La falta de educación entorno a la pluralidad sexual de los seres humanos, así como las carencias que viven los trans en Puerto Rico, pueden afectar su salud mental y emocional, coincidieron los psicólogos clínicos Alfonso Martínez Taboas y Alíxida Ramos Pibernus. 

“Dentro de la sombrilla de lo que son las pluralidades de las minorías sexuales, los trans son los menos entendidos, los más estigmatizados y los más discriminados”, expresó Martínez Taboas

El asesinato de Alexa Luciano Ruiz el pasado 23 de febrero ha traído nuevamente a la palestra pública la inequidad, el prejuicio y el discrimen que viven los trans en Puerto Rico.

Los padecimientos mentales más comunes en la comunidad LGBTQ son la depresión, los trastornos de ansiedad y los intentos de suicidio, lo que marca una diferencia cuando se les compara con los heterosexuales o los cisgénero (personas cuya identidad de género concuerdan con el género asignado al nacer), mencionó el psicólogo clínico. 

Las organizaciones estadounidenses National Gay and Lesbian Task Force, así como la National Center for Transgender Equality llevaron a cabo una encuesta en la que el 41% de los trans respondieron haber intentado suicidarse. Mientras, solo un 1.6% del resto de la población en general respondió haber tenido la misma intención. 

El estrés minoritario tal vez explique por qué esto sucede, opinó Martínez Taboas. El modelo establecido en la década del 90 explica que los ataques, los insultos y las críticas de las que sufren las minorías estigmatizadas repercuten en la salud mental de los individuos. 

“Cuando tu estás en una sociedad en la que te estigmatizan y en la que te discriminan, el tu ser minoría te cuesta”, explicó. “Básicamente, tratan de minar lo que tu eres”.

El U.S. Transgender Survey que se realizó en Estados Unidos en 2015 reveló que un 54% de los participantes abiertamente trans respondieron haber sufrido de acoso verbal. Asimismo, un 24% dijo haber sufrido de maltrato físico y un 13% de maltrato sexual. 

“El sentir que no se tiene ningún apoyo social, el sentir que no tienes la misma oportunidad de acceder a un empleo, el sentirse que cuando se habla sobre estos temas en los medios de comunicación no usan los términos adecuados, hace que desarrollen niveles de estrés elevados que repercuten en condiciones físicas más adelante”, explicó Ramos Pibernus.  

Precisamente, la psicóloga clínica enfatizó que la escasez de servicios y de profesionales adiestrados para atender adecuadamente a los trans, en Puerto Rico, pueden traducirse en que esta población sufra de más condiciones o padecimientos mentales y físicos.

En distintos municipios de Puerto Rico, la comunidad trans cuenta con clínicas especializadas a las que pueden acudir: Centro Ararat (San Juan, Arecibo y Ponce), Clínica Transalud (San Juan), Proyecto Trans Tanamá (San Juan y Ponce) y Proyecto Carib (Mayagüez). 

La única clínica de salud pública para miembros de la comunidad trans en la isla es Transalud, en San Juan.

“Nosotros todavía estamos en pañales”, dijo por su parte Pedro Julio Serrano, activista y portavoz de la organización sin fines de lucro “Puerto Rico para tod@s”. “Nosotros todavía tenemos que trabajar para que las personas trans puedan tener sus servicios completos y se eduquen todos los proveedores de servicios de salud para que atiendan sus necesidades”. 

Mencionó que a través de la propuesta del nuevo Código Civil de Puerto Rico, por ejemplo, el estado refleja “una violencia institucional y una violencia de la sociedad que es abrumadora”. 

El lenguaje del nuevo Código Civil dicta que no podrá enmendarse el sexo de nacimiento de una persona en su acta de nacimiento original. En todo caso, a quien únicamente se le autorizará ordenar cualquier cambio es al tribunal. En caso de que el cambio se apruebe, el nuevo sexo deberá anotarse al margen del sexo original. 

“Si es tal como lo han dilucidado, [el nuevo Código Civil] es un retroceso al reconocimiento que se nos ha dado a nivel de atemperar nuestros documentos a nuestra identidad”, comentó la activista de la comunidad LGBTQ, Ivana Fred Millán.

Sin embargo, Fred Millán enfatizó que es importante que se resalten las pequeñas iniciativas que tanto organizaciones sin fines de lucro como entes comunitarios han asumido a favor de la comunidad trans.

Que las decisiones que tome el estado sean responsables, libres de todo prejuicio y discrimen hacia los trans, esbozó. “Hay muchas personas y entidades que tienen la mejor intención de quererse preparar para darnos un trato digno”. 

“Una persona que no puede desarrollarse en el ámbito laboral, en el ámbito de estudios, en el ámbito de buscar una vivienda, que no puede tener un servicio de salud digno, claro está, uno dice: ‘estoy sola en este mundo”, puntualizó. “Una persona que está desmoralizada y no es validada por todo el sistema tiende a pensar de esa manera”.