Los puertorriqueños negros son más propensos a sufrir de problemas de salud que los puertorriqueños blancos, según reveló el estudio Colorism and Health Disparities in Home Countries: The Case of Puerto Rico del economista, José Caraballo Cueto, y de la antropóloga, Isar Pilar Godreau Santiago.

La investigación, publicada en mayo  en el Journal of Immigrant and Minority Health, contó con el apoyo de la Universidad de Puerto Rico en Cayey, el Recinto de Ciencias Médicas y la Universidad de Princeton. 

El estudio tuvo una muestra de 5 mil 794 personas del Sistema Puertorriqueño de Vigilancia de Factores de Riesgo del Comportamiento (PR-BRFSS, por sus siglas en inglés) que se analizó a base de varios modelos estadísticos. Esta encuesta es la más grande de este tipo que se hace en la Isla.

Conscientes de los problemas que tiene el Censo en el reporte de raza en el caso de Puerto Rico y de los latinos en general, porque las categorías no se adaptan a sus complejidades étnicas, a los investigadores incorporaron escalas de color de piel a las preguntas del BRFSS. 

El 88% de los que reportaron problemas de salud en la muestra revelaron sufrir de una o más enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, colesterol alto o problemas del corazón. 

En base a las respuestas a la encuesta, los investigadores estiman que unas 202 mil 817 puertorriqueños negros reportaron tener peor estado de salud que 425 mil 415 de sus contrapartes blancos. 

Esta propensidad a mayores complicaciones de salud se debe a que las personas negras se encuentran más susceptibles a sufrir de discriminacion individual y estructural. Esta discriminación redunda en cuidados pobres de salud, falta de acceso a seguros médicos, vivienda y alimentación adecuada, sostiene la investigación.

Las consecuencias coyunturales de la discriminación individual e institucional se enraízan en las emancipaciones tardías de las sociedades. 

Esta realidad también se ha observado en Latinoamérica, consigna el estudio, donde se ha asociado la discriminación por el tono de piel de las personas con el discrimen tanto por clase y por situación socioeconómica. Esto también ocurre entre los inmigrantes latinos en Estados Unidos.

El estudio demostró que el tono de piel tiene un impacto mayor sobre la salud que sus ingresos económicos.

La realidad de la piel puertorriqueña

Cómo los participantes definieron su tono de piel tampoco distó de lo que se ha observado en Latinoamérica.  

El tono de piel con el que se le identificó la mayor cantidad de personas fue el intermedio con 4 mil 134, tendencia que se ha observado en los latinos en Latinoamérica y en los latinos en Estados Unidos. En segundo lugar le siguió el tono de piel blanco con 1 mil 013 mientras que el tono de piel negro obtuvo 360. 

Esta pregunta sobre el tono de piel del participante se acopla a la realidad étnica, política y racial de Puerto Rico, indicó el estudio.

La investigación narra cómo en las islas caribeñas españolas existe una definición más amplia de lo que es ser blanco que en sus contrapartes inglesas o francesas. Esta apreciación también se evidencia en Puerto Rico a diferencia de Estados Unidos, donde esta definición es más limitada. Los blancos en Estados Unidos son los que no tienen ancestros negros mientras que en Puerto Rico sucede lo contrario.

Las personas que no tendían a ser consideradas blancas en las islas inglesas o francesas tendían a serlo en las españolas. 

Más allá del tono de piel

En cuanto a factores de riesgo más allá del tono de piel, el estudio esboza que entre mejor posición socioeconómica tenga una persona más saludable será. Los que indicaron ganar más de 75 mil dólares al año fueron los que expresaron sentirse mejor.

El estudio también resalta que las personas que se encuentran empleadas y que han completado sus estudios universitarios indicaron sentirse mejor que las que no.

Las personas de edad mayor y las mujeres que, de acuerdo con el estudio, respondieron no sentirse bien de salud en comparación con los hombres y con los jóvenes.

Los inmigrantes, así como los solteros, muestra el estudio, también revelaron sentirse peor de salud que los que no. 

El estudio puntualizo que en el caso de los puertorriqueños negros se exacerban aún más las consecuencias de tener uno o mas de estos factores de riesgo sobre la salud. Por lo tanto, instaron a que más académicos investiguen sobre el impacto de ser un puertorriqueño negro o blanco sobre los servicios medicos, las cubiertas de salud y el bienestar.