongado, lo que puede ser otro reto por el aspecto de la confianza en dicho centro.
“Entonces, se agobian, toman la decisión de cuidar a esa persona mayor, pero ahí es que viene mucho toda la parte emocional y la falta de recursos para este cuidador poder cuidar bien a esta persona mayor”, explicó la presidenta de Multidisciplinary Psychological Services.
¿Cómo trabajar con estos retos?
Vázquez sostuvo que en Puerto Rico se estima que más de 60 mil personas necesitan algún tipo de apoyo en su diario vivir, por lo que el tema de los cuidadores no es un tema ajeno, sino una realidad creciente.
Sostuvo que es de suma importancia se continúen desarrollando proyectos de política pública que puedan satisfacer las distintas necesidades que tengan los cuidadores. Entre estos proyectos, mencionó, que serían positivos los espacios de recreación, así como espacios sin estigma social.
“Así que en términos generales entiendo que necesitamos más políticas públicas para atender las necesidades que presentan los cuidadores, de los adultos mayores o de los adultos mayores que tengan algún tipo de condición física o mental”, agregó.
Asimismo, afirmó que hacen falta proyectos educativos, no solo dirigido al cuidador, sino más bien para lograr tener una sociedad educada con relación a las diversas condiciones de salud y con relación a lo que es ser cuidador. Esto para tener espacios inclusivos, libres de estigma y libres de prejuicios, que en ocasiones, según Vázquez, es aquello que entorpece la labor del cuidador.
La directora ejecutiva del Proyecto Plenitud mencionó tres palabras claves que resumen lo que para ella es la importancia de cuidar. Primero, la educación, pues mientras más educado esté una persona, mayor posibilidad tendrá de atender adecuadamente a ese ser querido.
En segundo lugar recalcó la palabra amor, este refiriéndose al amor que ha de tener un cuidador para poder atender adecuadamente a su ser querido.
Y la tercera palabra sería la fe, refiriéndose a los valores y principios de estos individuos los cuales le sostienen en esos momentos en que ejercen como cuidadores.
“Es importante hacer ese llamado a la sociedad de la importancia de cuidar a los adultos mayores, tratarlos con dignidad, tratarlos con respeto y evitar el edadismo”, sostuvo Vázquez.
De acuerdo con Valentín, primordialmente para trabajar con estos retos el propio cuidador deberá reconocerse.
Recomendó que, como ciudadano común, es importante alzar la voz en cuanto a este tema. “Tenemos que exigirles a las personas que pretenden dirigir nuestro país que viren su mirada y tengan a los adultos mayores como prioridad”.
Entre las recomendaciones principales de Negrón Bonilla, sostuvo que es importante trabajarlo lo más pronto posible ya que la población de edad avanzada va en aumento.
“La OMS revela datos que entre 2020 y 2030, el porcentaje de habitantes del planeta mayores de 60 años aumentará un 34%; en el 2050, el número de personas de 60 años o más será superior al de adolescentes”, afirmó.
De acuerdo con Negrón Bonilla, estos retos se pueden trabajar abriendo más organizaciones pro-edad avanzada, mejorar los servicios médicos y de consultoría para los cuidadores para poder atender a las personas mayores.
Mencionó que el cuidado debe ser uno informado, donde se conozcan las condiciones médicas y los recursos de apoyo para evitar el síndrome del cuidador, el estrés, la ansiedad, entre otros.